「...porque yo no lo haré.」
TaeHyung
No sabía como. No sabía por qué. No quería pensarlo tampoco. Solo era un niño pérdido que quería entender por qué él. Por qué comportarse de esa forma. Por qué ser diferente.
Pero me ignoré a mí mismo, por primera vez desde que el destino me había pateado la cara y me había encerrado en un hospital mental sin tener en cuenta mi decisión, olvidando lo que me habían hecho para que yo acabara en un lugar así, sin justicia. Lo ignoré todo, empujando a HoSeok contra una de las puertas que se abrió ante la fuerza, haciendonos tropezar juntos dentro del lugar que, extrañamente, se veía como cualquiera hubiera esperado: una habitación improvisada dentro de un vagón de tren.
Ignoramos incluso eso, cuando volví a apretar mis brazos alrededor de su cintura y él me tomó de las mejillas, mirandome con un sentimiento con el que creí que jamás volvería a sentirme seguro. Respiraba con dificultad, a lo que poco le dí importancia por la necesidad de tomar su boca otra vez, hundir mi lengua en su cavidad y saborearlo, oyendo aquellos timidos quejidos, temerosos y perdidos. Quería hacerle entender que estabamos ahí, que lo que menos esperabamos estaba sucediendo y que, hasta donde llegara, estaría bien.
Estaríamos bien, solo con.. un pequeño paso.
Había escuchado mi nombre salir de muchas personas, en distintos tonos de voz, expresando diferentes sentimientos, desde el mas profundo cariño al más oscuro odio e incluso repugnancia. Sabía lidiar con ello, sabía vivir olvidando lo que me provocaban, disociandolo.
Sin embargo, al escucharlo a él, jadeante y con la piel roja en sus pomulos, los ojos brillantes por las luces blancas en el techo.. ¿era yo capaz de describir lo que me había provocado?
─ Tae ─ Me llamó una vez más, a lo que me relamí los labios y lo miré a los ojos, sin separarlo de mi cuerpo ni un centímetro. Ni un pequeño momento.─ Me gustas mucho. Me gustas tanto, TaeHyung.
Hundí mis manos sin pensar, otra vez y por impulso, bajo su sudadera. Mis uñas se enterraron en su espalda, tomando su piel con fuerza, deseando marcarlo mientras me mordia el labio inferior y miraba como el abría la boca, sosteniendo su respiración. Le encantaba eso. Podía verlo en sus acciones, en la forma en que su cuerpo temblaba y sus mejillas ardían, su rostro volviendose a inclinarse hacia mí para que nos besaramos otra vez.
Me estaba enloqueciendo.
─ Me gustas mucho tambien, hyung─ Correspondí, dando pequeños pasos hacía adelante con nuestros cuerpos todavía enredados, haciendole a él dar pasos hacía atras─. Amo.. amo tu sonrisa. Tus ojos. Tus cabellos. Eres.. eres hermoso, hyung.
Su pecho se agitó, respirando irregularmente con cada palabra que salía de mi boca, haciendo que mi aliento rozara su piel. Mis manos se pasearon por su espalda, a lo que él se arqueó, dejando ir un gemido que intentó ahogar, echando la cabeza hacía atrás y exponiendo su cuello para mí. Ataqué su piel, suave y salada, chupando la zona visible pensando en la marca que le dejaría.
─ Mío ─ Proclamé, como un niño a un juguete de solo ver que alguien más quería arrebatarselo─. Mío, mío.
─ Tuyo ─ Me aseguró, mientras sus manos se aferraban a mis hombros. Alcé la cabeza, sin pensar en la marca violácea en su cuello, humeda y tibia, para mirarlo a él.
De pronto, cualquier sentimiento en mi cuerpo, había desaparecido.
«Dí que nos perteneces. Dí que eres nuestro, como la perra que eres, TaeHyungie.»
ESTÁS LEYENDO
DISERTED » BTS
HorrorSiete jovenes. Siete almas desiguales, quebradas, impregnadas por el dolor y que poseen grietas profundas que son dirigidas a cualquier dirección posible. Siete almas que yacen en un mismo polvoriento edificio, al cual creen poder llamar hogar. Su...