Capítulo 27

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Percy despertó en la misma habitación de la que había logrado escapar hacia siglos.

Estaba tirado en el suelo con los pies y las manos atadas. A sus lados sus compañeros estaban en la misma posición.

–No puedo creer que haya pensado que estos nudos nos retendrían –se burló Maddi, desamarrándose fácilmente.

–No es momento para subestimar a Vacío –le explicó Jazmín.

–Será mejor que nos demos prisa –dijo Chris viendo a Percy, quien seguía quitándose las cuerdas.

–Dame un segundo –le dijo, mientras desentumía sus extremidades.

Cuando estuvo listo, se acercó a la puerta y las pateó, pero nada sucedió.

–Recuerda que no tienes superfuerza –se burló Maddi.

–¿Quién dijo que quería tirarla? –le explicó –. Espero que Vacío no haya cambiado el personal.

Se alejo para tomar impulso y pateó la puerta más fuerte que la vez anterior. Se escucharon unas voces fuera y solo unos segundos después, la puerta se abrió, dejando ver a dos empusas con las armas en alto.

–Así que despertaron –dijo una de ellas –. Sera mejor que dejen de hacer ruido o volverán a dormir –los amenazó.

Sin más, ambos gemelos, que quedaron detrás de ellas las atacaron, les quitaron sus armas y las convirtieron en polvo, sin ningún problema.

–Siempre fueron fáciles de vencer –les explicó Percy –. No entiendo porque las conserva Vacío.

Sin más, todos salieron del cuarto, siguiendo a Percy.

–Es irónico ¿saben? –les dijo mientras corrían –. Me llevo más de 10 años salir de aquí y ahora vine a propósito.

–No es momento para contarnos tus desdichas, Percy –le recrimino Erick – ¿Qué tan lejos está el arsenal?

–Falta poco.

Unos cuantos pasillos, puertas y varias vueltas después, Percy se detuvo frente a una puerta de metal más alta que las demás.

–Llegamos –informó y volteo a ver a Erick –. Si me haces los honores.

Erick recitó unas palabras extrañas con la mano puesta en la cerradura, pronto comenzaron a salir llamas azules de sus manos que derritieron el metal, abriendo la puerta.

–Increíble –susurraron los gemelos.

Todos entraron y tomaron sus armas. 

Cuando estuvieron listos recobraron la marcha, siguiendo a Percy por unos cuantos pasillos más y dando unas cuantas vueltas, hasta unas puertas enormes por las que salieron al exterior sin ningún contratiempo.

Recorrieron con la vista lo que los rodeaba: Un páramo con el suelo rocoso que parecía ser pedazos de vidrios, un cielo completamente negro y como única fuente de luz varios ríos donde corría lava brillante. En medio de todo ese paisaje, el dueño del palacio les daba la espalda.

–Veo que han llegado –les dijo, sin siquiera voltear a verlos –. Parece que Caos se toma su tiempo.

–El no va a venir, Vacío –le explicó Percy, dando un paso hacia él, provocándolo –. Nada de eso fue cierto. Tus poderes se quedarán para siempre en la piedra –levantó su espada apuntando hacia el –. Hagas lo que hagas, destruyas a quien destruyas, nunca podrás tener tus poderes de vuelta por completo.

«¡Te pasarás toda la eternidad incompleto!

–¿Se atrevieron a mentirle! –se molesto Vacío, volteando hacia ellos –¡Se arrepentirán de ello toda su vida!

Sin más, atacó, más molesto que nunca, pero Percy habló antes de que llegará a ellos.

–¡Te tengo un trato! –le gritó –¡Un reto! –agregó, llamando la atención de Vacío, quien detuvo su ataque, dispuesto a escuchar.

«Una batalla, sin poderes, como en los viejos tiempos –explicó –. Si me vences nos quedaremos sin luchar, podrás hacer con nosotros lo que quieras y tendrás camino libre con los semidioses.

–¿Y si vences?

–Entonces nos tendrás que dejar ir. Sin trampas, ni trucos, los siete saldremos de aquí sanos, con la piedra . Además, tendrás que romper la maldición.

–¿Qué ganaría yo? Aún con sus poderes podré vencerlos.

–No tendrás que matarnos –explicó el chico –. Conservarnos no será una posibilidad si nos enfrentamos directamente.

–¿Por qué los quedría con vida? No han hecho más que fastidiarme.

–Justo por eso –dijo seguro, dando un paso adelante.

«Te mentimos sobre recuperar tus poderes –enlistó –. Hemos interferido en tus planes contra el campamento, te obligamos a usar mucha más fuerzas y tiempo del necesario.

«Y estoy seguro de que me odias más que a cualquier otro semidiós, te molestado más que ningún otro, tiene sentido. Lo nuestro se ha vuelto personal ¿No te encantaría que regresara a esa habitación?, ¿que me volviera de nuevo tu simple entretenimiento?

«¿Y sabes que sería lo mejor? Esta vez no estaría Annabeth. Estaría solo. Devastado.

«¿Por qué desperdiciar nuestra vida solo matándonos? Imagina todas las cosas que podrías hacernos.

Vacío aun no parecía del todo convencido.

–Además, le importamos a Caos –agregó –. Pensabas que estaría dispuesto a intercambiar tus poderes por nuestra vida ¿Qué otra cosa crees que podría dar?

«Es ganarlo o perderlo todo, Vacío –terminó –. No hay intermedios.

–Veo que están desesperados –se burló Vacío.

Avanzó hasta quedar frente al chico, invocando su espada.

–Acepto –dijo, extendiendo el brazo –. Sin poderes.

–Sin poderes –coincidió el chico y estrecho su mano.

Sin dudarlo, Vacío lanzó el primer ataque.

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Ey, reviví!

Okey, sé que no he actualizado como más de un meses, no sé bien porqué deje de subir partes, solo de repente se fueron mis ganas de abrir Wattpad. Además, mi escuela me ha estado succionando de una forma que no tienen idea. Creo que no he dormido bien desde hace 1 mes. Aunque nunca he dormido bien.

El punto: Nuevo capítulo!

Es corto, pero si no le cortaba aquí hubiera quedado DEMASIADO largo. Además, ya nos acercamos al final. ¡Quedan solo 2 capítulos más y el epílogo! 

Aun así, no puedo asegurarles que publicaré la próxima semana. Lo intentaré. Creo que la próxima vez que publique voy a sacar las dos partes que quedan. Eso espero. 

Espero de verdad que les guste.

Ah, y otra cosa, Dancing with your ghost de Sasha Sloan, la del principio, es la nueva canción de la que estoy obsesionada.

Ya saben, comenten todo lo que les salga de su corazoncito.

Los quiero 🖤. Bye

¿Qué haría sin ti? (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora