1. La voz del cuervo

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Acaricié al cuervo en mi hombro mientras murmuraba para mí mismo en voz baja.
Después de estar unos segundos así, me volví en dirección al jefe de la aldea.

- Los pájaros hablan de una posible lluvia repentina pronto, jefe

- No estamos en temporada de lluvias

- Ahh lo sé, lo sé... Pero, ¿Acaso a usted le susurran las aves?

Sé que no me podían ver sonreír bajo mi máscara, pero eso no evitó que lo hiciera.
Era un poco satisfactorio ver al líder de la aldea tan cauteloso.

Metí una mano dentro de mi manto y extraje unos simples granos que había obtenido hace varios días. No había nada especial en ellos, pero eso no lo sabía él.

Extendí mi mano en dirección al líder, de inmediato uno de los guardias se acercó para amenazarme con su lanza pero fue rechazado de inmediato por el cuervo en mi hombro, él cuál aleteó mientras graznaba ruidosamente una sola palabra:
"Aléjate"

El tipo se asustó y no tardó nada en retroceder.
Qué fácil.

- Sé que la salud de su hija no ha estado bien

- ... Eso no es algo que deberías de saber

Es algo fácil de deducir. Su salud nunca está bien.

- Si esparce estos granos al medio día, en dirección al viento justo en el centro de la aldea, podrá evitar las lluvias que solo empeoraran la enfermedad de su hija

Unas lluvias que no van a ocurrir, por supuesto que se pueden evitar con cualquier tontería. Deberíamos estar teniendo los días más soleados y agradable de toda la temporada, difícilmente veremos un cambio brusco del clima o una señal de lluvia sin saberlo con antelación.

El líder dudó, pero finalmente extendió la mano en mi dirección.
De inmediato la retiré y negué con la cabeza.

- Las fuerzas de la naturaleza no son fáciles de evitar, jefe

- ¡Maldito...! Ah, ¿Qué quieres a cambio?

¿Qué quiero? Muchas cosas que ni tú ni nadie me puede dar.
¿Por qué te lo puedo cambiar que esté dentro de tus capacidades...? Bueno, eso es fácil.

- ... Quiero que mi hermano vuelva a la aldea

- Sabes que no puedo negociar eso

- Entonces espero que la lluvia no se mezcle con la sangre que escupirá su hija...

- ¡Bien, de acuerdo! Un día de estos te voy a...

Oh, que fácil. Claro, atacar a eso siempre funciona.
Lo sé muy bien.
El hombre suspiró, dijo que no iba a negociar el regreso de Chrome a la aldea por obvias razones, pero que podía arreglar una visita mientras él no hiciera hechicería.

Es más de lo que esperaba conseguir con unas semillas mágicas que no sirven, así que está bien para mí.
Le entregué los granos al líder, aunque para hacerlo tuve que dejarlos en una mesa e irme antes de que él los tomara.

Por supuesto, nadie me quiere tener cerca. Eso ya lo sé.
Mi salida del pueblo después de mis sesiones con el líder siempre eran igual. Todos se metían en sus casas, y los pocos que se quedaban afuera se mantenían considerablemente alejados.
Nadie quería tener nada que ver con el hijo maldito de la aldea. Nadie quería correr el riesgo de morir.

Pero qué importa.
No los necesito a ellos, ni a nadie.
Solo me necesito a mí y a mí hermano, mientras lo tenga... estaré bien.

- Que raro, no están esos dos

Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora