Capítulo 10: Conexión

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El Sol estaba a pocas horas de ponerse, de remarcar brillantemente el horizonte de la calmada ciudad a la lejanía. Los rayos de luz lograban pasar entre las nubes, colocándole a la polvosa lejanía su propia y única aureola luminosa, todo estaba tan difuminado, era simplemente un paisaje digno de una postal. Pensó que podía ser un hermoso momento, pero la vida le había enseñado cruelmente que ese lugar sólo tenía sufrimiento y pérdida guardados para él, se lo mostró hace años al perder a Riley trágicamente, y ahora se lo volvía a enseñar al perder a Bucky de una manera un tanto diferente, pero no muy distinta en el sentido de que tenía la certeza de que no volvería a ver a ninguno de los dos. Prácticamente los había perdido en un solo día, en un tiempo distinto del que pertenecía originalmente y en el cual había permanecido demasiado tiempo. Debía marcharse, no podía quedarse un día más, no cuando su mundo se derrumbaba, pues odiaba saber que esperaba por cualquier cosa después de haber buscado incansablemente por un hombre que aparentemente se desvaneció. Si lo pensaba bien, era la segunda vez que lo hacía, pero esta vez no podía darse el lujo de buscarlo por cada rincón del mundo, pues, a pesar de haber levantado hasta la última piedra de los lugares por los que pasaron, de haber recurrido a todos los recursos que tenía a su alcance, seguía ahí, sin lágrimas que llorar, sin alguien a quien pedirle ayuda, sin más recursos que usar, pero, sobre todo, sin rastro de Bucky, sin aquel que amaba tanto. No podía esperarlo más, necesitaba un nuevo plan o simplemente tendría que regresar, pero era demasiado terco como para tomar la segunda opción, y eso sólo lo hacía sufrir.

Sam se encontraba solo en aquella colina cerca de la base, esperando a Bucky tal y como había hecho en los últimos días, pues, aquel era su punto de encuentro. Meditaba las cosas, podía tal vez recurrir a esas personas que Scott había mencionado que se habían perdido por el tiempo, habían ido al año al que probablemente habían caído, tal vez le ayudarían a crear un nuevo dispositivo de viaje, pero sería inútil si Bucky no estaba ahí y, de todos modos, era muy improbable que estas personas se encontraran ahí. Todo era tan malditamente imposible.

Contó otro día pasar más mientras suspiraba tristemente, después tomó las cosas que cargaba con pesadez y comenzó a caminar devuelta a la ciudad, sintiendo su corazón detenerse cuando escuchó pasos a pocos metros de él, estos eran sigilosos y suaves, como si la persona no quisiera ser escuchada. A la defensiva, se dio la vuelta, topándose con aquella presencia que lo seguía desde hace mucho, quedándose totalmente helado. Todo lo que sentía era sorpresa, con pequeñas cantidades de tristeza y molestia, las últimas poco a poco emergiendo. Realmente quería golpearlo, pero a la vez abrazarlo con toda su fuerza, pues no podía expresar lo que sentía con palabras, no al encontrarlo finalmente después de días desesperantes de incertidumbre. La situación seguía complicada entre ellos, pero al menos ya podían regresar, al menos Sam no tendría que cargar con la culpa de haber perdido a alguien más. Sólo lo miró con serenidad antes de preguntarle por todo lo que había hecho, antes de reclamarle a gritos que creyó que había huido o algo peor.

Frente a él estaba Bucky, con el artefacto en su mano, firme, frío y sin emoción alguna en su rostro. Algo había pasado durante ese tiempo lejos sin duda.

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Era más que impresionante lo que presenciaba, pues, más allá de sueños horribles y un simple espejo, nunca se había visto a sí mismo frente a frente y con semejante detalle hasta ahora. En este asombroso y aterrador momento veía su propia forma frente a él, su cuerpo vestido con el traje negro e imponente, su rostro cubierto con la máscara oscura, el rededor de sus ojos pintado con los mismos tonos y el brazo plateado reflejando la luz en los bordes hasta la estrella roja del mismo. Lo que presenciaba era una vista a su pasado, una parte de lo que, sin su consentimiento, había sido alguna vez, aunque quisiera negarlo, aunque rechazara la idea tercamente como había hecho por mucho tiempo, sabía que aquel pasado era parte de él y de su propia historia, las pesadillas se lo recordaron a lo largo del tiempo y ahora el problema que enfrentaba se lo recordaba también. De alguna forma había aprendido a vivir con eso, sin embargo, todo aquello era algo que parecía no tener final a pesar de todo el progreso que había logrado durante los últimos años. Aquel era un pasado que cruelmente definía todo lo que fue incluso después de liberarse de aquel control, definía lo que vivía y viviría. Su pasado y su futuro estaban estrechamente conectados y, aunque aquel hecho le desagradase, podía apreciarlo con toda claridad ahora, podía analizarlo desde una forma más profunda y sentimental como lo era el haber rechazado la pedida de Sam, o desde algo tan literal y obvio como lo era este instante, pues aquel soldado que fue en el pasado hacía que su futuro peligrara, al igual que su vida, porque era lógico que para obtener ese artefacto tendría que pelear por él, tendría que enfrentarse al soldado que se preparaba para hacer lo mismo.

La Línea Perfecta (SamBucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora