Capítulo 20

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Cuando Annabeth despertó a la mañana siguiente, su herida estaba casi del todo sanada, pero se sentía un tanto débil y mareada, supuso que era el efecto de la maldición.

Junto a ella, Percy seguí en trance, balbuceando nombres y moviéndose mucho. No podía verlo así, por lo que decidió bajar a revisar a los demás, pero se llevó una sorpresa a no encontrar a nadie más que a los gemelos, que seguían en la sala .

Daniel había regresado a dormir, pero David seguía despierto, pensando.

Annabeth se sentó junto al chico.

La chica se había encariñado con los gemelos más que los demás, le recordaban a sus hermanos, creía que estar con ellos era una forma de la vida para compensar que nunca pudo volver a verlos.

Al verla sentarse junto a él, David salió de sus pensamientos.

--¿Qué estamos haciendo aquí? – susurró de la nada, pero Annabeth entendió perfecto.

Hojas perenne y un sueño de una ciudad isleña.

-- Salvar al mundo, espero --. Intento bromear, pero el chico no estaba de humos para reír --. Es nuestro trabajo, David.

Dibuja una línea en la arena y vamos a alisarlo 

-- No entiendo en que pensaba Caos al mandarnos aquí. 

-- Era la mejor opción – le dijo la chica --. Estoy segura de que a ninguno le apasionaba la idea, ni siquiera a Caos

-- No es lo mismo – comenzó el chico --. Nosotros debimos de haber llegado aquí. Zeus debió enviarnos alguna señal, como la cabra que guio a esa otra hija de Zeus. Pero no lo hizo, nos dejó abandonados. Solos ¿Por qué?

-- No lo sé, David. Tras décadas de inmortalidad, aún no comprendo la mente de los dioses.

-- Lo peor es que creo entenderlo – dijo de pronto --. Nos tuvo a muy pocos años de haber jurado no tener más hijos, él no nos quería como problema. Él no quería que llegáramos a los 16.

-- No puede ser eso, David – intentó convencerlo Annabeth --. Puede que Zeus no sea el mejor padre del mundo, pero no intentaría que murieran.

¿Ganará tu lado, llegar a la mitad?

-- No es solo eso – dijo David --. Yo lo vi una vez. No lo reconocí en ese entonces, claro, pero solo fue cuestión de unir algunos cables después de que Caos nos explicara por completo quien era nuestro padre.

Cuéntelos uno a la vez

«Fue dos años después de que entramos al orfanato, por la muerte de nuestra madre. Una gran madre, por cierto. Teníamos problemas de dinero, así que cuando enfermo no pudo pagar sus medicinas ni un médico y la perdimos con solo 9 años.

Y lo intentaremos
adivinar

«El orfanato no era tan malo, nos volvimos amigos de los otros chicos rápidamente. Nadie iba a adoptarnos, éramos mayores y muy traviesos, además de que debían llevarnos a ambos.

«En fin, el punto es que un día un hombre vino a vernos.

«Usaba un traje azul, parecía algún abogado, con su porte y seriedad. Pero lo sorprendente eran sus ojos, unos ojos azules tan intensos como los nuestros.

«En el instante en que paso la puerta y preguntó por nosotros todos pensaron que era nuestro padre, lo que era cierto, pero él lo desmintió casi de inmediato.

¿Qué haría sin ti? (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora