| CUATRO |

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Las risas del pequeño Connor se escuchan por toda la sala de estar. Eren lo lanza en el aire y lo atrapa en sus brazos y al parecer eso hace que mi hijo ría a carcajadas. Acaba de cumplir su primer año de vida y estamos a unas semanas de Navidad y del cumpleaños número veintiocho de Levi.

No puedo sentirme más melancólica.

Ha sido un año lleno de cambios. La vida cambia completamente cuando tienes un hijo. Ya no duermo ni como de la misma manera y mi rutina sufrió un gran cambio al igual que la de Levi, ahora soy esposa y madre a tiempo completo.

Me gradué de la universidad hace unos meses con una ceremonia a lo grande y luego una celebración en el jardín de nuestra casa dónde estaban amigos y familia. Mi titulo ahora está al lado del de Levi en nuestro estudio y no sé si estoy más orgullosa yo o él.

Fue difícil con un bebé, pero lo logré. La ayuda de nuestras mamás contribuyó grandemente, por supuesto.

Levi insistió en que no trabajara este año y me dedicara a Connor, no le costó mucho convencerme ya que el pasar tiempo con mi hijo es lo que más disfruto hacer. Durante el día me encargo de él y mientras duerme, hago cualquier cosa que tenga que hacer en casa. Mientras está despierto jugamos y vemos algunas caricaturas, claramente él no las entiende pero se entretiene con los colores y la música.

Levi me ayuda cuando regresa del trabajo, juega con su hijo hasta que éste se queda sin energías y se duerme en sus brazos. A decir verdad, amo esta etapa.

Hay días como hoy, en los cuales nuestros amigos nos visitan para jugar con Connor. Este día es el turno de Mikasa y Eren. No tengo dudas en que Eren es el tío favorito de Connor cuando de jugar se trata, el pequeño se ríe a carcajadas cada vez que el castaño está aquí.

Mikasa y yo preparamos la comida mientras los vemos jugar. Al cabo de un rato nos sentamos a comer y mi hijo come a mi lado su papilla con mi ayuda.

—Ahí vieeeeeneeee... eeeeellll... avióóóóóóóón. —Connor abre su boquita y meto la cucharita con papilla, el ríe y la saborea.

—¿Cuándo comerá algo que no sea papilla? — Eren se mete un bocado de carne a la boca. —Algo así como... una cerveza y costillas de cerdo.

Ignoro lo último que dice, haciendo un recordatorio de mantener a mi pequeño alejado de él cuando sea más grande.

—Ya tiene sus primero dientes pero aún no puede comer cosas demasiado sólidas, dentro de un mes tiene su control con pediatra. —Mi hijo abre la boca pidiendo más comida.

—¿Ya camina? —Mikasa mira a Eren con desaprobación.

—Aún es muy pequeño, Eren.

—¿Habla? —inquiere el idiota.

—Eren, aún le falta crecer.

—No creo que crezca mucho teniendo a un papá tan enano. —Se mete otro bocado a la boca y ahogo una risa por lo que acaba de decir. —O sea no hace nada más que comer, cagar, dormir y reírse de mí.

—Claro, es lo que los hacen los bebes, idiota. —Le reprocho y termino de alimentar a mi hijo. Ojalá la vida le pusiera pausa a su crecimiento y me lo dejara pequeño para siempre. Termino mi comida y los chicos me ayudan a ordenar y limpiar. Connor se ha quedado dormido en su corralito.

Perdemos de vista a Eren por un momento y Mikasa y yo preparamos palomitas para ver una película en lo que Levi regresa de trabajar. Cuando regresamos a la sala de estar, Eren esta arrodillado al lado de Connor y le susurra algo al oído.

—¿Qué carajos haces? —Se sobresalta y se pone de pie asustado.

—Nada. —Lo miro mal pero lo ignoro. Buscamos una película y terminamos eligiendo El Conjuro 2.

Una vida a tu lado || +18 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora