Capítulo 31

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El rumor ya circulaba entre las bocas de todo el instituto. Era martes, casi una semana después de romperle el corazón a su ahora ex novio. Todos hablaban de que los famosos tortolitos habían cortado después de tan corto -pero intenso- noviazgo, y no por cualquier razón; ¡Sino porque Soobin le había sido infiel! entendieron todo al revés. Como si estuvieran en un teléfono descompuesto interminable.

Él no lo sabía y ya despertaba aturdido, teniendo una noche espantosa llena de pesadillas que no lo dejaron descansar bien. Luego de tomar una rápida ducha fría, se vistió con el uniforme escolar y revisó su celular por primera vez en la mañana, el cual había recuperado gracias a su madre. No habían noticias de su amigo, por lo que debía asistir a la escuela y explicar los motivos de su ausencia los últimos días. Lo que significaba que, iba a confirmar que Yeonjun estaba internado.

— ¿Quieres que te lleve? — Preguntó su madre, sentada en la isla de la cocina bebiendo café. Sus piernas descansaban cruzadas mientras ella leía el periódico. — Es temprano, desayunemos juntos.

— No, estoy bien. — Respondió con una sonrisa algo forzada. — Gracias mamá, pero quiero tomar aire.

La señora asintió cansada, dándole su espacio. Le encantaría saber qué era lo que lo traía así, porque estaba claro que no era solo su amigo. Pero, conociéndolo, era grave y no iba a contárselo. Desde siempre había sido reservado, de esas personas que resolvían sus problemas sin ayuda de nadie.
Sin decir más nada, Choi menor salió de casa a pesar del horario adelantado que llevaba. Faltaban cuarenta minutos para la hora de entrada. Comenzó dirigiéndose hacia el centro de la ciudad. Sí, pasando por los lugares de su primera cita oficial. Y allí, su cabeza no pudo hacer otra cosa que bombardearlo a preguntas que no podía responder.

Primero que nada, aquel pequeño pelinegro no salía de sus mente ni siquiera para las pesadillas. Porque sí, Soobin había soñado a su ex siéndole infiel con su mejor amigo. Sabía que algunas personas mentían respecto a eso por simple despecho, pero aquellas palabras habían salido tan enojadas, tan cristalinas y tan sinceras que lo hacían dudar.

¿Por qué había terminado así? con el corazón lleno de heridas. Era tan simple, solo tenía que evitar que cayera en la trampa de Yeonjun. Pero él, sus pequeñas manitos, su brillante sonrisa, su sedoso cabello.. era imposible no caer rendido a sus pies.

Se sentó en el cordón de la acera soltando un gran y profundo suspiro que trataba de calmarlo. Tenía un nudo en el estómago que lo estaba desgastando.

— ¿Entonces sí le fuiste infiel? — Preguntó aquella molesta y chillona voz. — Vaya, pensar que me rechazaste diciendo que él era tu todo.

Arrastró sus ojos hacia ella; coleta rubia, con gafas de sol, bolso de marca y tacones aguja color negros. Totalmente engreída, bajó sus lentes y los dejó descansar sobre el puente de su nariz. Le dedicó una sonrisa perversa y continuó molestándolo.

— Cuántas vueltas da la vida.. — Expresó, colocando una de sus manos en su cintura. — No sabía que eras de esos infieles que traicionan mientras menos lo esperas. Pero, ¿Qué podía esperar? todo el que me rechaza tiene su merecido.

Soobin prestó mas atención a sus palabras.

— ¿Dices que yo fui el infiel? — Se animó a preguntarle. — Que equivocada estás.

— ¿Yo, equivocada? — Devolvió acompañándolo con una risita traviesa. — Lo está toda la escuela, entonces. Vamos, Choi Soobin, no sirve de nada negarlo ahora.

Él apretó sus dentaduras una con otra. Tomó su mochila y se puso de pie, furioso. Escuchó las carcajadas de la rubia a sus espaldas y sin tomarle más importancia, siguió su camino. Cada vez tenía menos ganas de regresar a clases.

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