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--Estoy en casa.

Chihiro terminó de quitarse sus zapatos en la entrada cuando sintió a su novio acercarse a recibirlo.

--Bienvenido. ¿Qué tal tu día?

--Ah, la verdad que..-

Chihiro alzoo la mirada y se detuvo abruptamente al toparse con su novio vistiendo un delantal rosa con estampado de fresas. Akashi le sonrió inocentemente y se percató entonces del olor a comida que provenía de la cocina. 

--¿Qué demonios traes puesto? Y ¿por qué huele tan bien? --logró preguntar en su incredulidad, preguntándose si acaso estaba soñando pues generalmente es él quien se ocupa de preparar comida u ordenarla al ser Akashi un caso perdido en cuanto a tareas domesticas.

--¡Seijuurou-kun! ¿Todo en orden?

Un escalofrío recorrió el cuerpo entero de Chihiro porque conocía esa voz a la perfección y porque había olvidado por completo advertirle a Akashi sobre su visita.

--Sí, Mayuzumi-san. Es Chihiro que acaba de llegar --respondió el pelirrojo como si nada.

Chihiro suspiró intentando mantener la calma mientras se internaba finalmente en el departamento en dirección a la cocina donde halló a la persona responsable de todo lo inusual aquella noche, incluyendo el (adorable) ridículo delantal de su novio.

--Ah, Chihiro al fin llegas. La cena esta casi lista.

--Mamá... ¿qué haces? Se supone que eres la invitada, ¿o no?

La mujer volteo a verlo con una ceja en alto. Ahora que había crecido, Chihiro reconocía el gran parecido que poseían tanto en lo físico como en la actitud, y era un tanto escalofriante en su opinión.

--Pues a decir verdad no eres un gran anfitrión, hijo mío. De no haber sido por tu novio aun te estaría esperando afuera hasta que llegases y me dejases entrar --dijo en ese tono que Chihiro solía traducir como "esto no me lo dejará pasar".

--Olvidé que tú... Alto. ¿Novio? 

Su cuello dolió tras girar bruscamente para mirar a Seijuurou quien se sacudía unas motas de polvo del cabello distraídamente hasta que notó la alarma en el rostro del peliplata. Encogiendo sus hombros alzó ambas manos a modo de inocencia.

--Yo no le he dicho nada --aseguró en susurros --. Cuando me preguntó dije que éramos amigos y tan solo vine a buscar algo que olvidé pero era demasiado evidente que vivo aquí también, quiero decir, mis zapatos en la entrada, mi cepillo de dientes en el baño --explicó casi desinteresadamente haciendo ligeros ademanes con las manos --. En cuanto a nuestra relacion, no hay mucha ciencia al respecto, Chihiro: uso tu ropa aquí dentro.

Mayuzumi soltó un gruñido de frustración. Seijuurou tenía razón en todo y por supuesto su madre no era ninguna tonta. La cuestión es que a pesar de llevar un año y medio junto al pelirrojo, aun no se atrevía a comentárselo a su madre por temor a... no estaba seguro, probablemente el rechazo. Pero en fin, ya no tenía sentido seguir esforzándose en postergar lo inevitable.

--Lo único que te diré, Chihiro, es que te salvas solamente porque Seijuurou-kun esta aquí.

Seijuurou soltó una risita y Chihiro torció los labios al pensar en la que le esperaba apenas tuvieran un momento a solas.

--Lo que sea --rodó los ojos --. Por cierto, ¿obligaste a Sei a fregar todo el lugar? Jamás lo vi tan brillante --comentó paseando sus ojos por cada rincón. Su novio le dio un ligero empujón como advertencia.

--Para nada, fue él quien me pidió unos consejos y, mientras preparaba lo necesario para la comida, ordenó todo eficientemente y en poco tiempo --sonrió orgullosa --. Hasta hace un momento me ayudaba a cocinar también, por eso el delantal. ¿A que se ve adorable?

Chihiro observó divertido la expresión de su novio, una mezcla entre autosatisfacción y la espera de un cumplido. Una de sus favoritas, sin duda alguna. 

--Oh, claro --sonrió.

--Ya casi está listo. ¿Podrías preparar la mesa?

Mayuzumi asintió antes de pedirle un minuto a solas con Seijuurou y arrastrar al chico hasta su habitación. 

--Ella me agrada --dijo Seijuurou apenas se hallaron lejos de la vista de la mujer --. Se parecen bastante, es interesante.

--Uhg, sí, lo sé. Y oye, lamento no haberte advertido, lo olvidé por completo y lo bueno es que aceptó lo nuestro pero el pensar en qué hubieses tenido que soportar si..-

Fue interrumpido por los labios del pelirrojo sobre los suyos, los cuales no saboreaba desde la mañana cuando se despidieron en la entrada y que anhelaba constantemente sin importar cuanto tiempo llevasen separados. 

--Esta bien, no tiene sentido darle mas vueltas --sonrió besando sus labios otra vez --. Ella se lo tomó excelente, es algo para celebrar ¿no crees?

Chihiro no podía estar más de acuerdo al respecto.

drabbles; mayuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora