- 𝒔𝒊𝒏𝒔 | hange zoe.

cinco

.....

- Mmh... no lo creo.- empezó a revisar los libros que habías dejado en la mesa del comedor, buscando un 'horario'.- Debes de tenerlo en algún lado.

- ¡¿Ah?!, ¿El qué estás buscando?

- El horario de clases, ¿No lo tienes a mano?.

- S-si lo tengo.- Tomaste el libro de literatura y revisaste entre las páginas rápidamente hasta que llegaste a una página en la cual estaba el horario.

- A ver...

Se acercó a ti con la intención de poder ver el horario de mejor manera y recargó su barbilla en tu hombro, pasó su brazo izquierdo por detrás tuyo de modo que este tocara tu mano izquierda, con la que sostenías un extremo del horario. Replicó el mismo acto con su mano derecha, así mismo quedando ella detrás tuyo y las dos sosteniendo al mismo tiempo el horario.

- Estas son las clases de hoy.- dijiste señalando un pequeño espacio del cartón.- Después del almuerzo vamos a clase de química.

- ¿Química?.-  Preguntó con un grado notable de emoción en su tono de voz.

- Mmju, ahí está, ¿Lo ves?.- señalaste nuevamente el horario.

- ¡Ahhh, es mi clase favorita!

Sonreíste suavemente al escuchar eso y respondiste con un "Oh". Se te hizo adorable que su clase favorita fuera química, aunque en realidad, habías notado su interés en la ciencia desde que ingresó en aquel lugar, desde que eligió aquel aburrido libro sobre ciencia, o más bien, desde que viste los libros que estaban sobre ella. No todos los días veías una chica en aquel lugar con ese hermoso interés y dedicación hacia la ciencia, Annie era muy diferente de ella, estaba mas interesada en las actividades deportivas y a decir verdad, aborrecía lo teórico.

- Annie, ¿Que harás cuando salgas de aquí?

- Iré a entrenar... mi sueño es ser una boxeadora y asistir a todas las peleas que pueda.

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- Todos los miércoles vamos a misa en la capilla, los domingos también tenemos misa. El martes y el jueves solo son pequeños cultos por la noche, de seis de la tarde hasta las nueve de la noche.

- ¿Nueve?, pensé que esa era la hora para irse a dormir...

- Esos dos días son la excepción, desde que termina todos se van rápido a sus habitaciones y se duermen lo más rápido que pueden, aunque en realidad no hace falta; las hermanas revisan las habitaciones hasta las diez de la noche. Con que no esté la luz prendida o alguien haciendo ruido entonces no corres peligro, oh, también se me olvidó agregar que a veces hay actividades "sorpresa".