Capítulo 7: Cambiar Algo

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Paso a paso por aquel paisaje seco, Bucky se iba acercando a la entrada de la enorme base. Observó que había soldados en los puestos de vigilancia situados en dos torres a los costados del portón, mismas que tenían una pequeña caseta en los costados por la que se debía pasar para poder acceder dentro de la instalación. No podría entrar sin ser interrogado por esta persona dentro de la caseta al llegar sin un grupo, sin embargo, para su suerte, uno de los equipos que habían salido estaba llegando, así que no le costó mucho trabajo colarse con algunos de ellos. Algunos militares de este grupo bajaban un cargamento, uno que seguro iría directo a uno de los almacenes cercanos al que albergaba la pieza que tanto buscaban, por esto, discretamente, pretendió ser del personal que se dedicaba a trasportar los cargamentos. Con su plan en mente, se acercó al equipo que se agrupaba para llevar el paquete al almacén y, después de una orden de un coronel, ayudó a cargar la caja a un vehículo de transporte, disminuyendo el esfuerzo de todos los demás notablemente gracias a su fuerza, llamando la atención de algunos cuantos, quienes empezaron a sospechar al no poder reconocerlo de entre todos sus compañeros.

Bucky pudo notar que unos militares que sospechaban de él iban en busca del general, por lo que, cubriéndose el rostro, siguió al vehículo de carga por los no muy cuidados pasillos del lugar, podía escuchar las piedras que traía el viento crujir con cada paso que daba, generando cierto nerviosismo en él. Vaya que infiltrarse a ese tipo de lugares nunca se les dio muy bien a ninguno de los dos, por algo eran tal para cual. Estando cerca del elevador que lo llevaría a él y al cargamento a un nivel inferior, decidió contactar a su compañero a través del comunicador para que este estuviera listo para hacer el corte a la energía.

—Me estoy acercando al almacén —exclamó el castaño en una voz considerable—, ¿Estás cerca del panel?

—Estoy en eso —afirmó Sam, el cual volaba bastante bajo por los rededores de la base para evitar ser visto, lo cual no sería muy fácil de lograr gracias a toda la llanura en el lugar, haciendo un bajo sonido mientras se deslizaba a través del aire, sintiendo apenas los rayos de Sol que salían entre la bruma del azulado horizonte. Ya había identificado la ubicación de aquel panel—, ¿Qué hay de ti?, ¿Alguien te vio?

—N-no —respondió con un tono de pregunta, bastante dudoso, mirando hacia atrás, percibiendo que algunos generales ya estaban es su búsqueda—. Te daré la señal cuando esté ahí.

Sam cortó la señal del comunicador y, sabiendo la ubicación de las cámaras, maniobró con agilidad lo más rápido que pudo a través de la base, la cual tenía un tamaño y ubicación inusuales al ser algo alta y al estar cerca de algunos barrancos, seguramente era un almacén más que una base. Estaba algo improvisada y, probablemente, pronto sería abandonada. Mandó a Red Wing a analizar uno de los edificios que conformaban la base, mismo que tenía un panel de control que regulaba la energía de cierto sector del lugar, sector donde Bucky estaba, un sencillo daño en este, y el sistema tendría que ser revisado, por lo que requeriría ser reiniciado, dándole un pequeño lapso de tiempo a Barnes para que entrara y saliera del almacén subterráneo. No sería nada fácil, pero debían intentar al menos. Una vez con la información que Red Wing recaudó, procedió a crear una entrada con ayuda de la misma ave de metal. Esperó en un punto siego para irrumpir apenas recibiera la señal.

Después de sentir cómo el elevador se detenía abruptamente y de que las puertas metálicas y brillantes se abrieran frente a él, caminó a través del pasillo a un paso más lento que el resto de los que vigilaban el cargamento, perdiéndolos sutilmente. Una vez se alejó de los militares al esconderse detrás de una esquina, avanzó casi a trote, recorriendo el oscuro lugar, buscando la sección con el número que correspondía a la ubicación de la pieza. El lugar parecía un gran garaje, pero oscuro y polvoso, con cierto aire encerrado y bochornoso aún a esa hora de la mañana. Después de un momento, encontró una compuerta con una cerradura especial, que tenía una etiqueta pegada que indicaba el número y el contenido del almacén, es decir, compuestos cuya revisión estaba en pausa. Ese era el almacén. Intentó recordar aquel componente, su forma y su textura, era algo cilíndrico y curvo con una función que no comprendió del todo, pues, no era como si Scott fuera excelente en eso de explicar, como fuese, la imagen del prototipo que se le fue mostrado no había salido de su mente. El problema era cómo iba encontrarlo en un tiempo tan reducido, entre montones de cajas con chatarra desordenada. Tomó aire, y dio la señal.

La Línea Perfecta (SamBucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora