Hyung's here to help [2]

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La oferta de una ducha se escapa de sus labios antes de que pueda pararse a sí mismo, y SeokJin tiene suerte de que NamJoon solo asienta, dejándose guiar hacia la ducha después de que el mayor se asegura que el agua está lo suficientemente caliente para él.

Él mira sus ojos, a esos labios hinchados y mejillas sonrojadas, pero SeokJin no dice una palabra.

En cambio, él se quita toda la ropa y se para cerca de NamJoon con nada excepto su ropa interior sosteniéndose de sus caderas, alcanza el gel de ducha de detrás de él y vacía un poco en su mano.

NamJoon no lo mira, su rostro está bajo, quedándose tan quieto como le es posible mientras su hyung limpia cada centímetro de su pecho, subiendo a su clavícula y bajando por sus brazos. Su polla aún está dura entre sus piernas y SeokJin tampoco dice una palabra acerca de eso.

NamJoon es el que habla primero.

—Lo siento, —susurra.— No tienes que hacer esto...

—Y tú no tienes que decirme algo solo porque estoy aquí.

Aun así, Namjoon traga ruidosamente y SeokJin puede ver la manera en que sus dedos tiemblan detrás de él, probablemente pensando, dudando antes de abrir la boca de nuevo.

—No bajará. No a menos que...no a menos que me mastu...—se toma un momento para exhalar. —Nunca baja.

En eso, Jin se detiene, sus palmas cubiertas con pequeñas burbujas posadas en la clavícula de NamJoon. Parpadea una, dos veces, y después toma una respiración profunda.

—Hyung está aquí para ayudarte, NamJoon-ah, pero sólo si lo quieres.

En cualquier tipo de relación, siempre hay una línea. Ésta puede estar claramente definida o una cuerda fina y débil que casi no tiene importancia. Pero la hay. Una línea que se debe respetar, jamás cruzarla a menos que sepas que es seguro, que está bien.

Hay una línea así en su amistad.

SeokJin la vio la primera vez que conoció a NamJoon y al pasar el tiempo lentamente se volvió más delgada, más borrosa, pero siempre está ahí.

Él puede verla ahora, incluso si sus manos están en la piel de Namjoon, sintiendo su caliente y tembloroso cuerpo bajo su toque. Incluso si está parado con nada excepto por su ropa interior puesta y NamJoon está desnudo, duro y jodidamente emocional.

Es delgada, pero es visible, aún fuerte. No se desvanece cuando NamJoon sube su barbilla y lo mira con los ojos amplios, un susurro sorprendido dejando sus labios.

No se rompe cuando gimotea de nuevo, débilmente asiente y le dice a su hyung que nunca ha tenido a otro hombre tan cerca, tan íntimamente cerca de él.

SeokJin puede verlo perfectamente cuando pregunta de nuevo, queriendo ver si NamJoon aún está con él, si está consciente, al tanto de lo que está diciendo.

Él prácticamente puede tocarlo cuando su dongsaeng, su Joonie, le da otro asentimiento y ruega por su ayuda.

—Duele, —le dice. — ya no puedo mover mi maldita mano, pero lo necesito. De verdad lo necesito, hyung. Por favor...

Él no está cruzando ninguna línea. Está bien.

SeokJin puede sentirlo, más fuerte y más claro que nunca mientras le pide a NamJoon que se gire y cierre sus ojos, y después se está moviendo hacia adelante, parando detrás de él bajo la ducha y alcanzando el medio de sus piernas para curvar sus dedos alrededor de su polla.

NamJoon no lo rechaza. No dice absolutamente nada. Pero SeokJin puede ver la manera en que sus hombros bajan y su cabeza lentamente cae hacia atrás, pero aún no lo suficiente para descansar la en sus amplios hombros.

Eroticism [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora