MY OWN KOOK! ✧ SOOGYU

Capítulo 28 (2/2)

Los escalofríos bailaban sobre su cuerpo. Lo último que recordaba eran las miradas decaídas de los enfermeros, que no parecían muy esperanzados. También recordaba la última caricia que le dio antes de despedirse, en su mejilla, y con todo el amor que cabía en su cuerpo. Él era el que siempre lo había prevenido de cometer idioteces, esperaba no haber llegado tarde esta vez.

Para su mala suerte aún no había logrado comunicarse con el padre de yeonjun. No sabía qué era de su vida, lo último que escuchó de la boca del propio pelirosa, era que se había instalado firmemente en japón. Y que según él, se la pasaba en prostíbulos, contratando hermosas mujeres para que cumplieran todas sus fantasías.
Llevaba casi cinco horas esperando en la sala principal, al lado de los consultorios y salas de operación. De hecho, allí se encontraba Yeonjun. Luchando por vivir.

Se comía la cabeza pensando lo peor. Se preguntaba, principalmente, ¿por qué lo había hecho? ¿por alguien? acaso.. ¿porque realmente se había enamorado de beomgyu?
Aquello último era lo que más ruido le hacía. Quizás se había enamorado de él por los trabajos de clase que les había tocado juntos.. ¡No sabía! pero era lo más coherente que se le venía a la cabeza.
Sus ojos estaban cada vez más cerrados y rojizos, al igual que su nariz. Se habían formado grandes y notorias ojeras bajo los mismos. Quizás debido a la combinación del llanto y no dormir. La situación lo consumía.

Al parecer, su teléfono había caído cuando se tiró al suelo para intentar despertar a su amigo, ya que no lo llevaba encima. Su espalda dolía como el infierno, su cabeza doblaba esa magnitud. Solo quería despertar de esa espantosa pesadilla.

"¿Es mi culpa que Yeonjun haya llegado hasta este punto?" Pensaba una y otra vez. No encontraba otros motivos para que se haya inyectado quién sabe qué porquería que encontró por ahí. Suspiró, cerrando los ojos y pegando su cuello a la pared, todavía sentado en esa sillita de plástico para nada cómoda.

— ¿Familiares de Choi Yeonjun? — Preguntó un doctor vestido con una bata blanca, en voz alta.

Soobin se paró, limpiando los restantes fragmentos de agua que emanaron de sus ojos.

— Y-yo.. soy su mejor amigo. — Explicó entrecortado, y el señor lo miró mal.— Sus padres salieron del país.

— Seré sincero, está grave, en terapia intensiva. — Respondió en voz baja. — Hicimos todo lo que pudimos. — Explicó, mientras la mirada horrorizada de Soobin lo partía en dos. — Pero ahora mismo todo depende de él, de su evolución. Tuvo una sobredosis, cargada de pastillas, estupefacientes en estado líquido y sólido por lo que pudimos notar. — Continuó, notando cómo el pecho del responsable, otro menor de edad, subía y bajaba con frecuencia. — Poca gente ha llegado a sobrevivir después de ingerir semejante cantidad de.. droga. — Vulgarizó. — Solo nos queda esperar para ver cómo reacciona al suero, la medicación y, lo más importante, que su cuerpo pueda resistirlo. Lo más seguro es que tengamos que volver a intervenirlo.

Apenas pudo asentir con el corazón destrozado. Susurró un tímido "gracias" y volvió a sentarse donde anteriormente lo hacía. Miraba algún punto fijo en la pared, imaginando la peor de las resoluciones. Si su amigo no despertaba, él iba a ser el único culpable.

— Oh, oh.. ¡Soobin, Soobin! — Oyó decir a pocos metros, seguido de unos pasos apresurados. — N-no digas nada, s-solo..

Beomgyu fue directo a abrazarlo una vez estuvo a su lado. Pasó sus brazos por los hombros de su novio y lo apretó con fuerza contra su cuerpo. Lamentablemente ya toda la escuela se había enterado de la supuesta muerte del famosísimo Choi Yeonjun. Resulta que el extraño tipo que los había llevado al hospital, era el hermano mayor de Yuna. Sí, la muchacha que había sido brutalmente rechazada dos días antes. Él se lo contó a ella, ella a sus amigas y así acabó por enterarse hasta el presidente. Taehyun se lo comentó por encima a beomgyu, y lo único que se le vino a la cabeza fue salir de la escuela y correr en su búsqueda.