NARRA T/N:
Miraba mi teléfono con gran indiferencia. No había nada que me pudiera entretener, pasaba vídeo a vídeo en Tok Tok. Mi "para ti" estaba lleno de un baile nuevo que no me interesaba, hasta que apareció el vídeo de Jean haciéndolo.
Observé como bailaba, poco a poco dejé de detallarlo al sumergirme en mis pensamientos.
Durante todo este tiempo había considerado muchas veces sobre si pedirle a Jean explicaciones para su cambio a actitud. Sé que me confesé y lo todo, pero no le costaba decirme un: NO. Con ellos, tal vez seguiríamos siendo los mejores amigos de antes, aunque sabía que no sería así y la amistad de años se había acabado, sin embargo, mantenía esa esperanza.
Felicidades, T/n, echaste a perder una amistad que tenías desde los once años.
Por otro lado, mañana cumplía dieciocho años y había quedado con Amaranta que iríamos a comer en un restaurante (puesto que no quería hacer nada y Amaranta me insistió en por lo menos salir a comer).
Amaranta se estaba convirtiendo en alguien especial para mí, en una verdadera amiga.
El aparato entre mis manos fue arrebatado, dándome un respingo por el susto. Vi que Ignacia miraba el vídeo que veía, rodó los ojos y me miró.
—Solo vengo a decirte que ha partir del inicio de esta semana Jean se va a mudar con nosotras. —avisó, aventó con cuidado mi teléfono a la cama— Y ya deja de acosar a mi novio.
—Pero, ¿Por qué? —pregunté, exaltada, ignorando lo segundo.
—Soy la mayor aquí, así que decido que mi novio puede mudarse a la casa. —dijo, antes de salirse.
Bien podía debatir el tema, pero las ganar de hacerlo eran casi tan nulas como el agua en el desierto.
¿En serio? ¿El universo tiene que ser tan cruel conmigo?
____***____
La alarma sonó despertándome de mi maravilloso sueño con Cole Sprouse.
El único lugar donde te quieren son en tus sueños.
Mandé al fondo de mi mente esos pensamientos, no podía ser que mi propia conciencia me recriminaba.
Me arreglé para ir con Amaranta al restaurante en donde habíamos quedado.
Me decidí por una polera rosa claro, falda gris con líneas horizontes y verticales color blanco y negro, un cinturón negro remarcando mi cintura y mi extrañable collar de cadena.
(Foto por si no entendieron la descripción)
Alaciaba mi cabello, cuando recibí una notificación de videollamada por parte de Darían.
¡Contesta! Hace un mes que no hablas con ella.
Haciendo caso a la voz de mi cabeza, acepté la videollamada.
—¡¡Hola, amiga!! ¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, espero te la pases muy bien, o reservaré un vuelo a ti! —felicitó, cantando cada palabra.
¡Gracias, Darí! ¡No lo olvidaste! —dije, alegre.
—¿Cómo olvidarlo? Sé que tiene mucho que
no hablamos, ¡Un mes de hecho! Pero, ¡Eres mi amiga, eso nunca va a cambiar!Eres la mejor.
—admití, con
una sonrisa—Lo sé. —dijo, en tono diva, (típico de Darían) pero cambió cuando me vio— ¿Y a donde vas? Estás muy guapa.
A un restaurante, iré a comer con alguien. —cedí a decirle.
—¿Es quién creo que es? —su cara reflejaba felicidad— ¿Es Jean verdad? ¿Te invito a una cita? Hasta qué ocurrió el milagro de la pareja. —ella sabía sobre
mi enamoramiento hacía él.No, es con una nueva amiga. Jean y yo tuvimos problemas poco antes de que te fuiste. —expliqué.
—¡Ay! Me cambiaste tan rápido. —se lamentó, haciendo mucho dramatismo.
¡Claro que no! Que exagerada. —farfullé.
—Bueno, más te vale, acerca de lo otro, ya va siendo hora de confesarte. —opinó.
Sí, sobre eso, creo mejor sería hora de olvidarlo. —hablé, incómoda.
—¿Pero qué ha pasado?
Han pasado muchas cosas, Darí, tantas, que este mes se ha vuelto muy complicado, pero esto no son cosas que puedan hablarse por teléfono. —proferí, explicando todo un poco desanimada.
—¿Qué te párese, si antes de entrar a la Universidad, te vienes de vacaciones conmigo? —propuso.
Si quieres olvidarlo, eso será lo mejor. Irte un tiempo.
¡Me parece bien! —acepté, feliz, pero era obvio que esta aventura no la tendría sola— ¿Crees que pueda llevar a una amiga para que la conozcas?
—¡Por supuesto!
Ella y yo seguimos platicando de todo, hasta que terminé de arreglarme y tuve que cortar la llamada.
Aunque me dolía, sabía que tenía que olvidarlo.
¡Eso es, T/n! ¡Lo olvidarás!
Fui con Amaranta, ella trató de alegrarme más de lo que estaba, toda la tarde nos la pasamos hablando babosadas, no obstante, también del futuro.
—¡¡Feliz cumpleaños T/n!! —felicitó, mientras traía una cupcake con una velita— Sé que no un gran pastel, pero espero lo disfrutes, lo hice yo misma.
—¡Aww! ¡Me encanta! —dije, emocionada.
El pastelito estaba decorado con mi nombre y un remolino de betún en la cima.
—Muy bien, ¡Pide tu deseo! —me acerqué al postre y soplé la velita.
"Quiero que ustedes estén aquí" deseé. El mismo deseo que hacía desde hace dos años.
Mis padres murieron hace dos años en un accidente automovilístico, e Ignacia y yo nos quedamos con mi tía Clara, sin embargo la vida fue tan injusta que en ese mismo año se le detectó Cáncer y hace una año murió. Quedándonos solas mi hermana y yo.
Puesto que ella es mayor, pudo reclamar la herencia de la casa para nosotras. Ya ya mi tía no tuvo hijos.
—¿Cuál fue tu deseo? —preguntó, curiosa, digno de ella.
—No te diré, porque no se cumplirá. —negué, con el corazón doliendo a tal recuerdo. Ella hizo un puchero.
Le di una mordida al Cupcake, embarrando mi nariz de betún. Quité el dulce de mi nariz y lo puse en la de Amaranta.
Ella sonrió.
Eres la única con la que puedo contar, ni mi hermana me deseó "Feliz cumpleaños".
¡Pobre T/n!
Gracias por leer y no te olvides de votar, recuerda que eso me ayudaría mucho.
¿Ya me sigues?
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AMOR NO CORRESPONDIDO (Edición) ~TÚ Y JEAN.
Fanfic¿Te cuento un secreto? Aunque creo que es demasiado evidente, pero de todas formas te lo diré. Hay una chica, sí ella. T/n Hernández, ella está enamorada de su mejor amigo. ¿Quieres saber quién es él? Es nada menos que Jean Carlo León. Sin embargo...