| UNO |

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—Tienes que tratar de comer algo, no es sano que te saltes las comidas.

Ruedo los ojos al escuchar la exageración de Sasha al teléfono, porque este día únicamente me había saltado el almuerzo. Claro que para ella, era como saltarse todo un año de comida porque jamás tiene la boca vacía.

Sostengo el teléfono con mi hombro mientras ordeno unos papeles para subirlos hasta la oficina de Levi. Es su primer año manejando la empresa de su familia y me ha dado la oportunidad de realizar mis practicas laborales para poder graduarme de la universidad.

Estoy a unos cuantos semestres y casi puedo ver la luz al final del túnel. Levi acababa de cumplir veintiséis años el pasado diciembre y no hemos podido celebrarlo como se debe ya que ha tenido mucho trabajo como nuevo director de la empresa. Así que nos tomamos unas semanas de vacaciones en febrero para poder celebrarlo juntos.

Somos una pareja joven de casados. Muchas personas nos dijeron que no íbamos a durar y en la universidad -cuando él aún estudiaba- habíamos recibido malas miradas. A nosotros no nos importaba mucho porque sabíamos el amor que nos teníamos y cada día que pasaba, nos amábamos más.

Nuestros padres se lo habían tomado prácticamente bien, porque ya estábamos casados. Mi papá tuvo que ser sometido por mi mamá, pero nada alarmante.

—Sasha, ya te dije que todo me provoca vómitos, así que prefiero no comer.

—¡Tienes que ir al médico!

—¡Lo haré en cuanto tenga tiempo! Tengo la otra semana libre para estudiar porque los parciales se acercan, puedo hacer un tiempo...

—¿Estás loca? No puedes esperar tanto tiempo. Pasaré por ti a las cinco y no es pregunta—habla con su tono serio y amenazante que me da mucha risa, porque a Sasha no puedo tomarla enserio—. Si no sales a las cinco le contaré a Levi de tu problema, zorra sucia.

Abro la boca para decirle algo, pero cuando las palabras están por salir, cuelga. Levi no sabe nada de mi salud y es lo mejor, siempre se preocupaba de más y si se da cuenta que algo anda mal conmigo, de seguro manda a llamar a todos los médicos especialistas del mundo. Es algo dramático.

Pero muy romántico.

Mi teléfono timbra y miro el mensaje de Sasha:

[4:30 pm] Sasha: Perdón por alzarte la voz, te quiero. Te veo a las cinco.

Sonrío y tomo todo lo que necesito para ir hasta la oficina de mi esposo. Saludo a la secretaria al llegar y me deja pasar al instante, ella sabe que Levi se molesta si me hace esperar. Entro sin llamar a la puerta y observo a mi marido concentrado en unos papeles que lee y firma al pasar las páginas.

—Cariño, aquí están los documentos que me pediste.

Estira su mano para tomarlos sin reparar en mí por estar concentrado en lo que hace. Firma mis documentos sin leer porque él confía plenamente en mi trabajo y me los regresa nuevamente.

—Gracias. Mañana entregaremos la propuesta y después estaremos libres de toda esta puta carga de los últimos días, así puedes concentrarte en tus parciales.

Sonrío ampliamente y rodeo su escritorio para estar detrás de su silla y masajear la tensión de sus hombros. Se relaja ante mi toque y cierra los ojos para disfrutar del tacto.

—Luego de tus parciales necesitaremos una salida.

Me inclino y beso su frente cubierta por algunos mechones de su cabello. Observo la hora en su computador y falta media hora para encontrarme con Sasha y aún debo ordenar mi lugar de trabajo.

Una vida a tu lado || +18 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora