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               Kim Tae Hyung  

Coloco mis manos dentro de los bolsillos de la bata, admirando desde mi posición a todos los pacientes que se hallaban en el patio y sonrío al ver como una pequeña niña se acerca a mí.

— ¿Para mí? — pregunto colocándome a su altura y tomar la flor que me extendía — Es muy bonita, igual que tú.

Sonrío acariciando su cabeza y ver como esta soltaba una risita.

— No es para usted señor — abro mis ojos al escuharla — Son para la chica de allá.

Volteo a ver donde señalaba, encontrándome con el cuerpo de la joven de ayer.

— ¿Para ella? — observo como la pequeña asentía — ¿Por qué?

— Escuché a unas enfermeras comentar sobre ella y dijeron que su vida no tenía color .

— ¿Y crees qué sea verdad? — interrogo volteando a ver nuevamente a la chica.

— No creo que sea así, yo si veo colores en ella — alzo mis cejas al escuharla y sonreír con lo último — Sólo que los escondes para que nadie se los robe.

— Entonces eso es bueno — murmuro detallando la flor en mi mano — ¿Por qué me diste una flor marchita? Ya se encuentra muerta.

— Porque esa flor la representa. Aunque por fuera parezca muerta, por dentro aún tiene un poco de esperanza, aún no ha muerto.

— Eres muy inteligente pequeña — dejo un beso en su mejilla y retomar mi postura anterior — Iré a entregarle esto por ti y creo que deberías de venir conmigo.

Su mano se sujeta a la mía para tomar camino hacia la chica y mientras me acercaba a ella, podía notar que se encontraba alejada de los demás, dentro del hospital   específicamente.

— ¿También sabes el por qué no sale con los demás?

La niña sonríe mientras avanzamos y niega.

— Usted es el doctor, debería de saberlo — me hago el ofendido, haciendo reír a la infante — No puede, ella no puede hacerlo aunque quiera.

                       
                           ☾☾☾

Tiro con fuerza el bolígrafo sobre la mesa, recostando mi cuerpo en la silla y cerrar mis ojos.

— ¿Ahora qué te ocurre? — suspiro sin moverme de mi posición.

— ¿Por qué siempre estás aquí? Aún me estoy pensando si darte más trabajo — murmuro sintiendo el dolor de cabeza aumentar.

— Porque soy tu persona favorita — comenta con orgullo y suelto una risa.

— Esa persona es mi madre — sonrío al decirlo — Hoy me encontré con la paciente de aquella vez, la chica de la cicatriz.

— ¿En serio? — susurro un sí y escuhar como tomaba asiento enfrente de mi escritorio — ¿Acaso te gusta?

Retomo mi posición inicial, recogiendo entre mis manos el bolígrafo y observar fijamente a Jin.

— ¿Me ves cara de estar enamorado? — interrogo pasando varias veces mi mano cerca de mi rostro.

— Pero de idiota sí — golpeo su cabeza y continuar con los documentos.

— Soy tu jefe, ten un poco de respeto al menos — niego ante sus reclamos y fijar mi vista en los documentos de ella — ¿Tú también la ves sin color?

▪No te enamores de la Luna...Enamórate de mí ▪KTH✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora