Hace doce años que Yugi fué atrapado por la oscuridad que alberga el otro lado de la cascada.
Finalmente, después de tanto tiempo el sello que impedía cruzar se desvanecerá; la oportunidad perfecta para que puedan pasar y rescatar al tricolor.
Pero...
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- Jajaja
- ¡Oye! ¡Dame a Sofía!- exigió cierta pequeñita mientras perseguía a su hermano mayor por tres segundos.
- Bien, ten- respondió arrojando la muñeca hacia ella, quién la atrapó sin problema.
Ambos chiquillos tenían la tez blanca, ojos amatista y cabellera albina. Su similitud era tanta, que si ambos tuviesen la cabellera corta o larga serían fácilmente confundidos uno con el otro. Sin embargo, sus habilidades eran distintas. Pues aquella chiquilla era una loba cazadora, mientras que su hermano, era un lobo puro.
- Oye Lumine, vayamos a jugar al río.
- Mamá dice que no podemos ir solos.
- Estarás conmigo. Te voy a cuidar.
- ¿Cómo? Tenemos literalmente la misma edad, no puedes hacer más que yo.
- Soy más fuerte que tú, si algo te pasa podré luchar contra aquello que te haga daño- sentenció para tomar su apariencia lobuna.
- Eso no hará falta. Porque ninguno irá solo al río- interrumpió cierta mujer de ojos color granate y cabellera albina como la de los pequeños, la cual se dirigía a donde los chiquillos jugaban. - Hora de desayunar- dijo con una sonrisa, sonrisa que desapareció al instante al olfatear cierto aroma.- Vayan adentro niños. Ayúdenme a colocar la mesa.
- Si mamá.
- ¡El último en llegar lo hace todo!
- ¡Luka! ¡Eso no es justo!- reprochó la chiquilla corriendo tras su hermano hacia el interior de la pequeña cabaña casi a las afueras del clan Phoenary.
La mujer y aparentemente madre de aquellos mellizos miró hacia todos lados, dando al fin con aquel aroma singular.
- ¿No te estás exponiendo mucho al liberar tu aroma?- preguntó acercándose a un grupo de arbustos.
- No me di cuenta de ello- respondió el lobo blanco saliendo de los arbustos- Veo que están muy bien.
- Es inusual verte por aquí. Apenas pasaron dos días desde tu última visita.
- Necesitaba venir. Han sido tiempos complicados y... Bueno...
- Te entiendo Yugi. Pero te expones a que Luka y Lumine te vean.- habló con tranquilidad y preocupación- ¿No es eso lo que siempre has querido evitar?
- Si... Y seguiré evitando que ellos me conozcan. No sería bueno.
- Aún sigo sin comprender tu forma de pensar... Pero prometí no hacer más preguntas así que sólo me queda apoyarte... Como hermanos que somos- sonrió y Yugi correspondió aquella sincera sonrisa.
- Deberías entrar. El almuerzo se enfría.
- Un día de estos... Deberías venir. Los cuatro podríamos almorzar juntos y...
