6. Ramen con cebollín

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Senku no quiso contarnos mucho más de su plan, ya que él dijo que aún tenía que pensar más detalles, por lo que pasamos a dormir cuando el cansancio por el intento fallido de hacer hierro nos comenzó a regresar al cuerpo.

Kohaku y Suika regresaron a la aldea, mientras que Chrome y Senku subieron al almacén.
Yo, de nuevo, le negué a dormir ahí, obviamente porque ese estúpido cebollín iba a estar ahí.

Me retiré al mismo árbol al que me había retirado la otra noche, pero una voz fastidiosamente conocida para este punto me hizo imposible dormir.

- Ey, pantera. Panteraaa, te estoy hablando.... ¡_______...! ¡Oh jaja, ahí estás!

No sé si fue más molesto que me llamara por mi nombre o que se riera cuando le arrojé una piña seca del árbol.

- ¿Qué quieres, cebollín? ¿No estabas en el almacén con Chrome?

- Sep, pero recordé que acordé contarte más historias de mi mundo, y yo cumplo mis promesas

Observé al chico desde la alta rama en la que yo me encontraba.
Él se recostó contra el grueso tronco del árbol, antes de mirar de nuevo hacia arriba y rascarse el oído.

- ¿Vienes o qué? No podrás escuchar bien desde allá

Lo pensé, pero finalmente me ganó la curiosidad y bajé hasta las ramas gruesas más cercanas al nivel del suelo.

- Háblame de los "mapas" y "planos"

- Oh, hoy tenemos una petición. Alguien se quedó curioso después de lo de hoy

- ¡Cállate!

El chico se llevó un dedo a los labios y cerró suavemente un ojo mientras con su otra mano señalaba en dirección al almacén.
Sentí un vuelco en el corazón.

- Despertarás al "cienticero". Bien, entonces mapas y planos... Puedo hablarte un poco de eso, comencemos con los mapas y los cartógrafos

Me perdí en las historias de Senku.
Historias de hombres y mujeres del mundo antiguo que contenían todo un mundo dentro de una simple "pergamino", dibujando toda su extensión y marcando desde ríos hasta enormes montañas.
Mares, campos y bosques... Todo era posible de plasmarlo en un lienzo, a pesar de que fuera tan enorme y que tú vista no alcanzara para mirar.

- Me sorprende que en tu mundo se te ocurriera hacer un mapa, y que tuvieras la capacidad de trazarlo

Senku soltó un profundo bostezo, intenté disimular cuando me entraron unas repentinas ganas de bostezar también.

- Debes tener una... buena memoria...

La voz de Senku se apagó lentamente por el final, hasta que pasaron varios segundos sin que él hablara.
Me asomé a verlo con curiosidad, su cabeza se apoyaba suavemente contra el tronco del árbol mientras su pecho subía y bajaba calmadamente.
Sus ojos estaban cerrados, se quedó dormido. Debe estar aún más agotado que todos los demás, después de todo se nota que no está acostumbrado a mucho trabajo físico.

Consideré despertarlo para que me siguiera contando más cosas, pero por alguna razón no sentí del todo corrector hacerlo.
Además, yo también me siento cansado.

Bajé rápidamente para ir por mi manto de piel, el cual ya se había terminado de secar, y se lo arrojé encima a Senku.
El chico pareció despertarse por un instante pero cerró los ojos de nuevo tras un par de segundos.
Bufé.

- Tonto cebollín

Me quedé mirandolo por unos segundos, su cabello blanco adquiría un brillo curioso bajo la luz de las estrellas.

Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora