ONE SHOTS [HARRY STYLES]

meeting road

Capítulo 1

A _____ Mays le estaba costando concentrarse en el libro de Biología. No había dormido bien, estaba preocupada por su abuelo. Este tenía poco más de sesenta años, pero era un hombre enfermo y tenía dificultades para pagar sus facturas.

_____ había regresado a su hogar desde la universidad de Montana en la que estaba estudiando para pasar el fin de semana con él. El viaje era caro, teniendo en cuenta la gasolina que se necesitaba para ir y volver en su vieja, pero todavía útil, camioneta. Gracias a Dios, tenía un trabajo a tiempo parcial en un pequeño supermercado durante el curso, en caso contrario, ni siquiera habría podido permitirse el gasto de volver a casa para ver a su abuelo.

Estaban a principios de diciembre. No faltaba mucho para Navidad y al cabo de una semana, tendría los exámenes finales. Pronto llegaría el frío. Pero el padrastro de _____ estaba volviendo a amenazar con echar a su abuelo de la que había sido la casa de la madre de _____. La muerte de esta había dejado al anciano a merced de aquel loco cazafortunas que estaba metido en todos los asuntos turbios de Catelow, Wyoming. _____ se estremeció al pensar que no iba a poder pagar los libros de texto de segunda mano que había cargado a la tarjeta de crédito. Iba a tener que hacerse cargo también de las facturas de su abuelo. La gasolina era demasiado cara, pensó con tristeza. Y el pobre hombre ya había tenido que elegir entre la comida y las medicinas para la tensión. _____ había pensado en pedir ayuda a sus vecinos, los Styles. Pero al único de la familia al que realmente conocía era Harry, y Harry estaba resentido con ella. Muy resentido. Sería arriesgado pedirle dinero. En el caso de que se atreviera.

Y no porque Harry no le debiera algo después de todas las veces que había intercedido por él en el pequeño pueblo de Catelow, Wyoming, un pueblo situado no muy lejos de Jackson Hole. Harry había perdido el brazo en Oriente Medio durante la última guerra, cuando estaba en el Ejército. Había vuelto a casa amargado y frío como el hielo, odiando a todo el mundo. Había comenzado a beber, se había negado a ir a rehabilitación, no había querido saber nada de psicólogos y había terminado enloqueciendo.

Cada dos semanas, organizaba una trifulca en el bar de la localidad. Los otros hermanos Styles, Mallory y Dalton, siempre pagaban las cuentas y conocían al propietario de la taberna, que era suficientemente bondadoso como para no hacer que arrestaran a Harry. Pero la única apersona que podía acercarse a Harry era _____, o _____, como la llamaban sus amigos. Ni siquiera Morie, recientemente casada con Mallory, podía tratar con Harry cuando estaba borracho. Era un hombre intimidante.

Aunque no para _____. Ella le comprendía como pocos lo hacían. Algo sorprendente, teniendo en cuenta que solo tenía veintidós años y Harry ya tenía treinta y cuatro. Era una gran diferencia de edad. Pero nunca había parecido importar. Harry hablaba con ella como si fuera de su edad, a menudo sobre cosas que ella no tenía por qué saber. Parecía considerarla como un amigo más.

Pero _____ no tenía el aspecto de un amigo. Evidentemente, en cuanto al tamaño de su pecho, no podía considerarse muy bien dotada. Sus senos eran pequeños y respingones y no se parecían nada a los de las mujeres de las revistas para hombres. Lo sabía porque Harry había salido en una ocasión con una de esas modelos que aparecían en las páginas desplegables y le había hablado a _____ sobre ello. Había sido otra de aquellas conversaciones embarazosas que Harry mantenía con ella cuando estaba borracho y de las que, seguramente, después ni siquiera se acordaba.

_____ sacudió la cabeza e intentó concentrarse una vez más en el libro de Biología. Suspiró mientras se pasaba la mano por el pelo, un pelo castaño y ondulado. Sus ojos, de un peculiar color castaño oscuro, estaban fijos en los de dibujos de los órganos internos del cuerpo humano, pero no era capaz de poner su cerebro a funcionar. Iba a tener un examen final la semana siguiente, además de un examen oral en el laboratorio, y no quería ser la típica estudiante que terminaba escondiéndose debajo de la mesa cuando el profesor empezaba a hacer preguntas.