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— Yo a veces me pongo a pensar... ¿Qué vas a hacer el día que vos y Bokuto se peleen? - preguntó Konoha luego de que me senté.-

Me ofreció la bolsa con el desayuno que Bokuto había preparado para mí y lo tomé.

— ¿Por qué razón nos iríamos a pelear? Él no hace nada malo que me moleste y yo no hago nada que le desagrade a él. Si llegáramos a dejarnos de hablar...

— Probablemente caerías en una depresión mucho más rápido de lo que Bokuto podría. - respondió por mí y dejé de comer.-

Era verdad, pasábamos casi todos nuestros días juntos. Si nos separamos probablemente la pase peor, Koutaro no lo sabe pero tiene gran influencia en mí.

— De todas formas ¿Por qué dijiste eso de la nada? ¿Acaso te dijo algo? - pregunté girando a observarlo.-

— No, no me dijo nada más que " Hola Konoha, ¿Podrías darle esto a Akaashi? Está llegando tarde otra vez, te compre conitos de dulce de leche a vos también así no le comes los de Akaashi".

Sonreí luego de escuchar aquello, Bokuto se había tomado el tiempo de comprarnos a ambos solo para que Konoha no se coma mis cosas.

— Como sea, lo decía porque tal vez no hayas escuchado sobre el "dar y recibir". - fruncí el ceño y negué.-

— Por ejemplo, Bokuto te da cosas, todo el tiempo pero no recibe nada. ¿Entendés? No se trata de solo dar, también se trata de recibir. Las personas se cansan de no recibir el mismo trato.

— Pero si le tengo que devolver los paraguas. Va a recibir sus paraguas. - contesté y él me observó serio.- ¿Qué?

— Si pudiera golpearte lo haría. - la voz del profesor al entrar al aula lo interrumpió.- Pero me darían un castigo y no puedo ensuciar mí reputación.

Luego de que el timbre nos informara de que la clase había finalizado, tome mí bolsa de desayuno y salí fuera de la clase.
Allí me esperaba Bokuto de brazos cruzados y serio.

— En mí defensa, Netflix me preguntó si quería seguir. - negó con la cabeza en señal de desaprobación y suspiró.- Gracias por el desayuno.

— No es nada. - comenzó a caminar y lo seguí.- Te llame más de cinco veces, pero supongo que tenías el celular en silencio.

— Puede que lo haya puesto sin darme cuenta. - contesté mordiendo un trozo del sándwich.- ¿Dónde estamos yendo?

— Afuera a sentarnos. - respondió con un tono de obviedad.-

— Traje tus paraguas, cuando salgamos te los devuelvo.

— Vas a tener que quedarte uno de todos modos porque parece que va a volver a llover hoy también.- mencionó observando al cielo el cual estaba gris.-

— Igual no entiendo por qué razón tenés tantos paraguas cuando tus papás casi no están en tu casa y vos solo usas uno grande.

— Porque si yo no tengo de más, vos terminarías todo mojado. Técnicamente son todos tuyos pero como siempre te olvidas de traer no te los puedo dar.

— ¿Compraste todos esos paraguas para mí? - pregunté asombrado y me observó con el ceño fruncido.-

— ¿A quién más le voy a comprar paraguas, Akaashi?

— A tus otros amigos tal vez.

— La mayoría trae sus paraguas porque ven el clima antes de venir a la escuela, y si se olvidan siempre tienen uno guardado acá. - contestó y lo observé apenado.-

— El otro día ví a Oikawa correr con la mochila arriba de su cabeza para no mojarse. - comenté y él rió.-

— Oikawa tenía paraguas ese día, quería hablar con un chico que le parecía lindo por eso hizo eso. Creo que le funcionó.

— Oh, está bien. Entonces prometo no olvidarme nunca más que tengo que traer un paraguas.

— No prometas cosas que sabes que no van a pasar, Keiji. - refutó y rió levemente.- Podes probar no quedarte dormido.

— Eso es algo bastante difícil pero voy a intentar.

El timbre nos avisó que debíamos volver dentro, por lo que boté la bolsa y entramos cada uno a su clase.

Soulmates. [ bokuaka ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora