Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader-

11. Claro como el agua

Fuimos hasta una especie de sitio rocoso en una montaña, era el mismo sitio en donde Chrome había encontrado una piedra transparente que sí me parecía algo bonita.
Estuvimos varias horas extrayendo una especie de arena con granos blancos de ese lugar, después de eso tuvimos que regresar a nuestra base y molerlos, para después mezclarlos y fundirlos con otros ingredientes que ya teníamos reunidos.

- Tendremos que cuidarlo toda la noche para vigilar el fuego, pero no debería darnos problemas

Nos turnamos con Chrome y Senku para poder dormir a ratos y cuidar el fuego. Cambiamos turnos por lo menos un par de veces antes de que finalmente amaneciera.

- Senku

Le di un ligero golpecito con el hombro al cebollín, se había quedado dormido junto a mí.
Él se despertó con un ligero sobresalto y miró a su alrededor antes de recordar lo que llevábamos haciendo desde ayer.

- Ah, sí eh... Aún queda algo más que hacerle a la mezcla, pero yo me puedo ocupar de eso. Ven aquí

Senku me hizo seguirlo hasta el almacén, dónde me dió más materiales para hacer un plano y me dió sus instrucciones.
Por lo visto era una especie de máquina que nos ahorraría el trabajo de tener que moler para darle la forma que requerían los vidrios según Senku.

Me puse a trabajar en eso mientras él terminaba con la mezcla, de cuanto en cuanto le preguntaba si iba bien con el dibujo.
Para cuando Chrome despertó, Senku ya había hecho varios círculos gruesos de ese curioso material llamado vidrio, que era muy similar al hielo pero considerablemente más resistente.

- ¿Así está bien?

- ¡Perfecto! Ahora solo tenemos que construirla, no debe ser muy difícil así que podemos ir llamando a Suika

La pequeña estaba haciéndole compañía a Kohaku y los guardias, que seguían en entrenamiento, así que la fui a buscar una vez que Chrome y Senku terminaron de montar esa extraña máquina que había dibujado momentos antes.
La figura principal parecía un cilindro de bambú, rodeado con una cuerda con pequeños troncos en ambos extremos y dispuesto de forma que girara fácil pero rápidamente cuando se tiraba alternadamente de los extremos de la cuerda.
En uno de los lados del cilindro había otro cilindro más pequeño en el que colocamos una dura piedra que nos ayudaría a dar forma al vidrio, para no romperlo o dañarlo verteriamos un poco de agua entre la piedra y el vidrio mientras usábamos la máquina.

Era sencillo pero complejo al mismo tiempo, simplemente algo tan increíble que solo Senku podría habernoslo mostrado.

El cebollín se encargo de sostener el vidrio redondo (con las manos rodeadas de gruesas vendas por seguridad) mientras era tallado, y cada tanto hacía que Suika mirara a través de él con uno de sus ojos para comprobar si ya podía ver bien.
No entendía totalmente como una placa de vidrio transparente podría ayudarnos a ver mejor, pero confío en Senku y su ciencia.

Finalmente, Senku pareció conforme con el tallado en los vidrios y los incrustó en la calabaza de Suika. No la dejamos probarla de inmediato y preferimos ir a un sitio más lindo para que ella pudiera ver con claridad por primera vez.

Nos movimos a un campo cercano que estaba lleno de girasoles en esta época del año.
Como era de esperarse, Suika no parecía muy emocionada en un inicio con este lugar... hasta que Senku le colocó en la cabeza su nueva cascara de sandía mejorada.

La pequeña de tomó su tiempo, mirando detenidamente los girasoles a su alrededor, después levantando la vista al cielo y continuando a mirar a su cachorro.

- ¿Y bien, Suika?

Mi voz pareció llamarle la atención, ya que nos volteó a ver a los tres de inmediato.
Se alcanzaba a ver que unas lágrimas corrían hasta su barbilla abundantemente.