confort

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Su celular comenzó a sonar. Por un instante permaneció quieto, sopesando la posibilidad de continuar otro día más pretendiendo que no existe, pero tras ver el nombre en la pantalla suspiró sabiendo que ya no podía ocultarse.

--¿Sí?

--Han pasado tres días.

Inevitablemente las comisuras de sus labios se estiraron en una sonrisa.

--No sé de qué hablas --dijo con la mirada clavada en el techo.

--No has llamado en tres días.

--Lo siento, he estado ocupado.

--Mmm. Eso no es lo que dice tu historial de Spotify.

Gruñó frustrado antes de rodar en la cama quedando sobre su estómago y codos, haciendo un ligero puchero. Desde hace un par de meses finalmente entendió que no puede mentirle a Mayuzumi Chihiro.

--Chihiro --se quejó --, te he dicho mil veces que no espiaras mi Spotify. No puedo escuchar nada sin sentirme paranoico.

Mayuzumi soltó una risita. --Escuchas a Doja Cat, no hay nada más vergonzoso.

--Cállate.

--Tu playlist de canciones tristes en loop no es sano --continuó hablando ignorandolo deliberadamente --. Especialmente las de Day6, demonios. Claramente no estás bien.

--Tú escuchas All Too Well todo el tiempo --lo acusó.

--Sí, pero no tres días seguidos --hizo una pausa en la que Akashi intentó pensar en una réplica; volvió a hablar --. Como sea, mira afuera.

Akashi frunció el ceño.

--¿Afuera de qué?

--La ventana, tonto.

--Tonto tú --masculló encaminandose a la ventana --. Muy bien, ¿qué debo mirar?

El sol acababa de ocultarse, la noche apoderandose rápidamente de la ciudad. Desde allí podía ver varias tiendas del otro lado de la calle, coches transitando de vez en cuando, personas regresando a casa. Del otro lado de la línea oyó a Mayuzumi tararear.

--Ah, lo usual, ya sabes. Un chico entre las sombras, hablando por teléfono y botando un balón de baloncesto.

Su corazón se agitó. Sus ojos recorrieron el exterior rápidamente hasta dar con lo que buscaba. Con quien buscaba, mas bien. Y no lo podía creer.

--Tú... tú estás... --balbuceó corriendo a colocarse sus zapatos y una chaqueta que tomó sin mirar.

--Abrígate ¿quieres?

No respondió. Su mente enfocada en salir del edificio, en correr al encuentro de su persona favorita en todo el mundo.

--¿Seijūrõ? --fue lo último que oyó antes de colgar la llamada ya que debía cruzar la calle.

Apenas cruzaron miradas, el ceño de Mayuzumi se frunció en exasperación y Akashi no pudo ponerse más contento. No se detuvo hasta colisionar con el cuerpo de su novio y envolverlo en sus brazos.

--Sei, ¿qué acabo de decirte? Esa chaqueta no abriga en lo absoluto --murmuró Mayuzumi regañandole.

Akashi lo ignoró. --Te extrañé.

Mayuzumi suspiró sonoramente, lo atrajo hacia sí con su brazo libre y paseando sus labios por su cabello susurró:

--Te extrañé también.

drabbles; mayuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora