Capítulo 14: Nuestra Línea (Parte 1)

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Lo tenían frente a ellos, rompiendo los estrechos muros que delintaban lo posible de la locura, quebrando la misma razón y haciendo realidad lo que cualquiera hubiera visto sólo en sus sueños más alocados o en ideas exageradas que se creían simplemente imposibles, fabricadas por la mente con la intención de cambiarle el final a un suceso pasado que se desea diferente, o más bien el resultado de este, un resultado mejor; como fuese, lo tenían ahí, cada uno de un lado opuesto al portal, presenciaban una unión entre dos líneas ramificadas, entre dos caminos diferentes que lograron separarse del rumbo inicial gracias a simples acciones, gracias a decisiones que antes parecían tener repercusiones insignificantes, pero que, una tras otra y en efecto dominó condujeron su línea por un rumbo cuyo final se encuentra incierto y abierto a ellos para que estos sean quienes lo escriban. Para todos los involucrados no hay una gran diferencia, pues siempre desconocieron el futuro, siempre se creyeron los dueños de sus propios destinos, sin embargo, antes cada movimiento que llegasen a dar estaba ya escrito, plasmado en la línea perfecta que debían seguir, pero, reiterando, eso fue antes. Ahora jugaban fuera de estos parámetros y sus reglas, con la misma incertidumbre que siempre, pero ahora estando apartados de lo que se suponía debía suceder y con el control total del volante de sus vidas. Las cosas eran así para todos, tanto para los que se encontraban en el futuro como los que miraban desde el pasado, ambos tiempos alterados por sus propias acciones cuyas consecuencias estaban por enfrentar.

Justamente como Scott lo había visto hace un par de días, alrededor de las organizadas piezas de metal, girando entorno al componente que Sam se había encargado de traer, entre el continuo movimiento de las piezas de la máquina se comenzó a formar un plasma brillante cuya luminosidad aumentaba con cada segundo a tal punto que los presentes tuvieron la necesidad de darse la vuelta y cubrirse los ojos inmediatamente. El movimiento provocaba cierta fuerza, así creando también una especie de viento pesado de ambos lados del portal. Todo fue aterrador hasta que el brillo disminuyó notablemente, haciendo que los hombres frente a la máquina que tenían el corazón bombeando rápidamente, tomaran un poco de aire y se quedaran esperando cualquier cosa, por más mínima que esta fuese, en especial Sam, pues, a pesar de lo loco e imposible que aquello pintaba, él tenía esa extraña intuición de que Bucky estaba del otro lado, viendo al mismo portal pero a la cara contraria del mismo, sintiendo también ese lazo invisible pero real entre sus almas que podía viajar incluso por realidades, esa unión de almas gemelas que, a pesar de todas las tensiones que había experimentado últimamente, resistía con el fin de unirlos una vez más, de hacerles ver que su paraíso propio aún tenía cimientos fuertes. Sam confiaba en eso ciegamente, Bucky lo hacía también, ambos paralelos el uno del otro como las líneas en las que se situaban, mismas que de alguna mágica manera lograron cruzarse en un punto, lograron volverse secantes una de la otra después de todo.

Como internamente lo esperaban, lo mismo sucedía del lado opuesto a donde Wilson y Lang se encontraban, y en el mismo patrón: primero el intenso destello entre el movimiento de las piezas de la máquina, después tomó lugar la fuerza irradiada por esta misma máquina y, como acto final, apareció el miedo y la sorpresa entre todos los que apreciaban con asombro al lograr divisar la figura del portal abierto.

El mediano brillo se reflejó en los azules ojos del boquiabierto Bucky, el cual observaba a unos pocos metros del panel de control donde estaban Hope y Hank. Sabía que ese era el portal que los llevaría devuelta a su tiempo, sólo tenía que cruzar aquella figura luminosa y estaría devuelta a donde tanto deseaba estar. Le pareció interesante y maravilloso el cómo podía suceder esto, moría de ganas de averiguar cómo funcionaba aquello, pero la sensación de casi sentirse del otro lado opacaba aquella curiosidad. En él sólo existía esa emoción de correr y atravesar aquel espectro brillante, ver si todo estaba en orden y luchar para cambiar el mundo si es que no lo estaba del todo. Parecía simple y sencillo, y aunque tal vez el ir y entrar calmadamente al milagroso portal lo era, evidentemente había asuntos pendientes aún en este tiempo, y con eso se refería a que Hydra ya estaba enterada de toda esta tecnología y del correcto funcionamiento de la misma, de que el viaje en el tiempo era un hecho, uno que la humanidad nunca debió conocer si se piensa más a fondo. Además, sin saberlo, todos estaban siendo testigos del viaje entre ramificaciones temporales, algo totalmente nuevo pero posible con aquella máquina. Barnes tenía que armar un plan urgentemente.

La Línea Perfecta (SamBucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora