Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader-

36. Deseos y motivaciones

Teniendo en cuenta los términos en que había quedado con Tsukasa, después de abandonar esa especie de sitio del trono no consideré que fuera mala idea preguntarle a Ukyo si podía ir a ver a Chrome.

- Claro, pero primero hay algo que quiero que veas. ¿La parte de que eras un criador de cuervos era mentira también?

Sonreí mientras seguía al chico a través de un pequeño camino de tierra que rodeaba toda la zona principal de este lugar.
Tal parece que mi pequeño discurso no fue suficientemente bueno para él.

- Es verdad, aunque no es mi ocupación como tal. ¿Vas a confiar en alguien que sabes que está mintiendo?

- Si confío o no en ti lo decidiré después, probablemente pronto, pero de momento creo que podrías ser útil

¿Útil? Me parece que no soy el único que tiene dobles intenciones aquí.
Continuamos caminando, alejándonos un poco de la zona principal hasta llegar a una zona donde un montón de enormes piedras caídas habían formado una cueva a algunos metros de altura sobre el suelo.

El chico trepó ágilmente por la formación rocosa, deteniéndose a medio camino para voltear a verme.

- ¿Vienes?

- Seguro

No entiendo, ¿Qué es lo que quiere mostrarme?
Comencé a trepar, siguiendo a Ukyo mientras usaba los bordes de las irregulares rocas como apoyo.
Para cuando llegué a esa especie de pequeña cueva alejada, me di cuenta de que debía de ser una especie de "habitación" para él.

- Mmmh, su reino es bastante tosco en comparación al de Senku

- Tsukasa insiste en que la naturaleza nos da los refugios que necesitamos, así que no designó a nadie para hacer construcciones, y supongo que tampoco le agrada el tipo de expansión que eso significaría...

El chico pareció perderse un momento en sus pensamientos, ya que se quedó quieto durante unos segundos, simplemente mirando a la nada.
Me animé a echar un vistazo detrás de él para ver el interior de su pequeña vivienda.
A modo de cama tenía un par de gruesas pieles sobre el suelo, y contra una esquina descansaban un arco de repuesto junto a otro carcaj.
En otra esquina había un puñado de materiales y flechas a medio hacer, por lo que deduzco que o él fábrica sus propias armas o las modifica.

Fuera de eso no había gran cosa además de un gran balde con agua cerca del arco de repuesto, y bueno, también hay un puñado de más pieles cerca de su cama.
Me pregunto si será ropa de repuesto, aunque... ¿Por qué esa prenda negra se mueve...?

- Un momento... ah, ¿Un cuervo?

La figura sobre la pequeña pila de prendas estiró una de sus alas por un momento, permitiéndome identificar lo que era.
Si bien eso me causó un poco de emoción y tristeza al mismo tiempo, por recordar a mis pequeños chicos y chicas en casa, el corazón se me terminó de alterar bruscamente al notar otro detalle más cuando el cuervo se acomodó sobre las prendas, mirando en nuestra dirección con esos ojos oscuros y brillantes.

- El collar... No puede ser... ¿Azul?

Di un par de pasos en dirección al cuervo, él de inmediato se incorporó en su nido improvisado y aleteo las alas un par de veces con torpeza.
Cuando finalmente graznó un par de palabras con un ronco tono familiar que yo conocía muy bien acorté los pasos que me faltaban en un instante.

- ¡Lluvia! ¡Lluvia!

- ¡Estás bien! Pájaro idiota, me tenías tan preocupado

Me dejé caer de rodillas a su lado, tomando al ave en brazos y abrazándolo torpemente mientras acariciaba las plumas de su cuello.
Sentí que estas se erizaron ligeramente, y Azul me picoteo la oreja con algo de fuerza pero en un gesto cariñoso.