Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader-

43. El comando del cuervo

Esto era... Extrañamente cómodo, así que no sé cuándo nos habríamos separado si en ese momento no hubiera sonado una fuerte explosión.
Se notaba que no había sido cerca precisamente al lado nuestro, pero debía haber sido una muy grande para escucharse de esa forma.

- ¡Senku, la cueva de...! A-ah, ¿Interrumpí algo?

Ukyo entró repentinamente a la tienda, deteniendo su urgencia de golpe al vernos a ambos juntos.
Senku se hizo a un lado de inmediato y yo me apresuré a acomodarme en mi lugar mientras me cerraba la camisa abierta con la mano.
El cebollín carraspeó y de inmediato le restó importancia a esto, aunque sus mejillas estaban un tanto sonrojadas.

- ¡N-no importa! ¿Qué diablos fue eso?

- Ah, ¡Sí! Parece que fue en la cueva de los milagros. Senku, esto es un problema, si esa explosión fue hecha con los cartuchos de dinamita que faltaban entonces ya no tengo ninguna duda de que fue él, y ahora mismo está con Tsukasa

No entendí nada de lo que sucedía, pero claramente no era nada bueno ya que Senku maldijo en voz alta y se puso de pie de inmediato, saliendo de la tienda apresuradamente.

- Vamos, Ukyo, ¡Rápido!

El chico de la gorra me dirigió una breve mirada antes de salir corriendo detrás de Senku.
Maldita sea... No pienso permitir que me dejen aquí tirado mientras van a solucionar sus problemas.

Miré ansiosamente alrededor, buscando algo, cualquier cosa.
Ya me siento mucho mejor, si tan solo hubiera... Ah, eso debería de servir.

La tienda en la que me encontraba parecía servir también para guardar algo de material de construcción, y entre una pila de cosas cercana a mí había una especie de soporte con una forma similar a la de una "A" mayúscula, solo que más cuadrada y achatada.
Me quedaba un poco corta, pero podía usarla de apoyo para moverme aún con el dolor en mi costado.

Salí como pude de la tienda, por lo visto ya se estaba movilizando todo el desastre en ese corto momento.

- ¡_______!

- ¿Eh? ¡Chrome! ¡¿Qué sucede?!

Mi amigo me hizo señas desde una elevación cercana, me apresuré a ir ahí como pude y una vez ahí él me apoyó para moverme más rápido.
No íbamos muy lejos, al parecer el centro de la atención se lo estaba llevando un arroyo cercano a este pequeño campamento.
Sin embargo, lo que vimos al acercanos otro poco fue más que suficiente para dejarnos quietos por un momento.

Senku apenas iba algo más adelante de nosotros, seguido de cerca por Ukyo y Kohaku.

Y justo en la orilla del arroyo, había tres personas.
Una pequeña niña de cabellos claros desconocida para mí.... Y Tsukasa siendo atravesado por el pecho con una lanza que sostenía Hyouga, aparentemente protegiendo a la pequeña, que temblaba asustada.

Llegamos justo a tiempo de ver cómo Hyouga arrojaba a Tsukasa a un lado, pero eso estuvo lejos de ser lo que más me horrorizó de todo.

- ¡SENKU!

Ese cebollín idiota... Se lanzó para sostener a Tsukasa sin dudarlo un momento. Y Hyouga tampoco dudó ni un instante en empujarlo a él también.
Ambos cayeron en el arroyo, y Hyouga los siguió apenas después de echar un breve vistazo hacia nosotros.

- ¡Senku!

- ¡Tsukasa!

- ¡Hermano!

Fueron diferentes gritos, pero todos los que los soltamos fuimos hacia la orilla del arroyo lo más rápido que pudimos, para intentar ayudar de alguna forma imposible a estas alturas.
Los tres habían desaparecido con la corriente.