013: Aún estaré aquí

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NamJoon

─ ¡Oye!

Perseguí a YoonGi por la sala y la cocina, cerrando la puerta que llevaba al patio en cuanto lo ví desaparecer detrás de la misma. Quería creer que ya nadie nos estaba escuchando mientras yo rebuscaba las palabras para calmar sus deseos de golpearme.

La noche luchaba por quedarse al igual que la luna en el cielo, con las estrellas poco a poco desvaneciendose con el cielo oscuro que se volvía celestino. Observé a mi compañero de los últimos años, con la espalda tensa y en sus manos, que tiraban su cabello rubio hacía atrás, yacían remarcadas sus venas.

Definitivamente se había pasado con JungKook.

─ Mira, YoonGi, sé que te sientes como la mierda pero no te descargues con el chico de esa forma.

─ Tienes razón, debería descargarme contigo ─ volteó sobre su lugar, en lo que ví sus ojos estrellados.─ ¡¿Qué carajo te pasa por la puta cabeza para mandarlo ahí fuera?!

─ Yo-

─ ¡Sabes perfectamente los riesgos que correra ahí, y ni siquiera pediste mi opinión! ¡Ni siquiera...! ─ Lo ví resquebrajarse, como si un pedazo de tela hubiera caído, revelando una de sus cicatrices más profundas que no habia cicatrizado correctamente. Oí un sollozo por su parte, en el patio desierto en que nos encontrabamos, como si hubieramos vuelto a cuando solo eramos dos.─ Ni siquiera te importa.. s-solo quieres que todo salga bien para no tener tus putos ataques de mierda ¿Sabes qué? ¡Eres un jodido hijo de puta, NamJoon! ¡Eso es lo que eres!

Lo permití acercarse porque dentro de su llanto sabía que era débil, que no tenía la fuerza de golpearme ni la violencia porque, como todos, YoonGi era un muñeco de trapo, viejo y destrozado. Inservible en momentos como este.

─ ¡Y t-te odio! ¡Te odio! ─ Las lágrimas corrían sin control por su rostro mientras sus manos golpeaban mi pecho sin fuerza, intentando desenredar sus muñecas de mis manos, pero yo ya no lo soltaría. Sus ojos tristes encontraron los mios, justo cuando una lágrima se deslizó por mi mejilla.

Volteó inmediatamente hacía abajo, como si se hubiera dado cuenta con vergüenza de su actuar, porque así sucedia. Porque era como si hubiera descocido sus sentimientos para que aparecieran, pero una parte de él le recordaba entonces que eso era horrible, vergonzoso, que no debía.

Aún con sus muñecas entre mis manos, podía oir sus sollozos querer ser reprimidos y su respiración algo inestable. Estaba demasiado nervioso, y yo lo lamentaba, porque era mi culpa.

─ Lo siento ─ Susurré, mirando su cabello rubio frotarse en mi pecho. Sus palabras en negación, en suplica ─. Lo siento, YoonGi, pero es la única forma.

Me apartó con violencia, empujandome al menos tres pasos lejos de él. Su cabello cubría su frente y sus ojos, a pesar de que en sus mejillas yacía la evidencia de sus lagrimas.

─ No puedes ─ Volvió a decir, y denuevo, me hizo sentir como alguien que hacia algo horrible ─. Solo tiene trece años.. es.. es solo un niño.

El corazón se me encogió, y deseé recordarle que todos lo eramos. Que yo no cumplía diesciseis todavía, que JiMin y TaeHyung solo tenían catorce, que HoSeok no llegaba a los diesciete, que SeokJin a penas tenía diesciocho, pero que eso no signficaba que deba de tomar responsabilidad de nadie.

DISERTED » BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora