Capítulo 3: Una Arriesgada Oportunidad

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Cada elemento en el paisaje era perfecto, cada uno ensamblaba la escenografía más asombrosa y emotiva para el conmovedor momento y las emociones que participaban en este. La banda sonora era llevada por el sonido de las olas, el cual aportaba serenidad y calma. El hermoso ocaso que ya estaba llegando a su final les brindaba el romance necesario, era como el reflector en el escenario de la bellísima playa pintada de morado gracias a este efecto de luz, iluminando tenuemente el viejo muelle donde los dos personajes de la historia se encontraban en su propio mar de emociones, todas ellas provocadas por el pequeño anillo en la palma de uno de ellos. Sin duda era sorprendente el poder de aquella pieza brillante y plateada con forma anular, que tenía un hermoso diamante incrustado discretamente dentro del oro blanco, en el cual, se podía ver literalmente todo el infinito. El poder del anillo radicaba en el significado tan grande y tan profundo que este representaba, era un enorme paso, una pista del camino que seguirían y, sobre todo, significaba la elección de una persona con la que pasarían el resto de sus vidas, ¿Cómo podía un ambiente así ser tan romántico y tan aterrador al mismo tiempo?

Bucky sentía que sus piernas no le respondían, como si de repente hubieran perdido toda su fuerza y firmeza. Odiaba cómo cada parte de él temblaba, y cómo su corazón bombeaba con una fuerza similar a la que tenía justo después de una horrible pesadilla. Pero lo que más detestó en ese instante fue saber que esas sensaciones eran respuesta a una emoción muy fuerte y, desafortunadamente, esta emoción no era felicidad. No había ni una pizca de alegría corriendo por sus venas, todo lo contrario, había adrenalina y terror. Era el sabor amargo de no saber qué hacer, de no saber qué decir, pues, tenía el peso de un oscuro secreto que se oponía a todo su futuro con Sam. No era correcto, era dañino. Sabía muy bien que si aceptaba debía guardarse aquel secreto, lo cual quemaría su alma hasta que esta fuera simplemente cenizas, pero también sabía que la llama se extendería destructivamente si decidía sacarla de su pecho, lastimando de igual manera a Wilson en su camino. Nuevamente, su pasado se encargaría de derrumbar todo su presente, y esta vez, incluso estropearía su futuro.

—No me resta más que decir que estos últimos años fueron... perfectos —comenzó Sam sin quitar la vista de los ojos de su pareja, tomando sus manos entre las propias, estas temblaban—. Estuviste ahí para mí cuando todo el mundo pareció caerme encima, me levantaste en cada misión en la que me hirieron, dijiste cada palabra que necesité en algún momento, a gritos o en un sermón, o a veces sin siquiera decirlo, sólo hablando con tu perfecta mirada —rio levemente agrandando su sincera sonrisa. Él también era un mar de nervios, sin embargo, era lo que quería y nunca estuvo más seguro de ello—. Te quedaste aún con todo lo que eso significaba y quiero que así sea a partir de este momento. Te convertiste en parte de mi familia, Buck. Sabes que siempre estaré aquí para hacer lo mismo por ti, en cada día, en cada noche, en cada segundo, de ahora en adelante, bueno... eso depende de ti.

De alguna manera, Bucky logró abrir sus ojos más de lo que ya estaban abiertos al ver al hombre que tenía enfrente hincarse sobre una de sus rodillas mientras sostenía la diminuta pieza con ambas manos. Era irreal, un deseo concedido en el peor de los momentos.

—James Buchanan Barnes —dijo sin borrar aquella sonrisa de su entusiasmado rostro. Sam había postergado mucho los planes para la propuesta, hasta que finalmente Torres lo convenció de hacerlo en el presente viaje. No quiso hacer algo grande o algo público, quería que Bucky decidiera mientras se encontraban en su perfecto mundo creando de su especial conexión. Sin presiones, sólo honestidad entre ellos, tal y cómo siempre lo imaginó, y finalmente el día había llegado. Soltó la pregunta del millón —, ¿Te casarías conmigo?

—Samuel...—Bucky se paralizó. Ya habían hablado de ese tema indirectamente un par de veces y, Barnes había planeado secretamente pedírselo algún día cercano, sin embargo, esta situación había detenido abruptamente todos sus planes a futuro, había pausado sus metas y, si se ponía a pensarlo mejor, aquel problema terminaría por acabar con todo lo que construyó con Wilson. Sólo pudo dar unos pasos atrás.

La Línea Perfecta (SamBucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora