Capítulo 24

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El próximo ataque no se hizo esperar, a la madrugada del día siguiente las alarmas resonaron por todo el campamento. Los semidioses salieron a medio vestir, la mayoría en piyama, pero todos con la armadura bien colocada y sus armas desenvainadas.

La Secta tardo un poco más en hacer su aparición, pues tenían otros problemas que atender.

Por un lado, David buscaba a Daniel por el bosque; por otro, Maddi, Erick Chris y Jazmín continuaban con su discusión de la noche anterior; y Percy y Annabeth se ocupaban de asuntos más privados en la habitación del capitán de Salvation.

Cuando la alarma de ataque sonó, ninguno estaba en condiciones de correr a la ayuda. Sin embargo, llegaron en cuanto sus problemas personales se los permitieron, excepto Annabeth, a quien habían convencido de permanecer en el barco las próximas batallas por si la maldición decidía empeorar en el peor momento.

Cada uno parecía molesto por una razón diferente, lo que los volvió aún más temibles. Atacaban a cualquier cosa que se acercara sin miramientos.

A mitad de la pelea, Vacío apareció.

–Están haciendo esto más difícil de lo que debería –les dijo, irritado.

–Eso espero –le dijo Maddi y, con sus ojos radiantes en furia, ataco.

Vacío se sorprendió, pues esperaba un monologo más largo, pero aun así supo defenderse. Sus compañeros no tardaron en seguirla contra Vacío.

Las cosas parecieron ir bien por bastantes minutos, ningún monstruo se acercó a su campo visual, lo que les permitió concentrarse en Vacío, a quien lograron hacerle varias heridas y, tras unos minutos de batalla, hasta Maddi había dejado de vigilar alrededor... Un grave error.

La Secta atacaba por varios puntos a Vacío, evitando que supiera cual sería el siguiente golpe y que pudiera usar sus poderes para alejarlos.

Los 8 pensaron que podían lograrlo, hasta que Maddi, desprevenida, fue atacada por un soldado que logro pasar el límite de semidioses que se había formado alrededor de Vacío y La Secta. Su espada había hecho un arco perfecto directo a la muñeca de la chica, atravesándola como si de papel de tratará y haciendo caer su mano junto con su daga al suelo, despegada del resto de su cuerpo. 

El shock de la chica la dejo vulnerable a un ataque en el abdomen de Vacío, que atravesó por completo su cuerpo, haciendo que cayera al suelo. Vacío levanto su espada, dispuesto a cortar el cuello de la chica, pero su mano fue atravesada por una bala y su arma cayo al suelo.

Rápidamente, Erick tomo a Maddi y la alejo de Vacío lo más rápido que pudo y Chris se escabulló para tomar la espada de Vacío; mientras los gemelos y Percy se encargaban de los soldados que atravesaron el perímetro de semidioses.

–¿Qué demonio está pasando? –les preguntó Percy en cuanto llego con los semidioses inmortales.

–Son mortales –le explico Hazel.

Al prestarles más atención notó que, en efecto, eran mortales, pero tenían las pupilas completamente negras y las venas del mismo color. Cada uno estaba equipado con una hermosa espada que ni siquiera deberían poder ver.

–Nuestras armas solo los atraviesan y tampoco logramos que se desmayen –le aclaró Frank.

–Busquen otra arma, encuentren la forma de matarlos –los presiono.

–No podemos simplemente matarlos, siguen siendo mortales –le aclaró Nico–. Puedo sentirlo, Vacío está en sus mentes, pero su conciencia sigue allí, encerrada y al pendiente de todo, están asustados, en verdad asustados.

¿Qué haría sin ti? (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora