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               Kim Tae Hyung      

— ¿Crees que esté lista? — niego cruzando mis brazos y dejar ir un sonoro suspiro.

— Ni yo mismo sé que surca por su mente en estos instantes — su mano se deja caer sobre mi hombro, dando un apretón en el mismo y volver a meter la misma en los bolsillos de su bata — ¿Qué debería de hacer?

— Apoyarla en todo, supongo — murmuró dejándome desconcertado, osea, se destacaba como uno de los mejores psicólogos — Vale, mantente a su lado en todo momento, si dices que presenció desde pequeña un accidente automovilístico donde perdió a sus padres y luego presentó abuso doméstico por parte de su pariente, creo que lo mejor es estar al tanto de cada una de sus acciones, no sabemos si por su mente hayan pensamientos que puedan atentar contra su vida, hermano — volteo a verlo serio, apresiando su mirada en Mi Soo — Ya esta no es tu batalla, sino, una guerra contra ella misma.

Asiento a sus palabras, analizando cada acción de la pequeña luna dentro de la habitación, quien lloraba sobre el regazo de su tía y sinceramente, la comprendía totalmente, me hacía viajar hacia los recuerdos de mi padre y el desastre que ocasionó en nuestra pequeña familia.

— Deberías de entrar  — sin despedirme me adentro con rapidez hacia ellas y tomar del antebrazo a la castaña que se encontraba en un mar de lágrimas, o al menos, eso era lo que pensaba al ver sus ojos inundados y ninguna recorrer su rostro, un hermoso rostro que era destruido por su tristeza.

— Las estas alterando Mi Soo — ¿de verdad me comprendía? sus acuosos ojos se posaron con dureza sobre los mios, apretando el agarre en sus brazos y acercarla a mi cuerpo, sintiendo el brusco movimiento de su piel ante el llanto que nació desde lo profundo de su corazón.

Y por primera vez, se había roto como una frágil muñeca de porcelana entre mis brazos, una muñeca que mostraba al mundo ser hecha de hierro, pero era tan débil como el cristal, con un sólo toque, una cicatriz pasaría a ser parte de su historia.

— Sácala de aquí — su cabeza se cae contra mi pecho, escuchando las forzadas palabras de la Sra. Sung desde su camilla — Sus padres...ellos siguen con vida.

Y mis recuerdos retrocedieron a la confrontación de semanas anteriores con aquella extraña mujer, de la cual había descubierto que compartía el mismo apellido de la Sra. Sung.

— Min Yoo-he — murmuro causando la sorpresa en su cansado rostro,porque ambas eran hermanas, lo que una mantenía su apellido de nacimiento y la otra el de su esposo — ¿Por qué?

Ella negó justo en el momento que Mi Soo se distanció bruscamente de mi abrazo, desviando su mirada y notar la rabia con la que eliminaba aquellos rastros de dolor de su fisonomía.

¿Por qué temerle a sus propias emociones?

— Él regresará — murmuró nuevamente la mujer — Debes de contactar a sus padres antes de que él regrese, sólo está detrás de la fortuna de Mi Soo, mi hermana no sabe que su hija está viva.

¿Era una broma?

De ser un simple doctor y director del hospital, pasé a estar en medio de un drama del cual nunca me pidieron mi confirmación.

— Lo haré — y siempre me arrepentía de mis acciones luego de realizarlas.

Sus labios pintaron una débil sonrisa, dejando un beso en la mejilla de su sobrina quien había vuelto al regazo de la que fue su madre todos estos años.

▪No te enamores de la Luna...Enamórate de mí ▪KTH✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora