El tema del congreso ese año era « La siguiente generación de estrategias de
marketing» y, como forma de introducir a la nueva generación, los
organizadores habían programado una sesión de presentación para todos los
alumnos del máster de Lucia. La mayoría de los alumnos de su programa de
estudios estaban allí, de pie, muy erguidos y nerviosos al lado de sus paneles
explicativos. De hecho, hacer una presentación en ese congreso era un requisito
imprescindible de las prácticas del máster de Lucia, pero ella había pedido que
hicieran una excepción en su caso dado el tamaño y la naturaleza confidencial de
la cuenta Papadakis, su proyecto principal. Ningún otro alumno estaba
gestionando una cuenta de un millón de dólares.
La junta de la beca se había mostrado encantada de hacer la excepción e
incluso estuvieron a punto de babear ante la expectativa de poder poner la historia
de éxito de Lucia en el folleto del programa una vez que se completara su diseño,
se firmara y se divulgara públicamente.
Pero aunque ella no tenía que hacer una presentación, insistió en recorrer
todos los pasillos y examinar todos los paneles. Teniendo en cuenta que
aparentemente yo no podía apartarme más de un metro de ella y que no tenía
ninguna reunión hasta las diez, la seguí todo el tiempo, contando los paneles (576)
y mirándole el trasero (respingón, divertido para darle unos azotes y ahora
mismo envuelto en lana negra).
Ella había mencionado en el ascensor que su mejor amiga, Julia, le había
proporcionado la mayoría de ese armario que yo amaba y odiaba a la vez. La
selección de esa mañana, una falda lápiz ajustada y una blusa de color azul
oscuro, ahora también estaba en mi lista. Intenté convencer a Lucia un par de
veces de que teníamos que volver a la habitación a buscar algo, pero ella solo
enarcó una ceja y me preguntó:
-¿A buscar algo o en busca de « algo» ?
La ignoré, pero ahora deseaba haber admitido que necesitaba otro asalto
antes de empezar con el congreso. Me pregunté si habría accedido.
-¿Habrías vuelto a la habitación conmigo? -le pregunté al oído mientras
ella leía atentamente el panel de un alumno sobre una idea para el proceso de
renovación de marca de una pequeña compañía de teléfonos móviles. Los
gráficos estaban pegados con celo al panel, por Dios.
-Chis.
-Lucia, no vas a aprender nada de esta presentación. Vamos a tomarnos un
café y tal vez también hacerme una mamada en el baño.
-Tu padre me dijo una vez que era imposible predecir de dónde iban a venir
las mejores ideas y que leyera todo lo que encontrara. Además, son mis
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Hermoso desastre
FanfictionLucia Sandoval se ha relacionado con los Rivera desde que era una mocosa, así que cuando necesita una beca para finalizar su tesis en empresariales enseguida recurre a la Compañía Rivera Media. Lo que no se imaginaba es que tendría que trabajar para...