Capítulo XXIII

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Junmyeon se despierta en un lugar completamente extraño. Tiene fiebre, su mente no está clara, su cuerpo se siente pesado y cansado.

Kim se sentó y se frotó las sienes. Parece tener algunos fragmentos en blanco...

Muy probablemente molestó a alguien.

Miró hacia arriba y miró también a su alrededor. El estilo de decoración del dormitorio es minimalista y moderno con las paredes blancas y algunas franjas negras. Un muro a la derecha tiene incrustaciones de vidrio y puede verse completamente su balcón iluminado. Un rápido vistazo hacia abajo le hace percatarse de que tiene el patio lleno de varios modelos de autos deportivos y vehículos todo terreno.

El médico seguía ayudándole con sus problemas. No era una novedad.

Jun intenta levantarse de la cama, pero ve que la puerta del dormitorio es empujada concuidado. Se abre muy lentamente para su gusto y no puede evitar contener la respiración. La perilla giró, Yixing le dio un último golpe con su pierna y no vio que Jun ya se había acomodado. En el segundo siguiente, la puerta se estrelló contra la cabeza de un perro esponjoso y dorado. Zhang no pudo contenerlo más, bajó la cabeza, se aclaró la garganta y despegó los dientes:

—¡Luobo! Vamos, deja de ser tan curioso. Te he estado diciendo que no. ¡Ve abajo!

Jun está a punto de reírse a carcajadas. Le sorprende que un perro tan grande sea tan flexible. Simplemente entró y se aventó contra la cama.

Es un hermoso perro Golden retriever.

Yixing tiene un tazón de avena en la mano, y ve a Junmyeon despierto. Hay rastros de lágrimas en sus mejillas...

—No muerde, es demasiado grande pero no tengas miedo.

El perro ya está olfateando a Kim, le pone el hocico y mueve la cola tan rápido que ya parece un ventilador. Acaricia detrás de las orejas del perro, mira a Yixing y comienza a reírse otra vez:

—No le tengo miedo, me gustan los animales.

El castaño se aproximó a una esquina. Las grandes garras del Golden se apoyan en su pie.

Yixing se veía amable y gentil. Se apresuró a ir a un lado de Jun y le entregó entonces el cuenco:

—Aquí tienes. Una estupenda papilla de mijo. Creo que el sabor está bien.

—Siempre te preocupo así todos los días...

Yixing se sentó junto a Junmyeon, y el perro se bajó para extenderse en una manta de piel bajo la cama. Las pupilas del doctor y las del Golden Retriever son muy similares en color. Son redondos y suaves ojos de un marrón terroso. Mira a Jun y sacude la cabeza:

—¿Los amigos no se ayudan?

—No es eso… —Jun sacudió la cabeza, entrecerrando la mirada. Parecía estar trabajando duro para organizar sus ideas—: Quién tiene problemas siempre es una carga... Pero estoy muy feliz, no he hecho nuevos amigos por mucho tiempo.

Zhang suspiró con una enorme sonrisa, incitándole a que comiera y tomara sus medicamentos después:

—Entonces quédate aquí por unos días más.

Jun se sorprendió, pero luego le sonrió. Bromeó:

—Olvídalo. No tengo tanto dinero como para alquilar un médico personal.

—¿No es difícil para ti estar solo en tu casa?

Las palabras de Yixing tienen algunas intenciones ocultas, pero de igual manera trata de ser discreto.

Junmyeon está indeciso, obviamente no quiere hablar demasiado.

—Te quedas aquí y mañana vamos al hospital a buscar la medicina. —Yixing no está tratando de intimidarlo, pero es cierto que está intentando convencerlo con todo lo que tiene. El Golden retriever parece estar de acuerdo con sus planes—: Desde aquí, el camino es más corto. Podemos caminar.

—Doctor, en mi casa hay cuatro gatitos que esperan que los alimente.

Zhang no cree demasiado en la excusa de los gatos, pero entiende qué tal vez está perdiendo la batalla y dice:

—De acuerdo, entonces dame un momento en lo que ordeno unos papeles. No te preocupes, descansa un rato mientras tanto y después te llevo de regreso.

El castaño estaba a punto de negarse, pero Zhang fue más rápido y se alejó.

Es difícil para Kim creer que realmente hay médicos a los que no les disgustan los animales. Luobo parece haberse acostado sobre sus piernas, bosteza y sabe que, si se duerme, no podrá quitarlo de allí por un tiempo largo. Acaricia la cabeza del perro, come la papilla de mijo y pronto, tal vez por las dos cosas, su estómago se siente cálido y lleno. La cama es muy suave, la temperatura del aire acondicionado es perfecta y pronto la conciencia de Kim empieza a tambalear.

La lengua caliente y suave del perro se entretuvo por un rato en la mejilla de Jun y está muy cansado como para alejarle... Aunque ya se encuentra estornudando por el olor.

Después de un rato, el médico regresa. Toma su teléfono móvil y se recuesta
automáticamente junto a Junmyeon. Tenía que avisar que no iría a su servicio así que se concentra, no le hace mucho caso mientras tanto.

Kim le miró fijamente por unos minutos.

—No tengo otra habitación en casa, el cuarto de huéspedes es una sala de ejercicios ahora y la cama de aquí es cómoda.

Las tres oraciones cortas de Yixing bloquearon exitosamente la pregunta que Junmyeon estaba a punto de lanzarle. Dos hombres acostados en una cama, cada uno haciendo sus propias cosas. No es extraño en absoluto.

En el corazón de Zhang Yixing, está inmensamente feliz. Calcula el número de huesos de carne para la próxima comida del perro.

Los diez años en que más te amé | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora