daugther

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Definitivamente teclear con una sola mano relantizaba mucho el trabajo, pero de todas formas, técnicamente, no eran horas laborales. Llevaba en casa un par de horas y tan solo se dedicaba a chequear su bandeja de mails, la cual probablemente jamás logre vaciar. Mucho menos con un pequeño ser humano en constante movimiento y balbuceos.

--Estoy en casa --se oyó desde la entrada. Sonidos de pasos acercandose hasta detenerse junto a su escritorio en su pequeña oficina al final del pasillo --. Oh, ¿qué tenemos aquí?

--¡Papi llegaste! --exclamó la niña que acaparaba el regazo de Mayuzumi tras alzar sus ojitos de su tableta de dibujo.

Akashi Seijūrõ se inclinó para recibir un abrazo de la pequeña y poder besar sus abultadas mejillas.

--¿Qué haces, calabaza? --preguntó observando la pantalla que su niña miraba tan concentrada hasta hace un momento.

Mayuzumi apretó los labios ante el tonto apodo.

--Como si los tuyos fuesen mejores, Chihiro --diría Seijūrõ.

La pequeña sonrió con entusiasmo enseñandole a su padre su obra maestra del día. Mayuzumi realmente estaba impresionado con el talento innato que tenía para ello considerando sus casi siete años de edad. Claramente no heredado de su parte.

--Es papá --señaló vagamente a Chihiro --, es solo que aún no decido si dibujarle o no con sus gafas --explicó con su diminuta voz y adorables gestos de sus manitas.

Akashi soltó una risita y el pobre corazón de Chihiro acabó por saltarse un par de latidos. A veces era demasiado. Revolvió el cabello rojizo de su pequeña Shiori y suspiró.

--Bueno, ¿tú cómo crees que papá luce mejor? ¿Con o sin gafas? --preguntó Seijūrõ intercambiando miradas con el mayor.

--Mmm... --ella volteó a verlo atentamente y por un ínfimo instante logró verse reflejado en ella; sus ojos grises profundos y penetrantes, una combinación peligrosa en su opinión --. Creo que... sin gafas.

--Concuerdo contigo, bola de arroz --asintió Akashi --. Sigue así, lo haces muy bien --sonrió haciendo un ademán a su dibujo.

Enserio, los apodos...

Shiori miró su obra con renovado entusiasmo unos segundos antes de saltar de su sitio.

--¡Debo ir! ¡Papi tú cuida mi lugar! --exclamó empujando a Seijūrõ y obligandolo a colocarse en las piernas de Mayuzumi --. ¡No tardo!

La pareja se miró en silencio. A veces se preguntaban si su hija lo hacía a propósito, después de todo no era la primera vez. Quizás era importante para ella, vaya uno a saber. Chihiro volvió a suspirar antes de envolver la cintura del pelirrojo con sus brazos.

--¿Qué tal el trabajo? --le preguntó en un murmullo.

--Nada relevante --se encogió de hombros --. ¿Recordaste la reunión en la escuela de Shiori?

--Jamás volveré a asistir a una de esas cosas, maldición --se quejó el peliplata provocando risitas en el menor --. Son aburridísimas, los demás padres son...

--¿Intensos?

--Insoportables. Tan sólo denme las notas y el reporte de mi hija y dejenme ir.

Akashi lo miró divertido pasando un brazo por sus hombros.

--De acuerdo, iré yo la próxima vez, exagerado --sonrió. Chihiro bufó --. ¿Todo en orden?

--Mhm. Nuestra hija es sobresaliente, justo como alguien que conozco, aunque un poco cerrada.

--Ah, conozco a alguien así.

Chihiro hizo una mueca intentando ocultar una sonrisa. Puede que no lo admitiera pero le daba un orgullo enorme que le digan sobre su pequeña aquello que él sabe desde que nació.

Mayuzumi Shiori es extraordinaria.

Y tanto él como Seijūrõ la aman más que a nada.


n/a: hEAR ME OUT
        tengo este hc mayuaka en el que si ellos tuviesen una hija la llamarían Shiori. No questions asked. Es más, Mayu sería el que lo sugeriría;;

drabbles; mayuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora