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" Si alguien pudiese detener estos sentimientos que se incrementan dentro de mí, le pediría que arrancara este oscuro corazón que comienza a tomar color."

                 Sung Mi Soo 

Había dejado a un lado el boceto que mi lápiz  trazaba hacía unos minutos, dedicándole mi completa atención solamente a aquel pelinegro que se había alejado de mi lado para ir directo al grupo de niños que lo esperaban ansiosos. Su hermosa sonrisa junto a sus exóticas muecas que tan sólo provocaban ternura para las personas a su alrededor, llamando así la admiración de todos sobre aquel apuesto director.

Un suspiro involuntario brota de mis belfos, dejando caer aquella máscara de felicidad y dar paso a una llena de dolor.

¿Por qué mi corazón se aceleraba tanto hasta el punto de doler?

No podía permitir que mis sentimientos crecieran, no cuando su vida es color rosa y la mía una simple pesadilla de la cual no se puede escapar.

Porque al observar las hermosas miradas que recibía con tan solo sonreír, recordaba las miradas de lástima que recaían  sobre mí. 

¿Por qué su luciérnaga brillaba más que nunca y la mía moría con tan solo un suspiro?

Pero no tendría la respuesta que deseaba, o al menos, no la que quería escuchar.

Sus risas se detienen, o así lo siento yo al chocar con sus ojos, analizando la sonrisa que me dedicaba y apretar mis puños, oprimiendo el dolor incrustado en mi pecho.

¿Por qué lo hacía más difícil?

Volteo mi rostro ignorando la mueca de confusión que se mostró en él, alejándome con aquella molesta silla de ruedas y aumentar la velocidad de sus malditas ruedas. Mis demonios me perseguirán por el resto de mi vida y no debía de arrastrarlo junto a mí a aquel pozo sin salida.

— ¿A dónde vas? — abro mis ojos sorprendida, ignorando la cercanía de su rostro y la molesta sonrisa que siempre  le acompañaba.

¿Querría intercambiar de máscaras tan solo un segundo?

Pero lastimosamente,  era yo la única que fingía emociones que no conocía.

— No debes de andar sola por ahí  Mi Soo — mis ojos se concentran en el movimiento de sus labios,  detallando la lenta pronunciación al llegar a mi nombre — ¿Acostumbras a murmurar lo que uno dice?

Muestro confusión ante su repentina carcajada, sintiendo el calor de su mano desordenar mi cabello, acelerando mi corazón con tan solo un par de palabras.

— Eres tan linda — y sonrió,  como si fuese lo más normal del mundo sus palabras.

Su cuerpo se coloca detrás de mí,  empujándome directo al elevador y mi corazón decayó. Sería la última vez que nos veríamos, volvería a casa, junto a aquella familia que desconocía el vocablo felicidad. Todo volvería a la normalidad, todo tomaría su querido color oscuro y llevarme directo a las garras del lobo.

Su cuerpo se detuvo justamente frente de la puerta de mi habitación,  arrodillándose delante de mí y dedicarme otra de sus tantas sonrisas que tenía de repuesto y como si el mundo quisiera jugar conmigo, sus labios depositaron un beso en mi pómulo, dejándolo unos segundos ahí, haciéndome cerrar mis ojos y arrepentirme después de mis acciones.

Su sobresalto ante mi repentino abrazo me causó gracia, escribiendo con mi dedo una simple palabra en su espalda "gracias" , descendiendo sus manos hasta mi espalda y apretarme contra su pecho, sintiendo el movimiento de sus labios en mi cuello formando una leve sonrisa.

Porque éramos como dos portadas de un mismo libro, aquella que contaba un inicio deslumbrante, y la otra, la que daba fin a todo, eso éramos nosotros. Un libro cerrado que no permitía el toque de su inicio y su final.

                          ☾☾☾

Semanas después

Mi cuerpo dolía, sintiendo el palpitar de mi labio, mientras el sabor metálico de aquel líquido se deslizaba por este.

Me sentía asquerosa bajo la oscura noche que era acompañada por el brillo de la Luna junto a sus hijos, aquellos cuerpos celestes que crecieron con tal resplandor, que millones de personas se deleitaban observándolas a una gran distancia.

Deseaba ser una estrella pura y brillante, alejada de los terribles humanos.

Libre, esa era la palabra que deseaba en realidad,  una palabra que la tenía tan lejos pero a la vez tan cerca.

La luz de la habitación del al lado me hace desviar la mirada hacia allí,  observando su sombra moverse dentro de la habitación. No lo había vuelto a ver desde aquella vez, y no lo deseaba en realidad. Prefería estar alejada de las personas antes de dañarlas, porque mi simple existencia ya era un error y el mundo me lo hacía entender todos los días, menos él. 

Apresuro mis adoloridos pasos al ver a donde se dirigía, queriendo refugiarme en la oscuridad de mi cuarto como lo hacía cada noche,  lo evitaba a toda costa cada vez que salía en mi búsqueda, pero el destino deseaba esta vez lo contrario.

Mis orbes se cruzan con una hermosa sonrisa, dejando ver la felicidad en su aniñado rostro.

— No sabes cuánto esperé para esto — murmuró siéndome imposible  leer lo que sus labios pronunciaban ante la oscuridad — Te extrañé linda.

Y al parecer, se le comenzaba a hacer costumbre lastimarme con sus sonrisas.

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Perdón por la demora, ando con un teléfono que no es mío ya que mi celular no quiere encender.

Espero les guste y prometo que ya pronto vendrán cap más felices junto a nuestra Mi Soo y Tae.

Besos😚🐛 (Perdón si hay algún error)
 

▪No te enamores de la Luna...Enamórate de mí ▪KTH✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora