Una vida a tu lado || +18 🔥

| TRECE |

—Explícame otra vez la razón por la que ellas van a nuestro viaje familiar. No lo comprendo. —Levi ordena su maleta mientras yo me mido trajes de baño que he comprado especialmente para estas vacaciones.

Me gusta lo que miro en el espejo. Mi cintura se ha marcado, mis caderas se han ensanchado y mis tetas han crecido luego del embarazo, mi abdomen no es tan plano como antes del embarazo, pero la curva que hay en él me gusta. Me siento sexy, en realidad.

Me mido un conjunto negro de dos piezas, la parte superior se ata al cuello y la inferior en ambos lados de la cadera, llevo cinco pares de bikinis de diferentes colores para lucirlos todos. Levi hizo mala cara cuando se los mostré en el almacén pero aun así los compré, solo trataba de no verle la cara de perro con rabia y así imaginaba que estaba de acuerdo.

—Porque así podremos tener tiempo tú y yo a solas y ellas quieren pasar más tiempo con Connor. —Termino de atar los nudos del traje de baño y me veo al espejo por última vez antes de quitármelo y guardarlo en la maleta. —Y porque son sus abuelas, con esa razón te debería de bastar.

—Tsk, señoras locas y chillonas. —Levi ama a su madre pero él no es un hijo tan afectivo. Me visto rápidamente antes de que Levi preste más atención a que estoy desnuda y termine follándome. Voy rápidamente a la habitación de Connor y se encuentra viendo sus caricaturas esperando por nosotros.

—¿Estás listo, cielo? —Reviso su maleta por última vez para que nada quede olvidado y camina conmigo hasta abajo, esperando a que Levi baje con mi maleta y con la suya.

—Parece que llevas ropa para un año aquí.

—Cállate. —Salimos de casa y nos montamos en el carro hacia el aeropuerto. Nuestras madres estarán ahí esperando.

Abordamos el avión con Kuchel y mi madre, vamos en primera clase así que los asientos son más cómodos. Son pequeñas cápsulas para tres personas y las abuelas insistieron en que Connor las acompañara durante el viaje.

La azafata pasa ofreciendo la cena que consiste en un plato demasiado gourmet para mí gusto, pero es primera clase y no puedo pedir una hamburguesa extra grande, así que soporto.

Ya es de noche y todos están dormidos, menos Levi que odia dormir en aviones, así que lee un libro mientras yo veo una película romántica que me hace llorar, pues el protagonista muere al final.

Absorbo la nariz mientras sollozo y seco mis lágrimas con una mano, mientras que con la otra me toco el pecho tratando de calmar mi respiración.

—Eres una loca dramática. —Me dice mi romántico esposo.

Le hago mala cara y le saco el dedo medio. Después del embarazo de Connor soy más sensible de lo normal ante muchas cosas, la muerte es una de ellas y me aterra el hecho de poder perder a mis dos hombres.

—Pues la loca dramática es tu mujer, así que te aguantas. —Rueda los ojos y sigue con su lectura. Me dispongo a ir al baño sin hacer ruido pues todos duermen en sus asientos. No hay muchas personas en primera clase o en todo el avión, pues no es época de vacaciones.

Lo bueno de ser los dueños de la empresa dónde trabajamos es que podemos tomarnos vacaciones cuando queramos.

Levi odia viajar en la época dónde todo el mundo viaja. Dice que todos los lugares están repletos de personas y él odia la convivencia. Y a las gente.

Cierro la puerta del baño y saco de mi pequeña bolsa, la que he preparado con cepillo de dientes y mis productos de skin care, todo lo que necesito para prepararme el rostro. El sonido de la puerta cerrarse detrás de mí me sobresalta y una mano sobre mi boca ahoga mi grito. Por el espejo veo a Levi quién restriega su polla en mi trasero.