Los hermanos Muto

Corazón de madre

— Ya pasaron tres días y aún no despierta... Sin él todo esto no tiene sentido.

— Mana, él estará bien. Ten un poco más de fé ¿Si?

— Pero Mai, él...

— Señoritas— interrumpió un guardia en la carpa de las chicas— El Alfa ordena que tomen sus posiciones. Un grupo se aproxima, están casi un kilómetro de aquí. Llegarán en menos de una hora.— y sin más de fué.

— Maldición. Esa mujer a la que llamé abuela por 18 años realmente quiere matar a mi hermano y definitivamente no le daré el gusto.— se puso de pie.

— ¿A dónde vas?

— Ya escuchaste a ese guardia, debemos tomar nuestras posiciones de ataque.

— Yo si, tú no. No has dormido bien y es malo para tu salud.

— No me voy a quedar aquí durmiendo mientras atacan el campamento. Quiero proteger a mi hermano

— ¿Quieres proteger a alguien? Comienza cuidando la salud del ser que llevas dentro de ti.

— Ese ser es temporal.

— ¿Realmente piensas abortar?

— No, ya no. Pero definitivamente no quiero ser madre— suspiró.— estuve pensando y... En cuanto nazca lo voy a dar en adopción. Yugi me dijo que la culpa es muy pesada y no quiero cargar con ella el resto de mi vida cómo posiblemente cargue Yugi por abortar hace cuatro años... Si lo doy en adopción al menos... Sé que tendrá una vida que yo no podré darle. Estará con alguien que si lo ame de verdad.— Mai se quedó pensativa.

— Aún así debes descansar. Yo me encargo del Alfa.

Queriendo o no al final la castaña aceptó.

La rubia se dirigió hacia la carpa de planificación donde se hablaban y planeaban estrategias de ataque y defensa, ya que ahí estaba segura encontraría al Alfa.

— Alfa Atem— llamó en cuanto entró a la carpa llamando la atención del mencionado que por fortuna estaba solo en ese momento. El moreno dejó de mirar el mapa en la mesa y la miró a ella— debo hablar con usted.

— Nos atacarán en cualquier momento, debes tomar tu posición.

— Lo sé pero es importante.

— Entonces ve al grano.

— Bien...— pensó sus palabras, y aunque dudó al final habló— ... Quiero que releve a Mana de su puesto como capitana del grupo de defensa

— ¿Qué? No.— dijo confundido— Ella es buena en eso, conoce el mando y sus estrategias son excelentes.

— Lo sé. Pero es peligroso que siga en campo de batalla. Quiero pedirle que le de algún cargo que no implique que luche con capa y espada.

— ... Tu petición es confusa... Y a menos que me dé una buena razón...

— Ella debe descansar, no ha dormido bien y...

— Nadie ha dormido bien. Si fue capitana del mismo puesto en el clan Phoenary debería estar acostumbrada a esto.

— Lo está. Pero ese no es el punto ahora.

— Pues entonces deja de darle vueltas al tema y dime tu punto de esta petición.

— ¿Si lo hago me jura que lo que le diga... No saldrá de aquí?

— Mientras no dañe a nadie...

— ... Bien...— se acercó más a él— Mana... Está esperando un bebé.— Atem se quedó asombrado y confundido a la vez— Y si sigue luchando puede que lo pierda.