ghost

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El reloj marcaba las tres y media de la mañana cuando Chihiro despertó abruptamente debido a un fuerte ruido proveniente de fuera de su habitación. Se sentó en la cama con la mente todavía nublada por el sueño mientras intentaba despegar sus parpados y entender qué estaba sucediendo.

Se oía como un llanto de bebé. 

--¿Que...? ¿Qué es eso? --murmuraba para sí mismo --. Mierda. ¿De dónde viene? Suena aterrador, ¿Qué debería hacer?

Aun podía escucharlo. ¿Estaría soñando? Un escalofrío recorrió su cuerpo.

--¿Tendremos que mudarnos?

--¿Chihiro? ¿Qué haces? 

Ahogó un grito ante la repentina voz a su lado pero respiró con normalidad al percatarse que se trataba de su esposo, quien acababa de despertar también y bostezaba antes de mirarlo extrañado.

--Ah, maldición Sei --suspiró --. Me asustaste.

Seijuurou alzó una ceja.

--Chihiro...

--Dime que lo oyes también.

Una pequeña pausa.

--...lo oigo también.

--¡Hablo enserio!

Seijuurou inclinó la cabeza ligeramente y entrecerró sus ojos.

--¿Te refieres al llanto?

Éste era perfectamente audible aun, por cierto.

--Sí, joder, al menos no estoy loco. Tú también lo oyes.

Se sintió aliviado un segundo. A su derecha, su esposo no dejaba de observarlo fijamente con los ojos entrecerrados, esperando.

--¿Es esto algún tipo de broma tuya? --dijo de repente, confundiendo a Chihiro --. Porque no es divertido.

--¿Que? No, no soy ese tipo de persona --sacudió la cabeza --. Realmente me pone de los nervios ese sonido. ¿Es que la casa está embrujada o algo así?

El llanto comenzaba a apaciguarse. El silencio los envolvió y Chihiro notó la postura de su esposo: sus brazos cruzados, encarándolo, sus ojos fijos en él y su aparente calma aflorando en la expresión de su rostro. Frunció el ceño.

--Chihiro. Ese es nuestro bebé.

Alto.

Que.

--Masahiro. Nuestro hijo.

El cerebro de Chihiro pareció despertar por fin de golpe ya que se apresuró a saltar de la cama con los ojos abiertos de par en par.

--MIERDA TIENES RAZON --exclamó dando tirones a su cabello mientras continuaba maldiciendo --. Oh, diablos. Yo... iré a ver que le pasa.

Seijuurou lo observó consternado.

Un minuto después, Chihiro regresó al cuarto con un bultito entre sus brazos.

--Supongo que solo quería un abrazo --murmuró meciendo al bebé.

--Chihiro, ¿qué fue todo eso?

Lo escuchó maldecir una vez más antes de suspirar profundamente y sentarse en la cama de nuevo junto a él.

--Honestamente, no tengo idea.

--No me digas que enserio olvidaste que tenemos un hijo --cuestionó un poco molesto y confundido por la situación de hace rato.

Masahiro era el bebé de casi seis meses que habían adoptado hace menos de una semana. Era rechonchito, con mejillas sonrosadas la mayor parte del tiempo, escaso cabello castaño y unos enormes ojitos grises. Ambos lo adoraban.

--¡No!... Bueno, lo hice. ¡Pero solo por un instante!

--¿Por qué?

--No lo sé, Sei --resopló recostándose contra el cabezal de la cama --. No fue a propósito. Simplemente desperté, su llanto me sorprendió en medio de mi somnolencia y lo único que fui capaz de pensar fue que se trataba de un fantasma, o algo así.

Silencio. Luego, una risita.

--Eres raro.

--Cállate.

--Bien.

Seijuurou se inclina hacia su esposo para observar al pequeño quedarse dormido poco a poco. Sonrió acariciando delicadamente su mejillita y depositó un ligero beso en su frente. Chihiro admiraba cada acción con encanto y esa nueva y constante sensación de protección hacia su pequeña familia.

--Aun no puedo comprender cómo pudiste olvidarte de él --habló Seijuurou en voz baja.

--Uhg. Tal vez estoy demasiado cansado, tengo un par de fechas limite en camino.

--Ya veo.

--Además, él es nuevo en mi vida. Solo debo acostumbrarme.

Seijuurou lo miró con burla.

--Han pasado tres días desde que lo trajimos a casa, Chihiro.

--Lo sé, ya deja de regañarme --gruñó.

--Discúlpate con Masahiro entonces.

Se miraron fijamente unos segundos antes de que Chihiro suspirase por vez mil esa noche.

--Bien. Hey, pequeño --susurró pinchando una de las mejillas del bebe que ya dormía plácidamente --. Tu papi está molesto conmigo así que... perdóname ¿si? --alzó la vista hacia su esposo --. ¿Contento?

--Mucho. Mis chicos son adorables --sonrió.

--Por supuesto que lo somos.


n/a: no tengo idea de que es esto, me falta dormir uwu

drabbles; mayuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora