▪No te enamores de la Luna...Enamórate de mí ▪KTH✔

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        Narrador omnisciente

— Me están diciendo que hay otra Hanuel en la familia — todos rieron antes las palabras de la nueva integrante de la familia, quien analizaba el menudo cuerpo de la otra Haneul esconderse detrás de su tía — ¡No toques a mi madre!

Los ojos del castaño se abrieron en sorpresa al presenciar aquellas palabras.

— Haneul, ya te expliqué que solo yo soy tu padre adoptivo — a pesar de que le alegraba escuchar aquellas palabras, quiso aclarar sus palabras y viendo como esta le ignoraba para seguir discutiendo con la infante, negó alejado a su luna ante la ayuda que esta le exigía a través de sus luceros — Kim al rescate mi reina.

Sus manos tuvieron que intervenir entre las dos chicas

— Por el amor de dios Haneul.

— ¿Cuál Haneul? — un suspiro cansado brotó de sus labios al escuchar las voces de las dos, alejándose de su ahora hija y su sobrina

— Me estoy arrepintiendo de todo en estos momentos.

Los ojos de su chica lo analizaban con amor, notando la mirada de esta y depositar un beso en sus belfos.

— ¡Regla número uno papá Kim! — una mueca adornó en su rostro al escuchar el nombre que le tenía — Nada de muestras de afecto frente nuestro, ¡da asco!

— Cuando sea yo el que te bese, dirás lo contrario — el silenció reinó ante la presencia del hermano menor, quien dejó a todos sin palabras a causa de sus palabras y a un nuevo padre celoso.

— ¡Daehyun! — una risa brotó de los labios del menor, dedicándole una enojada mirada y negar ante el desastre que resultó ser todo.

Haneul ya poseía su apellido, oficialmente era parte de aquella familia, pero nunca imaginó que ser padre iba a ser...agotador.

— No han pasado ni dos días Kim — sus ojos voltearon hacia la Haneul infante y notar su inocente sonrisa — Un recado de parte de mi tía.

La sonrisa de ambas daba miedo.

— Lamento informarte querido hermano, que estás rodeado de cuatro mujeres difíciles — su confusión fue notoria y una malvada risa provino de sus labios — Nuestra querida madre es la cuarta, suerte.

¿En dónde carajo se había metido?

       
                             ☾☾☾

La brisa atacaba en el rostro de ambos enamorados, quienes entre sonrisas intercambiaban su amor bajo las estrellas y de forma milagrosa, la luna no había hecho su aparición esa noche. La melodiosa brisa sustituía a la música y sus cuerpos meciéndose de un lado a otro entre suspiros y miradas de amor, eran la fórmula perfecta para describirlo como una noche única.

Ambos jóvenes se detuvieron en medio de su baile, dedicándose un minutos en analizar el rostro del contrario, el rostro de su amor, el camino de pétalos blancos a sus espaldas era la perfecta metáfora para dejar atrás su historia, una historia llena de altos y bajos, aquel camino de pétalos se fue borrando junto al aire, y conforme desaparecían sus pétalos, desparecía aquel pasado tan oscuro para ambos.

Sus alas habían salido a la luz, ambos retoños habían alcanzado su adultez y comenzarían su vuelo a un nuevo cuento, uno lleno de felicidad.

Las estrellas brillaron en demasía y junto con ellas, brilló aquel joven que ahora se arrodillaba frente a la chica que entre lágrimas analizaba todo.

Porque aquel anillo brillaba más que todas las estrellas juntas y la luna que se escondía entre las nubes, había asumido que su papel de juntar a dos almas había culminado.

La chica asintió lanzándose al joven, empapando el cuello de su amor por lágrimas, pero en cambio, estas eran de felicidad y no de tristeza como acostumbraban ambos a ver.

— Deseo pasar el resto de mi vida contigo mi luna — sus dígitos colocaron aquel anillo en los de su amada — Sé que debes de regresar y estaré dispuesto a esperarte y dar el sí vestido de traje, esperaré lo necesario para verte en un hermoso vestido blanco.

Y callaron su promesa en medio de un beso, sin notar que la hermosa luna había sacado la mitad de su cuerpo para presenciar la unión de sus hijos.

— Prometo hacerte feliz por el resto de mi vida, estar a tu lado para reír y llorar juntos — continuó entre lágrimas acunando entre sus manos el sonrojado rostro de la contraria — Eres mi vida Mi Soo y nada lo cambiará mi hermosa luna.

Y una sonrisa brilló en el rostro de su luna, nuevamente le había logrado sacar aquella expresión que llaman felicidad, cuando estas aún eran dedicadas a aquel astro que reposaba en las alturas.

                     " Te amo "

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FIN....

Recuerden que Haneul es la niña del hospital, demasiado sabia para su edad en esos caps

Ok, sé que no fue el mejor final, aún falta el epílogo, soy pésima para las cosas de romance, todos mis libros son de acción o mafia, pero me quise aventurar en este barco.

Tengo pensado editarla en algún futuro.

¡Cuidense mucho, los quiero oruguitas!💜🐛