cap 15

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El tema del congreso ese año era « La siguiente generación de estrategias de

marketing» y, como forma de introducir a la nueva generación, los

organizadores habían programado una sesión de presentación para todos los

alumnos del máster de Lucia. La mayoría de los alumnos de su programa de

estudios estaban allí, de pie, muy erguidos y nerviosos al lado de sus paneles

explicativos. De hecho, hacer una presentación en ese congreso era un requisito

imprescindible de las prácticas del máster de Lucia, pero ella había pedido que

hicieran una excepción en su caso dado el tamaño y la naturaleza confidencial de

la cuenta Papadakis, su proyecto principal. Ningún otro alumno estaba

gestionando una cuenta de un millón de dólares.

La junta de la beca se había mostrado encantada de hacer la excepción e

incluso estuvieron a punto de babear ante la expectativa de poder poner la historia

de éxito de Lucia en el folleto del programa una vez que se completara su diseño,

se firmara y se divulgara públicamente.

Pero aunque ella no tenía que hacer una presentación, insistió en recorrer

todos los pasillos y examinar todos los paneles. Teniendo en cuenta que

aparentemente yo no podía apartarme más de un metro de ella y que no tenía

ninguna reunión hasta las diez, la seguí todo el tiempo, contando los paneles (576)

y mirándole el trasero (respingón, divertido para darle unos azotes y ahora

mismo envuelto en lana negra).

Ella había mencionado en el ascensor que su mejor amiga, Julia, le había

proporcionado la mayoría de ese armario que yo amaba y odiaba a la vez. La

selección de esa mañana, una falda lápiz ajustada y una blusa de color azul

oscuro, ahora también estaba en mi lista. Intenté convencer a Lucia un par de

veces de que teníamos que volver a la habitación a buscar algo, pero ella solo

enarcó una ceja y me preguntó:

-¿A buscar algo o en busca de « algo» ?

La ignoré, pero ahora deseaba haber admitido que necesitaba otro asalto

antes de empezar con el congreso. Me pregunté si habría accedido.

-¿Habrías vuelto a la habitación conmigo? -le pregunté al oído mientras

ella leía atentamente el panel de un alumno sobre una idea para el proceso de

renovación de marca de una pequeña compañía de teléfonos móviles. Los

gráficos estaban pegados con celo al panel, por Dios.

-Chis.

-Lucia, no vas a aprender nada de esta presentación. Vamos a tomarnos un

café y tal vez también hacerme una mamada en el baño.

-Tu padre me dijo una vez que era imposible predecir de dónde iban a venir
las mejores ideas y que leyera todo lo que encontrara. Además, son mis

Hermoso desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora