En el capítulo anterior:
"[...] mientras hacíamos el desayuno el teléfono celular de Bella empezó a sonar, la vi palidecer al mirar la pantalla.
— ¿Qué pasa, amor? — Pregunté aproximándome a ella.
— Es mi madre — musitó."
— Pon el altavoz — le pedí, no dejaría que ella se enfrentara a Renée sola.
— Hola, mamá...
— Entonces te casas y siquiera tienes el valor de comunicármelo tú misma — dijo con voz agria Renée.
— ¿Por qué debería comunicártelo si ya demostraste tu total rechazo a mi relación? — Le devolvió mi novia.
— Quizás hubiera evitado la discusión que tuve con tu padre, espero que estés satisfecha, nos vamos a divorciar — anunció, la voz cargada de desprecio.
Bella palideció todavía más y no le contestó nada, me acerqué a ella y envolví mi brazo alrededor de su cintura.
— Con todo respecto, señora, si su casamiento con Charlie llegó a su fin es porque el pobre hombre agotó todos sus intentos en mantenerse a su lado, creo que incluso esta decisión tardó demasiado. No culpes a Bella o a nuestra boda, cuando la única culpada de lo sucedido es usted, con su manera amarga de vivir la vida y su poca capacidad de amar, espero que todo eso que le está pasando al menos le sirva como una reflexión de sus acciones, como mujer y principalmente como madre.
— Y para colmo soy sermoneada por el honorable doctor, no me engañas, los hombres como tú no le van las chicas como mi hija. Isabela, cuando este hombre tuyo te quite todo lo que desea y se canse de ti, no me vengas a pedir ayuda y mucho menos llorar en mis oídos.
— Sé que no te puedo pedir ayuda para nada, madre, años de convivencia me lo enseñaron — le contestó Bella con la voz firme, pero en tono triste, mi chica estaba aguantando el llanto.
— Que le vaya bien en su nuevo camino, señora Swan, no ocupe sus pensamientos con nosotros, porque estaremos disfrutando de nuestro amor y de nuestra familia — dije y encerré la llamada.
— Edward... — jadeó mi prometida ahogándose en llanto mientras escondía el rostro contra mi pecho.
— Shhh.... Nena, estoy aquí, llora todo lo que quieras, te sostendré, mi amor — dije dejando un beso sobre su pelo, mis manos acariciando de su espalda con movimientos que esperaba fueran reconfortantes.
Bella lloró por algunos largos minutos hasta que logró hablar tartamudeando entre suspiros llorosos.
— Sólo... quería saber.... Qué fue... qué fue lo que hice... para que ella me odie tanto...
— No hiciste nada, Bella, hay personas que simplemente no son capaces de amar o que sufrieron alguna decepción y se las cobra a las personas equivocadas.
Ella no me contestó, se quedó en la misma posición, sus brazos envueltos alrededor de mi espalda, su cabeza contra mi pecho, suspiros entrecortados hacían su cuerpo temblar entre mis brazos, cuando varios minutos después ella estuvo más calmada logró apartarse de mi pecho y mirarme.
— Mi mente racional me dice que estás cierto — empezó a decir, secando las lágrimas que habían sobre su rostro — porque yo amo a Amy con todo mi ser, aunque no la haya sentido crecer dentro de mí, ¿cómo entonces una madre que vivió toda la experiencia de un embarazo y vio a su hijo crecer puede menospreciar con tanta facilidad al ser que nació de ella? Mi lado racional me dice que ella y solamente ella es la culpable, pero la niña dañada en mí intenta buscar una respuesta para tantos años de rechazo, intenta encontrar algún error que haya cometido para que su mamá se enfadara con ella.
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Una estrella en nuestras vidas
RomantizmUna pequeña niña todas las noches pide a las estrellas un deseo, ella quiere una mamá, ¿oirán las estrellas sus oraciones? Edward es un papá soltero que vive para su hija y el trabajo, pero su vida va a cambiar con la llegada de una estrella candent...