Capitulo 5

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--¡Estúpida, semidiosa! ¡Que no lo entiendes! – escucho gritar a un hombre que no podía ver por sus ojos cerrados.

-- No, no, ¡no pueden haber muerto! –- está vez ella habló, tenia los ojos llenos de lágrimas.

-- Tal vez si te lo muestro de nuevo logres entender – le volvió a hablar el hombre.

De pronto, Annabeth ya no tenía los ojos cerrados y se encontraba en un campo de batalla, era el Partenón, pudo ver que los semidioses junto con los dioses habían logrado derrotar a lo gigantes, pero notó dos cuerpos en el centro, la sangre que salía de su cuello chorreaba por toda la tierra, eran Hazel y Frank.

-- Murieron para despertar a mi esposa. No te preocupes la derrotaron, pero ellos no podrán revivir, no de nuevo – escuchó de nuevo el hombre pero no pudo verlo, sus ojos estaban llenos de lágrimas – Sabes que pudieron salvarlos. Sabes que pudiste salvarlos, ustedes dos eran el sacrificio que tenía pensado Gaia.

El escenario cambió, ahora pudo ver a Jason y a Piper peleando contra el ejército de Gaia.

-- Tal vez fue muy adelante, en esta aparte el otro chico ya falleció – le dijo el hombre que seguía hablando en su cabeza – Bueno, ya conoces la historia, el hijo de Hades, Nico, creo que era su nombre, falleció al llevar la estatua que con tanto trabajo salvaste. Cerca del campamento se desvaneció en las sombras por realizar tantos viajes sombra. Pero no estés tan triste, la chica que iba con él, la hija de Belona, la logró llevar al campamento.

Vio a los griegos y romanos tratar de hacerle frente a los monstruos, pero viéndose ante una gran desventaja. Vio a Clarisse cayendo ante la cantidad de monstruos. Vio a Gaia, de seis metros de alto y con su vestido tejido con briznas de hierba. Vio al dragón Festus, con Leo montándolo, subir a Gaia mientras lo seguían Piper y Jason. Vio como Octavian apuñalaba a Reyna mientras corría a un onagro. Vio cómo Piper logró dormir a Gaia. Vio a Piper y a Jason caer inconscientes del dragón tras la explosión provocada el onagro donde se había atorado Octavian.

Todo lo vio en cámara rápida, como sus amigos iban muriendo. Al final lo que vio fue horrendo, un campo lleno de cadáveres, los semidioses que seguían en pie habían ganado, pero no celebraban, se habían perdido muchas vidas, y en el centro vio los cuerpos de Piper y a Jason que no pudieron frenar su caída y del cuerpo de Leo ya no quedaba nada.

-- ¿Ahora me crees? – le dijo de nuevo en su cabeza el hombre, ella se quedó callada, viendo a su campamento – Sabes que pudieron hacer algo, los griegos estaban perdidos, asustados, la mayoría eran novatos y su otra líder, la hija de Ares, murió; los romanos estaban igual, sus dos pretores acababan de morir. Pudieron hacer algo, estaban destinados, sabes que pudiste salvarlos, pero decidiste quedarte en el Tártaro para ayudar a dos monstruos, abandonaste a tus amigos para salvar a un gigante y un titán, ¿y donde están ellos ahora? Muertos. Es lo que les pasa a las personas que están cerca de ti, mueren: Michael, Silena, Clarisse, Nico, Luke.

El continúo mencionando nombres, ella empezó a hiper-ventilarse, no podía seguir, no quería, quería salir. A lo lejos comenzó a escuchar una voz llamándola, cada vez más audible.

-- ¡Annabeth, Annabeth! ¡Despierta!

-. -. -. -. -. -.

En el camarote del capitán Annabeth despertó hiperventilada ante los gritos de Percy llamándola. La noche anterior, después de su platica con los semidioses, los encapuchados estaban cansados, habían sido demasiadas cosas para tan poco tiempo, así que ya no hablaron entre sí, sólo vieron el hechizo, se dirigieron al barco, les mostraron sus habitaciones y se fueron a dormir.

¿Qué haría sin ti? (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora