stay

2.7K 29 1
                                    


En una ciudad en la que puedes tocar el cielo... o caer en el infierno.

Invisible para aquellos que lo rodean, Harry camina sin rumbo por las calles de una gran ciudad, buscando un futuro mejor que el presente en que está inmerso. Su deambular le lleva hasta una pequeña tienda regentada por Dolores y su nieta, ______. Allí, la afable anciana le dará la oportunidad de cambiar su presente, aun en contra de los deseos de su desconfiada nieta.

Bajo la desamparada apariencia de Harry, ______ descubrirá a un hombre valiente que conquistará su corazón, aun sin pretenderlo, y que, asustado por la pasión que siente por ella, intentará por todos los medios ocultársela. Al fin y al cabo, no tiene nada que ofrecer: él solo es un sin techo más.

Pero ______ no es una jovencita soñadora e insegura, sabe lo que quiere, y está dispuesta a luchar por conseguirlo. Utilizará todas las armas a su alcance para vencer los recelos de Harry, y la pasión será una de ellas...

Si la pasión llama a tu puerta, ¿te atreverías a rechazarla?

Capítulo 1

Dicen que la primera impresión es la que cuenta...

La primera vez que ______ vio a Harry fue una tarde lluviosa de febrero. Estaba colocando madejas de lana, hilos de perlé y telas de lino y panamá en sus correspondientes estantes mientras su abuela se afanaba en limpiar el inexistente polvo de cada cuadro de punto de cruz o ganchillo que adornaba las paredes.

En el mismo instante en que la campanilla que colgaba sobre la puerta sonó avisando de la entrada del primer cliente de la tarde, ambas mujeres se dieron la vuelta y parpadearon sorprendidas.

Un hombre joven las miraba, entre avergonzado y tímido, desde el umbral de la tienda. Vestía unos pantalones tan raídos que a través de la tela se le podían ver las huesudas rodillas, una chamarra militar cuyas mangas deshilachadas apenas alcanzaban sus muñecas y, en sus pies, unas deportivas que en algún tiempo pasado fueron blancas; completaba su gastado atuendo un gorro negro plagado de agujeros que apenas cubría su cabeza.

—Buenas tardes, señoras —saludó—. ¿Necesitan que les haga algún recado? —preguntó quitándose el gorro y estrujándolo entre las manos.

Nieta y abuela se miraron aturdidas durante un segundo y luego negaron con la cabeza.

—¿Quieren que les limpie los cristales? —preguntó de nuevo el joven, sin dejar de apretar las manos sobre la lastimada prenda.

—Está lloviendo, limpiar los cristales no es muy inteligente —indicó ______ con acritud ya que no le gustaba la pinta del tipo.

—Puedo ayudarles a colocar los paquetes más pesados si quieren —se ofreció señalando las cajas llenas de material de costura que estaban desparramadas por el suelo, a la espera de ser vaciadas y colocadas.

—No nos hace falta ayuda para nada, nos las apañamos muy bien solitas —informó arisca la joven.

—____, cariño, el joven nos está ofreciendo su ayuda amablemente; lo mínimo que puedes hacer es ser educada —la regañó la anciana.

______ bufó y se cruzó de brazos claramente irritada. Su abuela, tan excesivamente amable e ingenua, tenía por costumbre pensar que las personas eran buenas por naturaleza, y no veía ningún inconveniente en confiar en cualquier desconocido, incluso en un vagabundo como el que acababa de entrar en la tienda. Un tipo que, ______ estaba segura, en cuanto se despistasen metería la mano en la caja registradora y les sisaría el poco dinero que habían hecho ese día... eso si no se le cruzaban los cables y las amenazaba con una navaja o algo peor, para que le dejaran robar tranquilo.

ONE SHOTS  [HARRY STYLES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora