Cuando _____ acuerda ir a un evento de caridad para apoyar a su mejor amigo, ella nunca espera que la noche cambie su vida. Conoce a un sexy extraño que la salva de un desastre, y comparten una atracción irresistible. _____ se permite ceder a la tentación, pero demasiado pronto todo el infierno se desata cuando la alarma de incendio interrumpe su cita y pierde a su guapo extraño en el caos.
Harry ha estado buscando a la mujer de sus sueños durante cuatro largos meses. Cuando la prometida de su hermano Cory aparece en la finca de la familia, embarazada, su mundo se da vuelta.
Prólogo
_____
Olvídate, de sentirte fuera de lugar. Cory pone su mano en el centro de mi espalda para guiarme al enorme salón de baile lleno de personas vestidas para impresionar. Puede que tenga un elegante vestido de diseñador, pero sigo sintiendo que sobresalgo. No pertenezco aquí, es la historia de mi vida. Pensarías que ya me habría acostumbrado a eso, pero aun así persiste.
El olor a champaña llena mi nariz cuando un camarero camina sosteniendo una bandeja llena de vasos de líquido burbujeante. Cory toma uno y lo tira hacia atrás, sin molestarse en preguntarme si quería uno. Él sabía que yo no lo haría. Estoy realmente sorprendida de que él mismo bebiera uno. Él nunca bebe, al menos ya no.
Solo lo he visto beber una vez. No, solo lo he visto borracho una vez. La misma noche que lo conocí, cuando casi vomitó mis zapatillas. Eso habría apestado. Esos habían sido mis únicos zapatos en ese momento. Podría haberle ayudado esa noche, pero él fue quien me ayudó en los últimos años. Aunque estoy segura de que él argumentaría ese hecho. Él siempre dice que yo fui quien lo ayudó a salir de la universidad, pero fue él, el que hizo mi vida mucho más fácil. Siempre ha sido más que amable conmigo, y un día espero poder pagarle todo lo que ha hecho por mí.
–Vamos a terminar con esto– murmura.
Él quiere estar aquí tanto como yo. Es como llegué aquí para empezar. Sabía que temía que viniera, así que me ofrecí voluntaria para ir con él. Siempre quiero ayudar cuando pueda. Él ha hecho mucho por mí. Es lo menos que puedo hacer, incluso si me saca de mi zona de confort.
–¿Estás segura de que estás bien?
Se detiene, me mira y la preocupación se manifiesta en sus profundos ojos azules. Sonrío y asiento con la cabeza, aunque estoy lejos de estar bien. Él ha hecho la misma pregunta un millón de veces porque sabe que no soy buena con las multitudes. Nunca lo he sido. Una trabajadora social me dijo una vez que es un remanente de un trauma infantil. Ser abandonada en el metro de niño, tiende a dejar huella. No sabían cuánto tiempo había estado allí antes de que alguien se diera cuenta de que estaba sola. No recuerdo nada de eso. No importa cuántas veces lo intente y salga a la multitud, nunca se vuelve más fácil. Tengo que pasar por esto. Si dependiera de mí, viviría lejos de la ciudad y del ajetreo y el bullicio del mundo, pero necesitaba un trabajo y no puedo superar la renta gratuita. Cocino y limpio y Cory cubre las facturas. Para ser honesta, no estoy seguro de si él paga el alquiler o si su familia es dueña del ático en el que vivimos.
–Estoy bien– lo tranquilizo.
–Es bueno para mí.
Me lanza una mirada escéptica antes de que nos adentramos en la multitud. Él mira su reloj para verificar la hora otra vez. Me doy cuenta de que la gente sigue rondando, nos mira. Cory me advirtió que lo harían. No ha estado en un evento en años. Al parecer, en la última vez que se le escapó de la mano y terminó vomitando en todas partes después de comenzar una pelea con su hermano. Se hacía llamar la oveja negra de la familia. No vi cómo era posible. Es demasiado cariñoso y agradable para ser cualquier cosa menos una fuente de orgullo.
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