TIEMPO. |3|

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La alarma del teléfono había estado desde hace cinco minutos, sinceramente no quería despertar, pero no había opción. El constante sonido irritante hizo que quisiera aventar el teléfono y estrellarlo contra la pared, luego recordé que eso se lo había hecho a la alarma anterior y por eso utilizo el celular, no podía destrozar el aparato en el que tengo la mitad de mi vida.

A regañadientes, me levanté de la cama, me dirigí al baño de mi habitación, y por si fuera poco, choqué con la puerta de este. Empezaba el día con el pie izquierdo.

Otra vez llegaré tarde, y eso que es inicio de semana.

Me reprendí, mientras cepillaba mi cabello. Estaba enojada de la vida, no podían culparme, cómo cualquier otra persona que desea algo en su vida, ahora deseaba dormir un poco más. De repente, las palabras del profesor de biología llegaron a mi mente. Transformando mi enojo en temor.

"Si llegas tarde de nuevo, te quedarás tres horas más después de la salida".

Claramente eso era una tortura, más si tengo pensado ir al centro comercial por ropa nueva. No podía llegar tarde, de nuevo.

¿Y si no voy? Me ahorraría el regaño...

No, hoy es el día en el que Jean me va a contestar, o bueno, creo que sí, sería lógico que hoy porque ayer me dejó sola, ¿No?

Con eso, me empecé a sentí nerviosa, no podía esperar más por su respuesta.

Me arreglé lo más rápido que pude, poniéndome un pantalón de mezclilla claro con un cinturón negro recalcando mi cintura, una blusa blanca de poliéster y una camisa de cuadros blanca con negro y gris.

Me arreglé lo más rápido que pude, poniéndome un pantalón de mezclilla claro con un cinturón negro recalcando mi cintura, una blusa blanca de poliéster y una camisa de cuadros blanca con negro y gris

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(Foto por si no entendieron la descripción)

Al bajar, me di cuenta que Ignacia no me espero para ir juntas, lo cual se me hizo raro. Sin embargo, no le tomé mucha importancia, seguramente se le hacía tarde. Con ello, me fui corriendo al instituto.

______***______

¿Tan tonta eres? Por supuesto que sí.

Por contestarle mal al profesor de Biología por mi llegada tarde tendría que pasar el día Sábado en detención. Ya estábamos en la hora de descanso, esto quiere decir que ya había pasado medio horario de clases y Jean ni siquiera me había dirigido una palabra. En todas la clases que compartía con él, me ignoraba y el receso no era la excepción.

Cuando salimos a comer, busqué un lugar en la cafetería, el problema fue que no encontré y la única opción era sentarme con Jean y Ignacia, eso sería incómodo.

Aparte de que te sientes mal por esperar una respuesta positiva del novio de tu hermana al amor que le confesaste.

—¿Me puedo sentar aquí? —preguntó alguien a mi lado.

—Si quieres. —dije sin mirarle.

—¿Y el chico con el que siempre estabas?

—Ehh..., Tuvimos una pelea. —contesté, no era momento para hablar de eso, sobre todo porque mi corazón dolía.

—Ah —pausó—, pues hacen muy bonita pareja, ¿Fue por celos?

—No somos pareja. —aclaré, suspirando— Solo somos amigos.

—Por ese suspiro supongo que quieres que sean algo más que amigos... —atinó.

—¿Tanto se nota? —inquirí, desanimada.

—Los chicos son muy tontos en ver ese tipos de cosas, así que no te preocupes... —tranquizó.

—Pero es complicado. —declaré.

—¿Por qué lo dices?

—Bueno... —le expliqué todo sin mirarle la cara pero por el tono de voz era una chica.

Tan triste estás que le cuentas todo a una desconocida.

—Vaya, ¡Sí esta complicado! —admitió— Pero te debe dar una respuesta, sé que puede que te rechace pero te la tiene de dar. Créeme todo tiene su tiempo.

—Lo sé, gracias. —dije, agradecida por el ánimo.

—Oye, pero no te he dicho mi nombre... Es Amaranta. —se presentó.

—Con razón se me hizo conocida tu voz, perdóname por no verte pero estaba metida en mis pensamientos. —me disculpé, apenada.

—No te preocupes. —Amaranta me sonrió.

—¡T/n! —me presenté, devolviéndole aquella sonrisa— pero, ¿Por qué no te había visto?

—Me mudé hace seis meses, casi al inicio de curso y estaba muy ocupada para hacer amigos, aparte de que estoy en el aula 20. —explicó.

—Y yo en el aula 24, no obstante, nunca es tarde para hacer amigos, ¿No?

—¡¡Claro!! —aceptó, gustosa.

______***______

Ha pasado dos semanas y Jean no me daba ninguna respuesta, dudaba de lo que Amaranta me había dicho. Ya empezaba a perder las esperanzas, sobre todo porque Jean comenzaba a burlarse de mí o solo me ignoraba. Hasta Ignacia cambió, incluso me había enterado que Jean le dijo a mi hermana sobre lo que pasó, dándole acceso a burlarse de mí. Lo que me dolía, pues había perdido a mi hermana y mejor amigo.

Ya eran las seis pm, y Amaranta y yo tendríamos una pijamada, estaba acomodando unas cosas en el cuarto cuando Ignacia entró.

—Tu mascota llegó. —avisó, en tono indiferente, ellos también se burlaban de ella.

Decidí ignorar su insulto a mi amiga, no valía la pena. Bajé y ahí estaba Jean sentado en en la sala, mientras ponía una película

—¡Amor, ya empezemos a verla! —habló, pero cuando me vio, sus ojos se encontraron con los míos, yo me quede paralizada y mariposas volaban en mi interior incluso mi corazón latía tan fuerte que amenazaba con salirse de mi pecho.

—Pensé que me habías escuchado, tu amiga llegó. —reclamó.

—¿Ehh? —la miré confundida, me obligué la despegar la mirada del chico y me encontré con Ignacia en tono de advertencia—, si ya me voy. —miré por última vez a Jean pero el inmediatamente desvío la mirada.

Aquello me hizo dar cuenta que no valía buscar una respuesta directa, su desinterés hacia mi lo confirmaba, era un rotundo NO. Aunque fuera muy cobarde de su parte no decírmelo en la cara.




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AMOR NO CORRESPONDIDO (Edición) ~TÚ Y JEAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora