| TRES |

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Los cambios físicos que me dejó el embarazo están empezando a desaparecer y mi cuerpo vuelve a ser lo que era antes. Aunque las marcas debido al estiramiento de la piel siguen ahí, acomplejándome de sobremanera, es decir... Pasé de no tenerlas a tener que vivir con ellas para siempre y es algo a lo que no me puedo acostumbrar.

Están en lo bajo de mi vientre y a mis costados, poco notables, pero están ahí.

Gracias al poco ejercicio y la dieta, todo vuelve a estar en su lugar. Pero no todo ha sido malo, al menos los senos me crecieron un poco más. El ejercicio por las madrugadas me carga de energía, me siento más productiva para atender a mi hijo y hacer las tareas del hogar, sigo con mi permiso por maternidad así que el trabajo es lo de menos por ahora.

La universidad ha sido complicada, pero estoy a punto de entrar a mis últimos parciales, por lo que estoy cada vez más cerca de mi graduación. Además, tener a Kuchel viviendo con nosotros ha sido de mucha ayuda para mí y los días que mi madre viene a dormir a casa, también.

Las señoras están locas con su nieto y apenas cargo a mi hijo cuando ellas andan por aquí.

No ha pasado mucho desde el nacimiento de Connor, así que no ha habido sexo con Levi desde hace unos meses. A decir verdad, ni siquiera recordaba que la dieta había terminado hace unas semanas, por lo que estamos aptos para retomar la vida sexual, pero estamos tan felices con Connor que no tenemos tiempo en pensar en algo más. Eso y que pasamos muy ocupados con nuestras cosas personales.

Me desnudo en el baño para asearme y quitar el sudor de mi cuerpo. El agua me empapa y lavo mi cabello, aplico mascarilla, exfolio mi piel y cuando estoy empezando a enjabonarme, unas manos rodeando mi cintura me sobresaltan. Las mismas manos recorren mi abdomen, subiendo hasta mis senos los cuales toman y apretujan sin decencia.

Sus dedos pellizcan mis pezones erectos y sus labios empiezan a repartir besos por mis hombros y mi cuello. Echo la cabeza hacía atrás, apoyándola en el hombro de mi marido mientras él sigue su trabajo en mis tetas. El simple tacto de sus manos en mi pecho me está volviendo loca e incrementan la humedad de mi sexo.

Una de sus manos desciende hasta mi intimidad, frotando mi clítoris que se ha vuelto más hinchado y rojo debido a la excitación, lo frota con sus dedos haciéndome flaquear las piernas, muerdo mi labio inferior para no gemir o jadear del placer, trago en seco debido a que la garganta y los labios se me han secado por la necesidad de comerme la boca de Levi.

El agua se siente más helada de lo normal por lo caliente de nuestros cuerpos, el corazón amenaza con salirse mi pecho y la presión en mi vientre incrementa al mismo tiempo que lo hacen los movimientos de Levi en mi punto sensible.

—Córrete en mi boca—me gira y contramina contra la pared, sus labios alcanzan los míos y nos hunde en un beso desesperado. Desciende por mi mandíbula, mi cuello, el valle de mis pechos, mi abdomen. Inconscientemente cubro las marcas del embarazo con las manos, me las aparta de un tirón y besa cada una de ellas. —Eres una jodida obra de arte. —Su boca sigue descendiendo hasta que llega a mi rosada humedad.

Su lengua traza círculos en mi clítoris el cual succiona y lame con vehemencia, con tanta experiencia que es capaz de hacerme correr en segundos, pero no quiero terminar rápido. Quiero disfrutar de él. Lame toda la extensión de mi coño recogiendo y saboreando los fluidos que derramo. Alza una de mis piernas y la coloca sobre su hombro, tomo su cabello con mis manos y aprieto tratando de sostenerme de él, debido a que mis piernas no funcionan tan bien como para sostenerme.

—Joder... —Gimo y hago movimientos circulares con mi cadera, frotándome contra su lengua y boca. Hunde dos de sus dedos dentro de mi canal el cual los recibe con gusto. Los mete y saca mientras su lengua dibuja círculos sobre mi clítoris. No duro mucho después de eso, alcanzo el orgasmo y me corro en su boca, aferrándome a su cabello para no caer de culo en la ducha.

Siento que puedo tocar las putas estrellas.

Sube nuevamente hasta mi boca, me toma de la cintura y me alza para que rodee su cintura con mis piernas, lo tomo del cuello y coloco la punta de su polla en mi entrada. Me embiste con brutalidad, entrando en mi con violencia y una sola embestida. Los días sin sexo son la causa del dolor en mi coño debido al estiramiento, que poco a poco desaparece para darle paso al placer.

Nuestras lenguas chocan, me muerde los labios y yo muerdo los de él. Entra y sale de mi con rapidez, el sonido de la ducha cayendo no se compara al sonido de nuestras pieles chocar, gimo su nombre y el jadea debido al placer. Está cansado por cargarme mientras me folla, por lo que debe ser agotador.

—Levi, mas lento. —Tal vez si le baja al ritmo no se cansa tanto.

—Más lento y una mierda.

«Le vale verga la vida».

Aumenta sus embestidas, la vista se me empaña debido al placer, su lengua se desliza por la piel sensible de mi cuello y aprovecha para dejar chupetones y mordidas.

Me está volviendo loca de placer.

—M-mierda si, me voy a correr. —La electricidad que recorre mi espalda me hace erizar la piel, la presión en mi vientre se suelta y me lleva al segundo orgasmo, las lágrimas de placer empañan mis ojos los cuales se ponen en blanco debido al orgasmo.

Un par de embestidas más bastan para sentir su derrame y su liquido tibio empapando mi canal.

Me baja al suelo sin dejar de sostenerme y aun abrazados recuperamos fuerzas y regulamos la respiración, terminamos de ducharnos y salimos de la habitación para cambiarnos.

Suerte que las habitaciones de nuestras madres están en el piso de abajo y que nuestro bebé sigue dormido al final del pasillo. No quiero que escuche a su madre jadeando como perra en celo a tan corta edad. Nunca, de hecho. Sería vergonzoso.

Se traumaría de por vida.

Tomo la ropa que pienso ponerme pero Levi me toma de la cintura llevándome hacia él de nuevo, mete una de sus manos en mi cabello, tomándome con firmeza, su aliento choca con el mío debido a la cercanía y sus ojos me reparan como si fuese su presa.

—Más. —Me gruñe y me lanza a la cama. Mis piernas se abren para él y mi sexo sigue tan húmedo como al principio. Tenemos un par de horas antes que los demás se despierten y tenemos mucho tiempo perdido que recuperar.

 Tenemos un par de horas antes que los demás se despierten y tenemos mucho tiempo perdido que recuperar

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Te amo, 

Fer.

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