CAPÍTULO 20: Más allá de tu misterio🤐

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Ojalá podamos llegar a las
diez mil lecturas 🖤
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~ Al día siguiente ~


MÁXIMO POV:
Estoy en la empresa sabiendo que seguramente Alexia ya está en el país, no me interesa verla, ni tengo prisa de que regrese, me da fastidio saber que se me acabo mi paz. Tendré que verla todos los días, aguantarla y obedecerle como si fuese su mascota, en cambio Vania es lo contrario a esa mujer. Como me gustaría que mi vida fuera diferente, si yo no hubiera aceptado esta misión, todo esto no estaría pasando pero decidí aceptar y ahora  ya no puedo salirme de esto. Tengo el deber de completar esta misión si o si.

~ flashback ~

¿No me dejarás cuando ella vuelva? —pregunta Vania recostada sobre mi pecho desnudo.

—Nunca.

—¿Me lo prometes?

—Te lo prometo amor —le aseguro.

—No importa lo que pasé, yo asumo las consecuencias —dice Vania desafiante.

—Tú no vas a asumir nada, ella no te tocará porque antes, yo mismo la mataría —le aseguro mientras dentro de mí me cuestionó.

Soy capaz hasta de matar, todo por culpa suya señora Harrison.

—Max, no te ensucies las manos, no vale la pena —pide —Esa cosa es una escoria, es peor que las alimañas, solo sabe dañar porque es dañina —expresa.

Tenía tanta razón...

—Lo sé pero si algo te sucediera yo me volvería loco —confieso.

~ Fin del flashback ~

—¿Puedo pasar señor Torres? —pregunta Jessica abriendo un poco la puerta.

—Adelante —ella se adentra para cerrar la puerta —¿Qué necesitabas?

—La señora Harrison ya está en el país, acaba de llamar y le dejo un recado —avisa esta.

—¿Qué dijo Alexia?

—Lo espera a almorzar a la una señor Torres —me informa inesperadamente.

¡Demonios!

—Esta bien. Puedes retirarte —ella sale y me deja a solas.

Tengo bronca, no quiero verla, mucho menos comer a su lado, a veces pareciera que no supiera que la detesto.

(...)

—Estoy ansioso por ver a mi prima, quiero contarle que todo marchó a las mil maravillas en su ausencia —decía con emoción Eros al bajar de su auto, en cambio mi cara no tenía esa expresión.

—Seguro estará feliz cuando le digas eso —es lo único que conteste.

Eros abrió la puerta y entro, yo hice lo mismo y cerré la misma. Había bastante ruido, se oía la voz de la señora Adriana, Rubi y la pequeña niña, era un parloteo interesante.

HARRISON: Señora mafia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora