Capítulo XLIV

181 28 3
                                    

Junmyeon sacudió la cabeza.

—Doctor Zhang... Realmente no quiero causarle inconvenientes. No es mi intención que descuide su trabajo por mí.

Yixing estuvo a punto de negar también.

—No quiero decir que no me importen mis pacientes, pero de repente me dieron ganas de tomar un buen descanso. Cuando era joven casi no tuve la oportunidad.

El castaño observó por la ventana.

—No quiero ser la causa del sufrimiento de los demás.

Yixing no dijo nada en ese momento. Jun miró a los gatos y sintió que el médico definitivamente los criaría mejor de lo que podría hacerlo él. Odia que Yixing esté tan dispuesto a sufrir por su causa y no quiere tratarlo mal... Pero está seguro de que no puede evitar herir a las personas que son tan buenas con él. El doctor es muy gentil, es muy amable, es considerado y es meticuloso hasta los huesos. Es difícil de decir, pero no tiene la fuerza suficiente como para aceptar a una segunda persona en su vida, y no tiene intención de tratar de ilusionarlo.

Todavía no sabe cómo es que podrá vivir sin Oh Sehun por el resto de sus días y, por consiguiente, no hay una razón verdadera para retrasar el brillante futuro del doctor. Pero parece que mientras más se niega a escuchar las palabras de amor de Yixing, más suaves se sienten. En el pasado, cuando Junmyeon fue al hospital, habló muy poco y como resultado obtuvo un discurso muy breve. Sin embargo, mientras más pasaba el tiempo, encuentra que sus pláticas comenzaron a cambiar a algo mucho más animado... Igual al ambiente de ahora. El viento frío de Seúl se transformó en el aire caliente y ligeramente húmedo del sur de goyang.

Jun está tranquilo de ver que a los dos perros de Yixing les gustan mucho sus gatitos. Cuando subieron al auto estaban tan emocionados, que sus lenguas grandes parecían moverse para todos lados, tan rápidamente que pronto las cabezas de los cuatro gatitos estuvieron empapadas de saliva. Los gatos se escandalizaron en un principio, pero poco a poco se acostumbraron.

La cabeza dorada de un perro grande se desliza esta vez dentro de la brecha entre los asientos y se lanza sin pensarlo contra Junmyeon. Parecía estar muy alegre de hacerlo y, mientras más pasaban los segundos, más necesitado estaba de esos "besos de lengua amistosos", que solo los humanos parecían recibir tan bien.

—A ti no te conocía —dice Jun entre risas.

Yixing reaccionó más rápido que el castaño y empujó al segundo perro en el asiento trasero: —¡Hey! Él es mío. No puedes besarlo así antes que yo.

El cerebro de Junmyeon se derritió. Sentía que estaba a punto de gritar internamente y de modo repentino, sus orejas se tornaron de rojo. No puede decir ni media palabra. Yixing se percató de que Jun estaba inquieto y se volvió para mirarlo mejor. Sonrió como lo hace un hombre que está preparado para seducir a una mujer difícil en un bar.

—¿Qué? ¿Estás sonrojando?

Jun volteó la cara rápidamente en dirección a la puerta. No sabía que los médicos pudieran ser tan arrogantes y molestos. Yixing, por su parte, sonrió. No esperaba que la gente como Junmyeon pudiera ser tan divertida. Es fácil para él ser intimidado, sonrojarse y es tan obvio en sus acciones que ni siquiera es necesario decirle cosas elaboradas para ponerlo nervioso.

Cuánto más lo mira, más le gusta.

🥀

Para Jun, era común tener sueño cuando estaba dentro de un auto en movimiento.

Simplemente cerró los ojos, intentando dejar de ser tan consciente de la presencia del doctor. Sin embargo, no esperaba quedarse dormido tan rápido. Al volver a parpadear, ya estaba oscuro fuera, y su cabeza todavía no estaba completamente despejada. Se sentó derecho. El hombre que estaba a su lado aún conducía y Kim no pudo ver su expresión con claridad debido a la poca iluminación de los faros para neblina. Volteó la cabeza hacia atrás, los dos perros dormían con los gatitos.

—¿Te sientes mal? Espera la próxima parada de descanso, te llevaré a caminar. —Yixing suspiró y colocó en la bocina una pieza de piano suave que pudiera ayudar a calmarlo. Jun susurró:

—Estás más cansado que yo. Estuviste conduciendo durante tanto tiempo... Tomemos un descanso para que puedas dormir. Estaciónate en algún lugar, no te preocupes por la distancia que falta.

Yixing sonrió.

—¿Te preocupas por mí?

—... No. —Y de nuevo ocultó la mirada—. Me preocupa que ya no puedas conducir bien y terminemos estrellándonos.

🥀

Junmyeon estuvo en el corazón de Sehun todo el día, se sentía incluso un poco doloroso. Fue a todas las juntas, firmó sus documentos y se apresuró a terminar con un par de negociaciones que tenía pendiente... Sólo quería ir a casa y echarle un vistazo a Jun.

Se fue temprano, apenas entrando la noche compró mucha comida rápida en un autoservicio. Incluso se tomó el tiempo en pedirle al asistente Park que hiciera una reservación para la joyería más lujosa y exclusiva que estuviese disponible. Irá a pedir un nuevo anillo personalizado con las iniciales de los dos, mañana, y entonces, los ánimos de Jun serán buenos otra vez. Después de eso, pueden empezar de nuevo.

Pero Sehun sintió que no podía respirar en cuanto abrió la puerta: La casa estaba oscura y silenciosa. Encendió la luz y descubrió que Junmyeon no estaba por ningún lado. Incluso los gatos se han ido.

En otras ocasiones, cuando no lo ve de inmediato lo espera en la sala o trabajando en la cocina. Puede aguardar por él e incluso es capaz de imaginar de nuevo que Junmyeon está saliendo y haciendo planes con sus amigos. Sehun ha llegado temprano otras veces y ha estado esperándole en innumerables oportunidades... Pero ahora los gatos no están.

Hun sabe que Kim no está dispuesto a regalarlos o a tirarlos. También pensó en la extraña actitud de Junmyeon por la mañana y su cuerpo se estremeció violentamente como si la temperatura del cuarto hubiera disminuido.

Él sabe que se ha ido.

Después de innumerables ocasiones de disputas y enojos, Jun no se marchó ni renunció a la relación ni una sola vez. Incluso después de saber que tenía a alguien más... Junmyeon es una persona amable, es una persona pacífica y es un hombre que no se queja en absoluto. Si dices que no, él dice que no también.

Entonces... ¿Por qué...?

Sehun corrió al dormitorio como un loco, luego a la habitación de invitados, luego al estudio y luego a todos los lugares de la casa. No hay muchas cosas en el cuarto, no está su ropa y Oh descubre que las tarjetas bancarias se han ido.

Y uno de los abrigos favoritos que una vez tuvo Junmyeon, había desaparecido también.

Los diez años en que más te amé | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora