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              __Sung Mi Soo__

— ¿Te gusta? — no respondo a su interrogante, desviando mi mirada hacia la casa frente a mis ojos — Este será nuestro nuevo hogar.

Su brazo se posa sobre mis hombros, apretándome contra su cuerpo y dejar un beso sobre mi cabeza, provocando que volteara a verla.

— Verás que todo mejorará, él cambió — sus manos posadas en mis mejillas mientras soltaba tales palabras sólo me provocaban ganas de reír, una persona no cambiaba de la noche a mañana.

La presencia de aquel hombre se interpone delante de nuestros cuerpos,  dejando mostrar una sonrisa en esa asquerosa boca y una completa fachada de esposo bueno. Su cuerpo corre hacia el mio, rodeándome con sus grandes y fuertes brazos, haciendo que las ganas de llorar incrementaran en un segundo.

Su boca deja un sonoro beso en mi mejilla, sintiendo asco con el simple roce de su barba en mi piel y alejándolo con lentitud, evitando mostrar el miedo que habitaba en mi interior. Su sonrisa se mantiene al separarse y correr hacia mi tía, notando como le susurraba algo que borró todo rastro de felicidad en el rostro de ella, quien me observaba con temor pintado en sus orbes.

— Vamos — susurró tomando mi brazo y llevarme dentro de aquel lugar, sintiendo la fuerte mirada de mi tío.

Este sólo sería el comienzo de un infierno más grande.

 
  
                           ☾☾☾

     
           __Kim Tae Hyung__

El sonido de mis llaves abriendo la puerta principal hace que mi madre y hermano sientan mi llegada, sonriendo al escuchar como corrían hacia la entrada y esperarme con los brazos abiertos.

Mis brazos cargan al pequeño diablillo mientras dejo un beso en la mejilla de mi madre, quien sonreía llevándome a rastras a la cocina.

— ¿Se celebra algo especial? — mi pregunta hace que los dos personajes abran sus bocas indignados sacándome una carcajada — Lamento llegar tarde, tuve ciertos problemas que resolver en el hospital.

— Lo importante es que llegaste — suelta mamá abrazándome, para luego tomar asiento encendiendo las velas de aquel hermoso pastel.

Mi sonrisa se agranda al verlos cantar el feliz cumpleaños y aguantado las ganas de llorar al ver el puesto vacío de papá.

— ¿Te sientes bien? — asiento a la inocente pregunta de mi hermano, mientras que mi madre sabe la razón detrás de esas lágrimas traicioneras que ahora adornan mi rostro — Prueba el pastel, te hará sentir mejor.

— ¿Fue mamá? — murmuro metiendo una cucharada a mi boca y ver como negaban, señalando al pequeño diablillo quien sonreía emocionado haciéndome escupir el contenido en mi boca — ¿Estás seguro que no tendrá veneno?

— ¡Kim TaeHyung! — me sobresalto ante el grito de mi progenitora y gemir al recibir un golpe de su parte.

¿Qué madre golpea a su hijo el día de su cumpleaños?

— Era una broma mamá — murmuro masajeando mi cabeza e ignorar las burlas de mi hermano menor.

Mi cuerpo cae de panza a la cómoda cama, dejando escapar un gemido de satisfacción al sentir como mis músculos comenzaban a relajarse y el sueño apoderarse de mí, pero al parecer, el cielo no estaba de acuerdo con mis planes, al sentir una fuerte discusión venir de la casa de al lado y hacerme caminar hacia el balcón, quedando frente a frente a otra habitación, que me dejaba observar la silueta de una figura femenina que caminaba apresurada hacia mi dirección y sentarse en el suelo de aquel frío balcón y entre sus manos, apretar con sumo cuidado un peluche en forma de luna.

¿Quién era ella?

Sus sollozos me ponen en alerta pensando que pudo haber salido lastimada y sin poder evitarlo, no dudo en preguntarle su estado, siendo ignorado en el proceso de mis palabras.

¡Genial!

Mis intentos para lograr llamar su atención eran cada vez más humillantes e ignorados por aquella humana, siendo mi ultimo intento un completo éxito al lograr golpear su cabeza con una pequeña piedra.

Con rapidez apoyo mis brazos en el barandal del balcón y mostrar una perfecta sonrisa al ver como alzaba su rostro hacia mí, siendo difícil identificar como era físicamente ante la oscuridad que habitaba en las dos habitaciones.

— ¿Te encuentras bien? — interrogo hacia ella, sintiendo su mirada sobre mí más no el sonido de sus palabras.

¿Seguiría ignorándome?

Frustrado me tiro al suelo, teniendo de paisaje el hermoso cielo nocturno y como sonido sus pequeños sollozos.

— Si no hablas, no podré ayudarte — murmuro cansado y cerrar mis ojos recostando mi cabeza en la reja — Esto es estúpido.

                         
                            ☾☾☾

— Al parecer alguien no durmió muy bien ayer — suspiro al tenerlo a mi lado — Al menos disimula que te molesta mi presencia.

Un bufido sale de sus belfos golpeando mi espalda y señalar frente a nuestros cuerpos, dejándome presenciar una escena desagradable y humillante para todo ser humano.

— Lleva así desde ayer, nadie ha logrado moverla de ese lugar — musitó en voz baja el mayor de los dos.

Las súplicas de aquella señora arrodillada ante aquel ser superior a ella, eran balas dirigidas al cuerpo del joven director, el cual aún cargando un puesto demasiado alto, no tenía el derecho de ayudarla al tener como obstáculo a los demás jefes secundarios, los cuales eran un "equipo" . Aunque había planteado algo que a su padre nunca le había surcado por su mente, él lo intentó fallando en la propuesta al llevarse la negativa de la mayoría, dejándole un amargo sabor al ver como sus mayores aún no lo veían como el director al tener una edad temprana.

— ¿Se encuentra bien? — mi mano se estira hacia la señora, evitando enojarme al ver sus rojizos ojos ante el llanto — No debería de humillarse de esa forma.

Al parecer tales palabras no fueron bien escogidas, al notar como la mujer se levantaba molesta y golpeaba la mejilla del menor.

— No todos nacemos en cuna de oro, pisoteando al mundo con cada paso — soltó llena de cólera hacia mi persona — No todos tenemos la posibilidad de lanzar fajos de billetes para lograr cualquier cosa y prefiero tener que humillarme millones de veces antes de dejar que la vida de una persona se vaya como arena entre nuestras manos ante el egoísmo del ser humano y su avaricia por el dinero. Porque es lamentable que el mundo esté tomando este rumbo.

Y esa era la razón por la cual el joven había luchado meses y meses, quería lograr ser el primer hospital que brindara sus servicios gratuitos, aunque habían algunos en el país, ninguno tenía la calidad suficiente, pero todo su esfuerzo se vio vuelto pedazos al no tener el apoyo suficiente y al tener a aquella señora reclamándole por algo que él se había esforzado en tratar de lograr, lo lastimaba y enojaba en demasía.

— Le recomiendo que se calme — habló la sosegada voz de mi compañero, siendo detenido por mi brazo.

— Usted tiene razón en cada una de sus palabras, y lamentamos que el mundo tome tal rumbo como usted misma expresó — mis palabras se vieron interrumpidas por los aplausos de aquella señora, llamando la atención de todos en la recepción.

— No trate apaciguar y remediar sus palabras, con un discurso barato como ese no logrará nada, y lo mejor será que ignoremos este tema, porque como siempre, es el rico quien queda como el bueno y el pobre el culpable — soltó enojada — Desearle una buena mañana sería demasiado hipócrita de mi parte jovencito.

Fueron sus últimas palabras antes de desaparecer de mi vista..

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Literal, me espanté todas las canciones de Melendi escribiendo esto :/

Perdón haberme demorado demasiado, esta obra me gusta mucho pero me saca canas verde a veces.

Sigan leyendo, doble actualización por la demora😉

UwU 💜🐛

▪No te enamores de la Luna...Enamórate de mí ▪KTH✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora