PRESENTACIONES. |13|

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NARRA T/N:

Pasamos todo el viaje cantando —mejor dicho: Gritando—, durante treinta minutos. Luego de esto, Darían se estacionó en el edificio donde se encuentra el departamento de los chicos, según Darían, ellos son sus amigos y entre ellos está Naím; su novio.
Además, me dijo que tenía una sorpresa para mí.

Subimos por ascensor a fin de llegar al departamento. Darían sacó de su bolso la llave de este y abrió la puerta.

—¡Chicos, ya llegamos! —exclamó, siendo la primera en entrar.

—Hola, Darían —saludó un chico pelinegro con un atuendo un poco grande para su complexión delgada, sobre todo en las piernas—. Y, ¿Ellas son...?

Dejó la pregunta al aire, con el motivo de que Darían nos presentara. El chico nos detalló como si quisiera vernos el alma.

—Oh, Ralf —Darían lo presentó, luego a nosotras—: Ellas son T/n y Amaranta.

El chico llamado Ralf asintió, comprendiendo un momento la información, me apuntó.

—De T/n he escuchado mucho —sonreí—, pero de ti, Amaranta. Casi no, sin embargo me gustaría conocerte personalmente —dijo, haciendo énfasis en la última palabra, después le guiñó.

Esto hizo que Amaranta se sonrojara.

Estos harán buena pareja.

Luego, un chico alto con rulos castaños apareció para abrazar a mi amiga.

—Hola, Darí.

—Hey, hermanito —le correspondió el acto— Mira, ellas son T/n y Amaranta, vienen de visita —nos presentó.

—Hola T/n y Amaranta, soy Orson, mucho gusto.

—Hola, Orson —le saludé.

—¡Amor! Que bueno que llegaste, te quiero enseñar algo —el chico de piel trigueña nos miró—. Tú debes ser T/n, la mejor amiga de mi novia —yo asentí, él miró a Amaranta—. Y, ¿Tú? —le preguntó.

—Soy Amaranta, amiga de T/n —se presentó ella.

—Bueno, un gusto, soy Naím. El novio de Darían.

—Mucho gusto, Naím —proferí.

—¡Falta tu sorpresa! —declaró mi amiga emocionada.

—Pero, quiero ir al baño —confesé en susurro.

La verdad es que en el avión me daba miedo ir y que en medio proceso haya una gran turbulencia. Así que me esperé las cinco horas sin ir.

—Oh, cierto. El baño está a la derecha del living y después vas a la izquierda al fondo —indicó.

—Bien, ya vuelvo.

Seguí sus instrucciones y llegué a una puerta marrón. Terminando, me lavé las manos.

El teléfono en mi bolsillo vibró, lo saqué con la mano aún húmeda. Era un mensaje de Jean, la ansiedad por saber hizo que abriera la notificación rápidamente. Sin embargo, el mensaje ya había sido eliminado.

—¡Vamos! —exclamé.

—¿Estás bien, T/n? He escuchado un grito —interrumpió Darían, detrás de la puerta.

Su voz hizo que me espantara, soltando el teléfono. Este cayó al suelo con un gran impacto.

—Sí, estoy bien —contesté, levanté el dispositivo y quise prenderlo, pero no respondió—. Pero creo que mi teléfono no lo está.

AMOR NO CORRESPONDIDO (Edición) ~TÚ Y JEAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora