HARRISON: Señora mafia 2

CAPÍTULO 12: Alexia su lado más "dócil"🙈

La historia casi llega a las
cuatro mil lecturas ❤
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Buenos Aires (Argentina)🇦🇷

ADRIANA POV:

—Por fin de vuelta, estar en el hotel es muy incómodo —comenta mi hija Rubi.

—¡Tío! —grito mi nieta Dana para luego correr a Eros, quien si presenció la locura de Alexia

—Que bueno que ya esten de regreso —dijo mi hijo con una sonrisa tomando en brazos a su sobrina.

—Si Hijo, ¿y Alexia? —le pregunto a Eros.

—Supongo que de luna de miel mamá —niega con la cabeza Rubi.

Eros se ríe.

—Están pasando los días en Cartagena, también fue Wálter con ellos —me informa Eros.

—Eso no me sorprende, ese sujeto no me causa confianza, no se despega de tu prima ni un solo minuto —reniego. 

—Voy a subir las cosas, me quiero acomodar —Rubí se fue con la niña y nos deja solos.

—Madre, ¿por qué te molesta tanto Wálter y Máximo?

—Máximo es un desconocido y sabes a la perfección que se parece a Nicolo —me recuerda y en eso tiene razón —Y ese tal Wálter me da tanta o más desconfianza que el marido de Alexia.

—Es su mano derecha, un sicario que le sirve —me dice como si no supiera.

—Ese sujeto trabajo para el viejo Harrison, un mafioso de lo peor, a Cristián y Victoria les hizo la vida imposible —le hago saber.

—Lo sé madre pero Alexia no es una niña y mucho menos una blanca paloma, es la cabeza de un cartel de mafiosos...

No lo dejo terminar.

—No digo que sea una santa —digo un poco molesta —Mejor voy a descansar, no quiero seguir hablando de esto —digo fastidiada para luego subir con mi maleta a mi cuarto.

(...)

—Señora, ¿puedo
pasar? —dice Salomé, una de las empleadas.

—Sí, adelante —le respondi mientras me peinaba el cabello.

—Señora Adriana, vengo a informarle que la enfermera quiere hablar con usted —me avisa.

—¿Conmigo? —me llama la atención.

—Si, la esta esperando en  la sala —tras decir eso, Salo se retira.

Respiro y me dirijo a la sala, Cecilia, la enfermera estaba sentada en uno de los sillones.

—Cecilia, ¿pasa algo?

—Si señora Adriana, no pasa nada con ellos —al oír eso me vuelve el aire al cuerpo.

—¿Entonces?