3. Las dos caras de la luna

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- Vaya, ¿La pantera nos honra con su presencia?

- Cállate cebollín, desde siempre he ayudado a Chrome con sus proyectos y si esos te involucran a ti...

Por más que intentara hacer molestar al tipo este, era imposible en este momento cuando prácticamente ya había perdido al unirme a él en una especie de excursión de recolección que iba a hacer junto a Chrome y... otra persona más.

- _______

- Kohaku

No tengo nada particularmente en contra de la hermana de la moribunda del pueblo, pero tampoco tengo ningún buen recuerdo relacionado con ella.
Así que es terreno bastante neutral de momento.

- Bien, vamos. Yo te recomendaría quitarte eso, no los necesitarás a donde vamos

El cebollín se acercó y dió un par de golpecitos a mi máscara usando la punta de su dedo. Me alejé y bufé.

- Si va ella los necesito, y eso no te importa de todas formas

- Hmm, contigo hay muchas cosas que al parecer no me importan... ¡Bien! Solo espero que no tengas problemas con el agua, "gatito"

Me tomó un rato de camino finalmente entender a qué se quiso referir el cebollín con esa última burla confusa.

- ¿Para qué vamos al río?

- ¿Adivinaste? Vamos por el primer paso para avanzar en nuestro plan de trabajo de la ciencia, que ahora es más rápido gracias a la magnetita que juntó Chrome

El tipo me arrojó una roca de mediano tamaño, la atrapé con una mano y me puse a observarla.
No le veo nada particularmente especial, pero hay una buena razón por la que es Chrome y no yo quien es el hechicero de la aldea.

Tanto Kohaku como Chrome recibieron una roca de "magnetita" también, y en cuanto llegamos al borde del ancho río al que nos dirigíamos, el cebollín dió indicaciones.

- La corriente no es fuerte, así que entraremos al agua y hundiremos estas rocas en ella

- Puedo hacer eso desde aquí

- ¡Espera idiota!

El cebollín se acercó de inmediato a detener mi mano cuando hice además de arrojar la roca en dirección al río.
Apenas su mano tomó la mía, esa sensación rara regresó a mi pecho, así que me aparté de inmediato y bajé la mano.

- No funcionará si lo hacen así, hagan lo que les digo. Y a menos que quieran ir pesados de regreso y morir de hipotermia, les sugiero que se quiten al menos las ropas inferiores antes de...

- ¡No puede!

- ¿Y ahora qué?

El cebollín volteó a ver a Kohaku con cara de fastidio, la chica señalaba firmemente en mi dirección y yo entendí de inmediato el problema.
En sí es algo que yo mismo ayudé a inventar, les hice creer que mi maldición no afectaría si vestía la piel de otro animal "maldito", un hermoso ejemplar de jaguar oscuro o pantera.
Por supuesto que yo no lo maté, era un maravilloso ejemplar joven que quedó moribundo tras caer por un barranco.
Fue una verdadera lástima su muerte.

- Si él se quita eso, ¡Moriremos todos! ¡Su maldición nos matará!

- ¡Ya les he dicho que eso no es verdad, Kohaku! Llevo años viviendo con _____, casi toda mi vida conviviendo con él, ¡Y nunca me ha pasado nada!

Y aquí vamos de nuevo, es un fastidio que sea siempre la misma discusión.
Alguien de la aldea dice algo de mi maldición, y Chrome sale en mi defensa.
Si todo va como de costumbre, entonces ahora deberían mencionar a Nana y a Linda.

Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora