Capítulo 16

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Como seguir tus pasos con tan poca luz.

No diviso tu cara entre la multitud.

Naufragó entre el pasado y el presente.

Soy esclavo de mi mente y del eco de tu voz


Maddi se despertó desorientada

Volteo a ver a su alrededor, estaba en una de las habitaciones del Salvation. A su lado Jazmín seguía en trance.

Limpio las lágrimas de sus ojos, se levantó y fue directo al baño de la habitación a ducharse para calmarse un poco.

Cuando terminó, aun no despertaba Jazmín y como no podía verla así , salió al bosque.

Subió a un árbol para asegurarse de que nadie la viera, subió sus pies a la rama, y se recargó en el tronco.

Se quedó allí, viendo al sol salir en el horizonte, en silencio. Hasta que noto que alguien daba vueltas debajo del árbol. Era Erick y estaba llorando.

Maddi no quería que se diera cuenta que estaba ahí, no quería molestarlo, pero por accidente rompió una rama cercana a ella, así que la noto.

--Hey, Maddi – la saludó sin voltear a verla, limpiando sus lágrimas --. Supongo que hemos sido los primeros en despertar.

-- Sí, supongo -- le contestó.

-- ¿Quieres compañía?

Aunque Maddi no quería a nadie cerca, tampoco quería estar sola, así que asintió.

Erick subió a la rama, ella le hizo espacio doblando sus piernas y él dejó sus pies colgando.

-- ¿Estás bien? -- le preguntó Erick, pero después lo pensó mejor --. Dioses ¿Qué clase de pregunta es esa? Claro que no estás bien, ninguno lo está.

-- No creo que nuestra cordura esté bien en un tiempo -- le dijo Maddi después de soltar una pequeña risa.

-- ¿Quieres hablar sobre ello?

-- En realidad no.

Maddi soltó un suspiro y dejo sus pies colgando. Erick intentó colocar su mano en el hombro de Maddi como apoyo, pero ella se apartó tan violentamente que casi cae del árbol.

-- ¿Estarás bien? -- le pregunto Erick al verla apartarse.

-- Sí, lo estaré.

Hubo un momento de silencio algo incómodo.

-- Es cómico, ¿no? – Habló Erick por fin, soltando una pequeña carcajada – Somos leyendas, historias que se cuentan entre los mortales, temidos por muchos de ellos, pero aún no podemos superar esa pequeña parte de nuestra vida que pasamos entre ellos.

-- Sí... -- río por lo bajo– Supongo que hay cosas que te marcan para siempre.

-- Supongo – suspiró – Aun así, esas son las cosas por las que estamos aquí, ¿no? Hubo algo bueno.

-- No lo parece...

-- Tal vez cada vez son más pesados porque no los afrontamos – dijo el chico --. Todos nosotros evitamos nuestros pasados, tal vez ese es nuestro problema, lo evitamos hasta que regresa, porqué siempre regresa, y siempre que regresan parece peor.

-- Me ha funcionado – le dijo desanimada

-- ¿En serio? ¿Ha funcionado? – La miro a los ojos y ella solo desvió su mirada -- Yo estoy harto. Harto de todo está mierda. Te lo contaré.

¿Qué haría sin ti? (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora