Capítulo LVII

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Junmyeon ha estado teniendo más y más sueños extraños recientemente. A veces, cuando no se ha quedado completamente dormido, se da cuenta de que su inconsciente ya se encuentra mostrándole el paisaje de su escuela. La escena en el sueño es muy simple: El chico guapo de su clase, quién se había negado a utilizar uniforme escolar, corrió hacia él con una sonrisa y le dijo:

—Después de la escuela, vayamos a casa juntos.

Jun tiene la cara mojada cada vez que se despierta. Vagamente sintió que esta escena era inusual. Su mente no se cansa de mostrarle escenas de su juventud perdida, de su amor perdido y de la vida que ya no tiene.

🥀

Junmyeon eligió recientemente el regalo que quiere para cuando cumpla treinta y uno.

Yixing ha sido consciente de esto por unos días: Junmyeon no ha mostrado un buen estado de ánimo últimamente. Mientras Jun tenía en las manos la propaganda de un establecimiento, no se dio cuenta de que ya había otro cuerpo pegado al de él. Yixing sostuvo a Junmyeon en sus brazos desde atrás, y su barbilla se colocó suavemente sobre su delgado hombro:

—¿Qué estás mirando?

Kim, inconscientemente trató de ocultarlo pegándolo más a su pecho, Yixing se percató de que estaba ocurriendo algo malo. El papel estaba arrugado cuando Zhang se lo arrebató. La cara del doctor cambió de un estado normal, a un pálido aterrador y profundo, como si se le hubiera drenado la sangre. Sostuvo a Junmyeon de los brazos, le dio la vuelta y lo obligó a mirarlo:

—¿Qué piensas hacer con este tipo de cosas?

El doctor le propinó varios golpecillos violentos a la hoja del servicio funerario.

Jun estaba enojado por lo que le había hecho, así que se ganó que le gritara:

—¿Eres un médico no? ¿No sabes lo que me está pasando? ¿¡No entiendes cómo voy a terminar!?

Su respuesta es algo que esperaba, pero de igual manera no puede creerlo. ¿Por qué parece tan empeñado en lastimarlo? Yixing hizo una bola con la propaganda y la tiró a sus pies:

—No quiero tener estas cosas en la casa.

El castaño no retrocedió esta vez. Tomó la bolita del suelo y alisó lentamente las arrugas justo sobre la lista con nombres de cementerios importantes:

—Voy a vivir en uno de estos más tiempo que en cualquier otro lugar. Tengo que elegir uno bonito. Todavía me quedan cerca de ciento cincuenta mil en mi tarjeta. Si no es suficiente, estaba pensando que me podrías ayudar. —La sonrisa de Junmyeon se congeló sobre sus labios y el estado de ánimo que se mostró en sus ojos, de pronto era incierto. Parecía que no estaba seguro de su decisión, pero igualmente se la comentó—: Si el bastardo de Oh Sehun todavía quiere encontrarme, irás con él y le mostrarás mis cenizas... Por supuesto, no puedes dárselas. Aunque estés enojado conmigo para ese momento, no me dejes atrás. No me dejes con Sehun.

Yixing está acostumbrado a la vida y a la muerte, pero de igual manera no sabía lo asfixiante que un duelo podía ser. No entiende cómo todavía puede continuar pensando.

—No te dejaré con él, nadie será siquiera capaz de poner una mano sobre ti.

Esa es la promesa de Zhang Yixing.

Sabe que Jun está un poco cansado, se acuesta en el regazo del doctor y deja que le acaricie lentamente la cara:

—¿No piensas que hacer todo esto por mí es estúpido?

Yixing besó su frente, besó su cabello y susurró:

—No es estúpido... Es por amor.

🥀

A la Oficina de Seguridad Pública le tomó cuarenta y ocho horas determinar una ruta. Durante este período, Sehun no cerró los ojos. La velocidad a la que su cuerpo decae es visible a simple vista, e incluso requiere de más dosis de la droga de acción rápida que tiene en el bolsillo.

Sehun gastó mucho dinero para invitar a los expertos más avanzados de los Estados Unidos e incluso invirtió demasiado en el hospital federal, para cambiar el equipo de tratamiento por uno más avanzado. Pensó, que cuando fuera por Junmyeon y lo regresara a casa, no demoraría en darle la atención necesaria para su horrenda enfermedad. Siempre piensa en ello, desde que despierta hasta que se duerme... En darle a Jun todo lo que sea necesario para mantenerlo con vida.

Sehun espera junto a los monitores, aunque no se atreve a usar demasiada fuerza física porque su corazón todavía le duele. Es el tipo de dolor que puede sofocarlo hasta el punto de provocarle jadear y desmayar. No quiere crear una conmoción, y se traga entonces otra cápsula amarilla.

Antes de encontrar la posición de Zhang Yixing con ayuda de la oficina general de seguridad, Sehun reservó un vuelo en primera clase esa misma tarde para asegurarse de que la clínica estuviera preparada. —La clase económica era muy pequeña y necesitaba espacio para estirar sus piernas—. Sehun estaba ansioso, pero los medicamentos le hacen quedarse dormido inmediatamente después de despegar. Ya eran las siete de la tarde cuando llegó al Aeropuerto Internacional de Gimhae, estaba lloviendo y el suelo todavía se encontraba húmedo. El gerente de la sucursal fue personalmente a entregarle una máquina de hemodiálisis.

Mientras esperaba por más noticias, Sehun permaneció en Gimhae. No pudo estar tranquilo ni cerrar los ojos por un aproximado de tres días y dos noches.

Los diez años en que más te amé | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora